jueves, 28 de agosto de 2008

LA MENTIRA DE AUSCHWITZ

Thies Christophersen

PROPAGANDA DE ATROCIDADES CONTRA ALEMANIA

LA ENFERMEDAD DE NUESTRO TIEMPO
La influencia devastadora de la propaganda hace difícil a los seres humanos, también a los bienintencionados, reconocer y juzgar los sucesos reales del acontecer contemporáneo. Ya lo hemos comprobado en los últimos años de la primera Guerra Mundial y en la época posterior.
"En mayo de 1945, pocos días después del derrumbe, tuve una entrevista memorable con un importante representante del enemigo. Se me presentó como profesor universitario de su país, que deseaba conversar conmigo acerca de los fundamentos históricos de la guerra. Fue una conversación de alto nivel la que mantuvimos. Repentinamente cortó la discusión, señaló los volantes que estaban delante de mí sobre la mesa, con los cuales fuimos inundados en los primeros días siguientes a la capitulación y que se ocupaban principalmente de las "atrocidades" de los KZ [* Konzentrationslager: campos de concentración (N. del T)].
“¡¿Qué dice usted a esto?”, así me preguntó. Yo respondí: ¿Oradour y Buchenwald? En mi caso usted echa abajo puertas abiertas. Soy abogado y condeno a la injusticia donde la encuentre, pero sobre todo cuando se comete de nuestro lado. Pero sé hacer una diferencia entre los hechos y el empleo político que de ellos se hace. Sé lo que es propaganda de atrocidades. Después de la primera Guerra Mundial he leído todas las publicaciones de vuestros peritos sobre estas cuestiones, los escritos de la Oficina de Northcliff, el libro del ministro de finanzas francés Klotz De la guerra a la paz, en el que describe cómo fue inventado el cuento de las manos de niños cortadas a hachazos y qué provecho se extrajo del mismo, los escritos esclarecedores de la revista Crapouillot que compara la propaganda a atrocidades de 1870 con la de 1914/18 y finalmente el libro clásico de Ponsonby: La mentira en la guerra. En él se revela que ya durante la guerra pasada se disponía de talleres en los que se componían montañas de cadáveres artificiales mediante fotomontaje con muñecas. Estas fotos eran distribuidas. Al respecto se dejaba en blanco el texto al pie. Más tarde era insertada de acuerdo con la necesidad telefónicamente a través de la Central de Propaganda.”
Al decir esto saqué uno de los volantes que supuestamente representaba montañas de cadáveres de los KZ y se lo mostré a mi visitante, que me miró perplejo. Proseguí entonces. “No puedo creer que en esta guerra, en la que todas las armas fueron perfeccionadas de tal manera, esta arma venenosa, que decidió la primera guerra, haya podido ser descuidada. ¡Más aún, lo sé! En los últimos meses antes del derrumbe estuve leyendo diariamente la prensa extranjera.
Ahí se informaba desde una Central acerca de las atrocidades alemanas. Se procedía al respecto con un determinado turno. Le tocaba a un territorio ocupado tras el otro: hoy Francia, mañana Noruega, después Bélgica, Dinamarca, Holanda, Grecia, Yugoslavia y Checoslovaquia, etc. Por de pronto eran centenares de muertos en los campos de concentración, luego, cuando 6 semanas más tarde le tocaba nuevamente el turno al mismo país, miles, luego diez, luego centenares de miles. Pensé entonces: ¡Al millón no podrá llegar esta inflación de cifras!”
Ahora tomé otro volante: “¡Aquí tiene usted el millón!” Entonces mi visitante ya no pudo contenerse: “Veo que me he topado con un entendido. Ahora también quiero decir quién soy. No soy ningún profesor universitario. Soy de la Central de la que usted habló. Desde hace meses practico lo que usted describió acertadamente: propaganda de atrocidades y con ella hemos obtenido la victoria total.” Yo respondí: “Lo sé, ¡y ahora usted debe terminar! “ El contestó: “No, ¡ahora recién empezamos bien! Continuaremos con esta propaganda de atrocidades, la aumentaremos, hasta que nadie aceptará ya una buena palabra de los alemanes, hasta que esté destruido todo lo que han tenido en otros países en cuanto a simpatías, y hasta que los alemanes mismos se habrán puesto de tal modo confusos que ya no sabrán lo que hacer! “ Terminé la conversación diciendo: “¡Entonces cargará sobre sí con una gran responsabilidad! “
Extraído del libro del Profesor Dr. Friedrich Grimm: Politische Justiz die Krankheit unserer Zeit (La justicia política, la enfermedad de nuestra época) Verlag Bormer Universitäts Buchdruckerei Gebr. Scheur GmbH, Bonn 1953.

PREFACIO DEL ABOGADO MANFRED ROEDER
"Quédese por amor de Dios en la lucha contra la pornografía y la depravación de las costumbres, pero no se mezcle en la política. Y ¿para qué ocuparse todavía del pasado? ¿No será que quiere justificar el nacionalsocialismo o negar los crímenes del pasado?
Tales consejos vinieron de muy buenos amigos cuando por primera vez hube puesto en relación las palabras Auschwitz y propaganda de atrocidades. Y un pastor honestamente preocupado escribió: "Debo decir que su vuelta hacia el radicalismo de derecha político me ha asustado un tanto. Pero seguirá en mi estima, ya que lo conozco."
Me alegré por la confianza. Me asusté por la comprobación de que todo abogar por la verdad y la justicia para Alemania se equipara con radicalismo de derecha. Sí, ¡cómo me gustaría dejar en paz el pasado si todas las partes prometieran solemnemente un recíproco perdón y olvido, como se hizo en el convenio de paz después de la Guerra de los 30 Años! ¡Nada podía ya ser tocado y perseguido. ¡En verdad un mérito realmente heroico en el espíritu de Cristo!
¿Pero cómo se presentan las cosas ahora? ¿Dónde hay perdón, dónde hay olvido, dónde hay curación? Sólo de parte alemana, especialmente de los expulsados, ofrecido siempre de nuevo y confirmado por los hechos. ¿Pero qué hace el lado contrario?
El Gobierno del Reich alemán fue destituido ilegalmente. Oficiales alemanes, que no hicieron sino cumplir con su deber y que en su carácter eran inmensamente superiores a los aliados, fueron estrangulados sádicamente, pero ni un solo soldado o guerrillero adversario fue puesto ante la justicia por crímenes de guerra. La jurisdicción y el hallazgo de la verdad alemanes fueron imposibilitados. Sólo los vencedores pudieron administrar justicia y escribir la historia. En todo otro país fue prohibido de inmediato la persecución de crímenes de guerra. Supuestos hechos de alemanes, por el contrario, no sólo fueron perseguidos en la forma más brutal y dejando de lado todos los principios legales internacionales, sino que fue expresamente anulada la prescripción de los así llamados crímenes de guerra y genocidio alemanes, para que hasta el día del juicio final pueda ser tomada venganza sobre los alemanes. Así, guerrilleros disimulados se transformaron en héroes populares y los oficiales alemanes que se defendieron contra ellos, en criminales de guerra.
El Gobierno Federal dispuso que una documentación de 14 volúmenes de crímenes cometidos contra prisioneros de guerra y civiles alemanes no sea publicada, y que debía ser destruida.
La presidente de ministros de Israel, Golda Meir, ha hecho saber ahora con claridad inequívoca que "relaciones complétamente normales entre Alemania e Israel” nunca las podrá haber. ¿Cómo se puede dejar en paz un pasado que a diario es removido nuevamente y utilizado contra nuestro pueblo?
Todas las escuelas siguen difundiendo las mentiras de atrocidades sobre los KZ. Así precisamente ahora se realiza bajo el patrocinio del presidente de ministros de Hessen una exposición "KZ Sachsenhausen" en Wiesbaden con las mentiras propagandísticas hace tiempo refutadas. Escolar tras escolar es hecho pasar a través de la misma para que lea horrorizado que en Sachsenhausen fue construido en 1943 una cámara de gas, a pesar de que hace tiempo fue comprobado que jamás existieron cámaras de gas sobre suelo alemán. Con estremecimiento se lee que "día y noche el olor dulzón de carne humana quemada" flotaba sobre el campo. A pesar de que la Cruz Roja Internacional visitó regularmente los KZ hasta marzo de 1945 y jamás pudo comprobar instalaciones de gasificación o de cremación o el olor dulzón.
Además se afirma que en el patio de revista de Sachsenhausen cada hombre SS tenía el "derecho" de abatir o matar a golpes a un preso! Lamentablemente ocurrieron crueldades, pero perpetradas casi exclusivamente por los propios detenidos, los Kapos [* Prisioneros encargados de la dirección de los cautivos. (N. del T,)]. Cuando un hombre SS u otro empleado alemán cometía una falta contra los presos o contra su propiedad, se lo ponía ante un tribunal de guerra. ¿Qué interés puede tener el presidente de ministros Osswald en patrocinar semejantes falsedades contra Alemania? Toda nuestra juventud escolar es envenenada con estas mentiras sobre sus padres, para que el odio entre las generaciones se tome abismal. Así se destruye a un pueblo, de acuerdo a la receta de los, conspiradores mundiales. ¿Y nosotros, que lo sabemos mejor, hemos de callar? Y el que entonces aun afirma que esto es cristiano, a mis ojos no es más que un infame cobarde y canalla.
El ministro de cultura de Hessen ha hecho escribir a la judía Hannah Vogt un libro sobre el pasado de Alemania Schuld oder Verhdngnis (Culpa o Fatalidad); que ya apareció en su 11a. edición y que es distribuido a todos los egresados de las escuelas principales. Una judía difícilmente estará en condiciones de juzgar con objetividad el pasado alemán. Pero este libro es una obra maestra de montaje de la historia y de propaganda de odio con ropaje "científico", de tal modo que puede ser colocado en un plano de igualdad con el del agente del Komintern Willy Münzenberg, el maestro sin par del azuzamiento contra Alemania y de la propaganda mendaz, que gritaba a sus colaboradores, cuando habían escrito un artículo contra Alemania: "¡Demasiado blando, demasiado objetivo! Córtales la cabeza. Haz que el mundo se quede con la boca abierta de horror. Hazlos el hedor del mundo.
Haz que los hombres los maldigan y se sacudan de horror”
No existe ningún documento que pueda ser tomado en serio que cifre las pérdidas totales de la población judía durante la última guerra en más de 200.000. En una noche en Dresde han perecido más alemanes indefensos e inocentes, niños, mujeres, ancianos y sobre todo heridos, que judíos en todos los KZ durante la época nacionalsocialista! ! ! Y dentro de las pérdidas totales judías hasta e están incluidos los casos de muerte natural. Con esto las pérdidas son porcentual y absolutamente mucho menores que las de cualquier otra potencia beligerante. i ¡Y las organizaciones judías mundiales habían declarado a Alemania ya en 1933 la guerra santa hasta el completo aniquilamiento, cuando a ningún judío aún le había sido torcido un pelo! ! Y, sin embargo, el mundo retumba del clamoreo por los judíos muertos. Pero ninguna voz se alza por Dresde y por los realmente asesinados 6 millones de alemanes del Este. Ninguna voz se alza por los millones de prisioneros de guerra alemanes y europeos asesinados, que combatieron a nuestro lado. Ninguna placa proclama por los 105.000 franceses que fueron asesinados sólo porque eran simpatizantes de los alemanes. No se realizan días conmemorativos por los holandeses, daneses, belgas, noruegos, rumanos, rusos, cosacos, ucranianos degollados bestialmente, que trabajaron o lucharon del lado alemán porque querían salvar a Europa del bolcheviquismo o porque consideraban el dominio alemán como el mal menor.
Para el Correo Federal Alemán es un motivo de despido inmediato cuando uno de sus trabajadores impugna la gasificación de judíos. Un tribunal de Hessen confirma este concepto legal porque tales expresiones, "que en su repugnancia no pueden ser superadas", no necesitan ser tolerados por un dador de trabajo!
Pero todo sinvergüenza puede ufanarse hoy de que ha practicado sabotaje o traición contra Alemania.
Una lectora preguntó preocupada si no caería yo en un nuevo antisemitismo. ¡Muy al contrario! Yo tengo cuidado de que los judíos sean tratados como todos los demás y no puedan exigir derechos especiales. Porque sólo derechos especiales y mentiras, que son propagadas por determinadas camarillas de dominación mundial judías, traen nuevo antisemitismo. El señor Wiesenthal hace más por el antisemitismo que yo.
Todo judío decente celebrará nuestra búsqueda por la verdad y, por consiguiente, este escrito. Porque con la publicación de este informe sensacional no atizamos ningún nacionalismo u odio, sino que servimos a la verdad, y sólo la verdad nos hará libres a nosotros y a todos. Y sólo el delito realmente cometido puede ser reparado o perdonado. El delito inventado, empero, crea indefectiblemente nuevo odio y materia inflamable.
Pero aquí no se trata de calcular el alza o baja de las cifras de pérdidas o crímenes. Se trata del saneamiento moral de nuestro pueblo. Es que se nos acusa de los mayores crímenes de la historia de la humanidad: o sea, haber provocado voluntariamente una guerra mundial y asesinado a millones de seres humanos inocentes. Y si hubiéramos tenido tiempo y oportunidad, entonces también hubiéramos extirpado al resto de todos los pueblos "sojuzgados".
¡El que puede permanecer indiferente a este reproche, no tiene ni corazón ni inteligencia! Repentinamente se levantan ahora testigos y dicen: ¡pero si esto no es verdad! Alemania ni ha querido ni ha empezado la guerra, sino que ha sido forzada a ella por sus enemigos mortales. Hitler no ha querido matar a los judíos y nunca dio una orden para su exterminio, tampoco para el exterminio de otros pueblos. No había instalaciones de gasificación. Todo esto son invenciones de mentes patológicas. Casi todos los así llamados juicios de criminales de guerra y de KZ fueron sustanciados con testigos perjuros y documentos falsificados!
Todo acusado se alegra cuando se le descarga, o cuando hasta resulta que el crimen que se le imputa ni siquiera ha sido cometido.
Nosotros los alemanes, por ende, debiéramos estar llenos de alborozo si hoy se presentan testigos que pueden probar que Auschwitz no fue una maquinaria de muerte, sino una gigantesca empresa de armamentos. Que los internados por regla general eran tratados decentemente y que los extraños podían en todo momento visitar el Campo. La mayoría de nuestros compatriotas reaccionaron, por cierto, en forma bien distinta. Hacen de cuenta que se les quiere quitar la más hermosa vivencia de postguerra: su complejo de culpabilidad. Con uñas y dientes se aferran a la culpa alemana. Es verdaderamente un fenómeno único en la historia de la humanidad. En cualquier otro pueblo semejante reacción sería inconcebible. Se lo puede designar solamente como una profunda enfermedad del alma. Porque no es normal que alguien quiera a toda cosa ser culpable.
Aquí reside el real problema y el verdadero motivo de la publicación de este folleto. No se trata de comprobar de qué lado se ha cometido más delitos. Esto está decidido para todo el que se ha ocupado tan sólo superficialmente con las fuentes disponibles. ¡Es una rotunda absolución para Alemania! El libro del yerno de Roosevelt, coronel Dall, La Política de Guerra de Norteamérica ni fue ya necesario para ello. Pero ha revelado por encima de toda duda la culpa exclusiva de Roosevelt y Churchill de esta guerra y su criminal conspiración contra la paz. ¡El que ahora todavía afirma lo contrario, es sencillamente malintencionado!
¿Por qué nosotros los alemanes estamos tan enamorados de la leyenda de los 6 millones de judíos gasificados? Hablo aquí por experiencia, porque yo mismo he creído en ella.
Nosotros los alemanes somos cavíladores y por naturaleza temerosos de Dios. Por eso necesitábamos una explicación profunda, religiosa acerca del por qué nuestro pueblo ha caído en esta inmensa miseria. La simple idea de que los otros eran más fuertes e inexorables no es suficiente para el alma alemana. Sin causa, así creemos nosotros, nadie llega a encontrarse en tamaña penuria. Es el célebre problema de Job, a quien sus amigos reeducadores también le hacen creer que cada golpe del destino es un castigo de Dios. Por eso en la catástrofe de 1945 también sólo pudo verse el juicio de Dios por los pecados y los crímenes cometidos. El cuento de los 6 millones de seres inocentes humanos asesinados sencillamente sació este hambre “por una explicación metafísica y por eso fue asimilado tan ávidamente. Más claro resulta aún si puede ser fundamentado bíblicamente: ¡No sólo hemos matado a cualesquiera seres humanos, sino al pueblo elegido! Sí, como me escribió una lectora textualmente, hemos tocado el ojo derecho de Dios. ¡Qué explicación tan maravillosa! Ahora sabemos por qué.. Ahora podemos expiar por ello y mediante la sumisión frente a todos los judíos y prestaciones de dinero reconquistar aunque sea algo del favor de Dios o esperar gozosos como pecadores arrepentidos el perdón. Por eso el alemán se aferra a los "judíos asesinados" como a la salvación de su alma, porque sin esta explicación nuestro terrible hundimiento no tendría un sentido más alto y sería aun más difícil de soportar.
Por eso no recriminemos al pobre con nacional que cree en las atrocidades de los KZ. Nosotros terminamos con las dos grandes mentiras sobre las cuales descansa toda la evolución de postguerra: no existe un pueblo elegido según sostienen los judíos; y, sobre todo, no existe un pueblo alemán criminal, abyecto! Y lucharemos sin compromisos contra todo el que continúe sosteniendo uno de estos productos de la mentira y con ello empuja a nuestro pueblo más hondamente dentro de su desgracia.
Ha llegado el momento de levantarse y asir el destino por las fauces. Nosotros lo venceremos, porque cumplimos el encargo de Dios Por eso estoy inmensamente agradecido a Thies Christophersen, quien con su valiente escrito marcha delante de nuestro pueblo como luminoso ejemplo y es un garante de que daremos vuelta al curso del tiempo.
ESTE INFORME HA SIDO ESCRITO PARA LOS ALEMANES QUE AUN NO HAN PERDIDO LA FE

EL SILENCIO IMPUESTO
Yo estuve en Auschwitz, y esto fue desde enero hasta el mes de diciembre de 1944. Después de la Guerra oí acerca de asesinatos en masa que presuntamente habían sido perpetrados por la SS en los judíos prisioneros. Quedé sobremanera sorprendido. A pesar de todas las declaraciones de testigos, de todos los informes periodísticos y de las transmisiones de radio y televisión aun hoy no creó en las atrocidades. Y he dicho esto reiteradamente y en todas partes. Pero era inútil. Nadie quería creerme. Las pruebas, así se me decía, eran demasiado concluyentes e incontestadas. Los juicios había demostrado claramente que en Auschwitz había habido instalaciones de gasificación, y Höss mismo como Comandante de Campo lo había confirmado. El que quería negar esto se hacía sospechoso de haber participado él mismo en los asesinatos de judíos. Que me cuidara, porque los crímenes de guerra aun no estaban prescritos. Todavía podría hacérseme un proceso y sería mejor que callara. "¿A quién le sirve si tú ahora quieres intentar corregir la historia? ¡No cambias nada! Sólo el reconocimiento de nuestra culpa nos ha vuelto a la comunidad de los pueblos. Piensa que tienes una familia. Nadie creerá tus relatos ... Calla, esto es lo más sensato que puedes hacer."
Dicho con franqueza, a mí mismo me surgieron dudas. Cuando de todas partes y constantemente se oyen las mismas historias, es más que comprensible que al final uno las cree. "¡Adónde han ido a parar los judíos si no se los ha gasificado a todos? " No lo sé, pero yo opino, de dónde vienen los judíos si durante la Guerra se habría matado a 6 millones de ellos. En mi terruño de Schleswig-Holstein también antes, de la Guerra apenas hubo judíos. Los así llamados Viehjuden" (1) en el campo faltaban por completo. Gente hostil dice que faltaron sólo porque los campesinos en Dithmarschen y Angeln eran muy superiores a los judíos. Muchísimos judíos se fueron antes y durante la Guerra al extranjero, y muchos judíos también sobrevivieron a los campos de concentración ... y muchos judíos viven hoy de nuevo entre nosotros.
Las primeras dudas me vinieron cuando leí un volante de Einar Aberg de Norrviken (Suecia) [Ver Apéndice. (N. del E.)]. El contrapuso las cifras oficiales de la población mundial judía antes y después de la Guerra y constató que los judíos debieron haberse multiplicado en tal forma durante la Guerra que toda mujer en edad fecunda hubiese debido dar a luz cada año un niño si la cifra de 6 millones de judíos asesinados era exacta. En el año 1938 habría habido 15.688.259 judíos en el mundo. Esta cifra ha sido tomada del World Almanac (Almanaque Mundial) por el American Jewish Committee (Comité Judeo-Americano). En el año 1948, de acuerdo con un artículo de] New York Times de W. Baldwin, un perito reconocido y totalmente imparcial en todas las cuestiones demográficas que ni apelando a la mayor fantasía puede ser calificado de "antisemita", hubo nuevamente 18.700.000 judíos en el mundo. La leyenda de los 6 millones de judíos asesinados no puede ser verdad, porque es imposible que un pueblo se multiplique en 10 años en un 50 por ciento.
Las pérdidas seguramente lamentables del pueblo judío durante la 2a. Guerra Mundial no importaron 6 millones, sino de acuerdo con comprobaciones de la ONU, que no tiene motivos para defender especialmente a ningún pueblo doscientos mil.
En un libro aparecido en el Brasil se puede leer:
“... Esta documentación ha sido utilizada por el Canadian Anti Defamatíon Committee of Christian Lawmen juristas y comprobó que murieron 200.000 judíos en los doce años del gobierno de Hitler (193345), por diversas causas, o sea por asesinato condena, fusilados como guerrilleros o saboteadores, por bombas que cayeron sobre Campos, o por otros efectos de la guerra; pero también por muerte natural, o sea enfermedad y vejez."
El destacado socialdemócrata austríaco Dr. Benedikt Kautsky, - judío cabal - de 1933 a 1945 en el KZ, de ellos 3 años en Auschwitz, manifiesta:
"Yo estuve en los grandes KZ en Alemania. Pero conforme a verdad debo constatar que en ningún Campo jamás he encontrado una instalación como una cámara de gasificación [Veáse Heinz Roth. Odenhausen. Anexo. (Escrito No 13). (N. del A.)]”.
Richard Baer, último Comandante de Auschwitz (a partir de 1943) y por consiguiente el testigo más importante, de quien el semanario parisiense Rivarol informa que no pudo ser disuadido a que "durante, todo el tiempo que él había estado al frente de Auschwitz nunca había visto cámaras de gas ni había sabido que cámaras existieran”, lamentablemente - a pesar de gozar de excelente salud - catorce días antes falleció del todo repentinamente el 17 de junio de 1963 en la prisión preventiva. Yo nunca he ocultado mi época de Auschwitz. Cuando se me preguntaba por el aniquilamiento de judíos he respondido que no sabía nada de ello Sólo me he extrañado de cuán rápidamente y sin contradicción los cuentos de la gasificación en masa eran admitidos y creídos por la población.
Las secuelas de mí lesión contraída en la guerra en el año 1940 me trajeron una sinusitis crónica. El más pequeño resfrío tenía por consecuencia que debía hospitalizarme. En otoño de 1942 un examen médico oficial dio el diagnóstico: apto para guarnición en la Patria. Solicité una licencia de estudios y concurrí en el invierno 1942-1943 a la Escuela Agraria Superior en Landsberg/Warthe. En la Primavera 1943 vino a nuestra escuela un capitán del OKH “(2) para reclutar algunos agrónomos que estuvieran dispuestos a “trasladarse” a Ucrania para plantar allí caucho, Me presenté y fui admitido.
KOK SAIGIS
Una guerra móvil requiere vehículos, y los vehículos requieren cubiertas, y las cubiertas son de goma. Si bien la goma puede ser producida artificialmente del carbón la cal y el azufre - la llamada Buna - empero sin un agregado de caucho natural esto no va. Falta el aglutinante. Los rusos, en su afán de hacerse independientes de las importaciones, (cuándo nosotros hacíamos lo mismo esto es valorado hoy como preparativo de guerra), habían investigado sistemáticamente toda la flora para hallar portadores de caucho... y encontraron algunos - entre otros el Kok Sagis un pariente del “diente de león.” El látex blanco en sus raíces contenía caucho. Ahora bien: este caucho se había hecho, ahora muy importante para la ulterior conducción de la guerra. El apoderado para los automotores en el OKH había instalado secciones para el cultivo, el aprovechamiento y, la investigación. Yo, pues, después de un breve curso de capacitación, fui enviado a Ucrania como perito Para el cultivo de caucho vegetal. Una planta Kok Sagis nunca la habían“visto. Pero el trabajo, práctico y la ayuda de algunos agrónomos rusos pronto me dio el saber necesario.
En el año 1943 perdimos Ucrania y a principios de 1944 fui trasladado a la Sección de Cultivo de Plantas en el Kaiser Wilhelm Institut. Este instituto había instalado una sección en Aüsühwitz. Así viajé a Auschwitz y recién me enteré en el camino hacia allá que había un campo de concentración.
Como ya había sido herido en la campaña de Francia y prácticamente pasé mi tiempo en hospitales no me fue posible hacer una carrera militar. De modo que era solo dragoneante, y por mi actividad en el OKH llegué a ser Sonderführer (Z), conductor especial, este era el rango de un teniente. Luego nuestra dependencia, fue subordinada en otoño de 1943 a la SS, y el Reichsführer Himmler fue encargado del patrocinio Como es sabido era agrónomo diplomado. Nuestra dependencia a se llamaba ahora: B.d.K. (3), Apoderado para los Automotores bajo el comando del Reichsführer SS, Sección Caucho Vegetal. Pero conservamos nuestros uniformes de la Wehrmacht, y también fuimos tatuados, con nuestros grupos de sangre. Esto seguramente a muchos de nosotros nos ha salvado la vida.
Si ahora he de contar mis experiencias de Auschwitz, entonces tengo dudas si he de dar también los nombres de mis camaradas que aun viven y con quienes sigo aun teniendo contacto. Sé muy bien que debo contar con represalias si quiebro el silencio. Ahora bien, estoy dispuesto a tomarlas sobre mí... y en parte ya las he tenido que soportar. Como editor del Bauernschaft (4) y de Kritik(5), así como anteriormente del Deutscher Bauer nunca he tenido pelos en la lengua. Pero en 1969, entregué mi finca a mi hijo. Entonces creí que como jefe de redacción de esta última tenía asegurada la existencia. Mis amigos tendrán conocimiento de que este periódico por dificultades económicas pasó a la editorial DSZ del Dr. Frey, de Munich. Yo tenía la promesa contractual de que la dirección de la redacción quedaría en mis manos. Pero la dirección de la redacción de este periódico nunca estuvo en mis manos desde que fue trasladada a Munich. Yo era el verdadero sentido de la palabra un redactor testaferro. El periódico recién lo veía cuando estaba impreso. Mis propios artículos los encontraba en ocasiones cada vez más raras. Reiteradamente indujeron al Dr.Frey a despedirme sin preáviso. Un juicio ante un tribunal de trabajo concluyó con un arreglo magro. De acuerdo con nuestro contrato no podía hacer declaraciones sobre de la redacción porque entonces me hubiera hecho pasible de una multa convencional de DM 40.000. Desde entonces soy un desocupado en regla, y a pesar de que he sido readaptado por la Oficina de Trabajo para el servicio administrativo simplemente me es para mí imposible conseguir un empleo. Ninguna repartición, ninguna dependencia y lamentablemente tampoco ninguna empresa quiere ocupar a una persona que ha trabajado con el Dr. Frey como redactor. . . A pesar de que tengo tan sólo 55 años de edad no tengo ninguna perspectiva de ser incorporado a la vida profesional. ¿Por qué, entonces, no he de informar? Llevo la existencia en una pobreza modesta, pero feliz. Mis hijos tienen el porvenir asegurado. Pero no quisiera aportar dificultades a mis anteriores superiores y camaradas, que en parte están aún en la profesional.
LA VIDA DEL CAMPAMENTO
El día era frío y ventoso cuando arribé el 15 de enero de 1944 a la estación de Auschwitz. Reflexioné si no sería conveniente que tomara un coche. Pero sólo había coches de caballos y me decidí a hacer una caminata. Mi equipaje lo entregué en el depósito y pregunté por el camino a la comandancia del Campo. No era muy lejos. El Campo, una construcción de cuarteles con edificios feos, pero masivos, estaba situado junto a ella. El portón con la leyenda Arbeit macht frei, (7) fue lo primero que llegué a ver del Campo de Concentración de Auschwitz. Lo que me llamó la atención fue que un gran número de presos iban libremente de acá para allá sin ser vigilados. Más tarde me enteré que el Campo, que estaba rodeado por un alambrado de púas con carga eléctrica, sólo era vigilado de noche. Durante el día los presos se podían mover libremente en un enorme terreno. Este terreno por cierto estaba cercado por centinelas, que de noche, después de la llamada para pasar lista, eran retirados.
Me presenté ante mi superior, el Obersturmbannführer Dr. A. Un hombre alto, de gallarda presencia, con ojos azules acerados y cabello algo rojizo. La salutación fue cordial. Resultó que conocía muy bien a mi hermano, que también servía en la SS. En seguida le formulé algunas preguntas curiosas con respecto al Campo de Concentración. Así, p. ej., quise saber qué gente era esa que estaba encerrada aquí. Su respuesta: "Los alemanes que están aquí pertenecen aquí ... Son enemigos del pueblo ... por lo demás, está aquí la 'elite' europea." Estas palabras, como lo comprobé más tarde, reflejaban la verdad. Fui presentado a sus colaboradores. Hauptsturmführer B., emigrante ruso, ex oficial zarista, que además del ruso también hablaba perfectamente el alemán y el francés, me ofreció llevarme en coche a mi alojamiento. Para el área agraria estaban a disposición de los oficiales no automóviles sino coches de caballos con un cochero. Esto me pareció algo jactancioso. También el hecho de que los presos que encontrábamos a nuestro paso se paraban y al tiempo que se sacaban de un tirón la gorra, se cuadraban, no me resultaba del todo agradable. Pero éramos oficiales, y también los soldados SS nos saludaban militarmente.
Mi alojamiento estaba en Raisko, unos 3 km distante del Campo principal. Allí había un Campo de mujeres, los invernáculos y los locales de laboratorio para nuestro trabajo de cultivo de plantas. Me fue puesta a disposición una habitación en una casa separada. La misma casa la compartía con mi colega el Obersturmführer Dr. C., a quien competía la vigilancia sobre la sección Cultivo de Plantas. Era un hombre muy alegre, y su risa tenia algo de refrescante para el corazón. Gozaba de muchas simpatías entre los presos. También hoy sigue haciendo intercambio de cartas con ex presos de Auschwitz. Hacia poco que se había casado, y más tarde hizo venir a su mujer y a sus dos hijos en edad preescolar. Yo me mudé más tarde a una vivienda en un invernáculo terminado de construir. Allí vivía junto con un científico, del Kaiser Wilhelm Institut. Puedo decir su nombre, era el Dr. Böhme. Fue fusilado después de la capitulación por bestializados civiles polacos. Con toda seguridad no había hecho ningún daño a nadie y era la amabilidad y la disposición para la ayuda en persona.
El primer preso que conocí fue "Agnes". Agnes pertenecía a los "Testigos de Jehová" y nos estaba asignada como Raumpflegerin (8) Quise interrogarla acerca de las condiciones en el KZ, pero Agnes se mantuvo callada ... Distinto, fue con la Señora Pohl. Ella tenía el mando en la cocina. También investigaba en la Biblia y distribuía volantes a los presos. Esto en realidad no estaba permitido, pero no era mi cometido vigilar a los presos. Además sus escritos me parecieron inofensivos. En cuestiones de fe siempre he sido tolerante. Hasta el día de hoy no puedo negar a los Testigos de Jehová una cierta admiración y respeto. Se dejaban meter presos por su fe y sufrían porque querían sufrir. No necesitaban vigilancia, y podían moverse con toda libertad.
En nuestro Campo unas 300 mujeres estaban alojadas en 3 barracas. Era personal escogido, que trabajaban casi exclusivamente para la Sección Cultivo de Plantas. En su mayoría eran judías y polacas y algunas francesas. Todas hablaban muy bien el alemán. Muchas tenían un grado académico. Su tarea tenía carácter científico, y eran muy independientes. Era efectivamente el caso que no era yo quien debía enseñar el trabajo a las reclusas, sino que ellas me lo enseñaban a mí. Yo me hice explicar por ellas su trabajo, y lo hacían con un cierto orgullo, casi quisiera llamarlo presunción. Dejó en mí la impresión de que los reclusos efectuaban su trabajo de investigación con celo y alegría.
El cultivo de plantas según el procedimiento de selección significa investigar y seleccionar. Las raíces de las plantas eran investigadas en cuanto a su contenido de caucho y multiplicadas mediante estacas. Las semillas producidas se cosechaban cuidadosamente y luego volvían a ser sembradas. Era muy fácil realizar sabotaje, pero no se ha llegado a saber de ni un solo caso. Bueno, hay que decir también que los presos no se tenían mucha confianza entre sí. Ahí estaba el viejo odio entre los nacionales polacos y los judíos. El odio nacionalsocialista a los judíos en comparación era inofensivo. Los resultados en el incremento del contenido de caucho eran del todo, satisfactorios. Lamentablemente no puedo ya recordar cifras.
El Hauptsturmführer B. viajó a los territorios ocupados del Este y estaba a la búsqueda de científicos. Trajo a algunos científicos rusos con sus familias a Auschwitz, que trabajaron como empleados civiles para nosotros y también lo hacían gustosamente.
El asunto tomó un cariz trágico cuando se trasladó al agrónomo J. Sassmoschek a Auschwitz. Este encontró entre los reclusos a su anterior amante. Este reencuentro no quedó sin consecuencias. Pero Sassmoschek pudo casarse con su amante. Fue puesta en libertad. Aún después de la evacuación de Auschwitz he vuelto a encontrar a los dos en Halle (Saale). Ambos estaban radiantes de felicidad. Yo por cierto no me sentía nada feliz, porque justamente había dejado pasar sobre mí el bombardeo del 13 de febrero en Dresde, al que escapé ileso como por un milagro. Creó que en Dresde murieron en ese día más seres humanos de los que en todo el transcurso de los años de guerra murieron en Auschwitz. Pero los crímenes de guerra de los aliados tampoco aún hoy están en debate.
¿Cómo se desarrollaba la jornada de los reclusos en Auschwitz? A las 7.00 se despertaban, se duchaban y luego de desayunarse, se les pasaba revista. A las 8.00 daba comienzo el trabajo. Desde las 12.00 hasta las 13,00, pausa del mediodía y a las 17.00 concluían las tareas. A las 19.00 llamamiento para pasar lista; seguidamente abandonaban sus puestos los centinelas exteriores y era vigilado únicamente el campamento. La correspondencia era distribuida a los presos diariamente. Los paquetes eran abiertos durante la revista y controlados por el celador del Campo. Raras veces algo no se entregaba, p. ej., medicamentos y ciertos libros y escritos, cámaras fotográficas, aparatos de radio y otros instrumentos técnicos. Pero estas cosas continuaban siendo propiedad de los presos. Eran llevados a "Canadá" y guardados.
Canadá se llamaba un gigantesco galpón de depósito, en el que se almacenaba toda la propiedad de los judíos evacuados o trasladados que estaban internados en Auschwitz. En Canadá había de todo, de ahí el nombre. Pero Canadá era vigilado severamente. En nuestra estación meteorológica teníamos a una auxiliar SS que en una oportunidad se había apoderado en Canadá de un par de medias de seda. Fue llevada por ello ante un tribunal de guerra ... por saqueo. Pero los presos mismos que trabajaban allí hurtaban como cuervos.
Me llamaba la atención lo bien que estaban vestidos nuestros presos. Si bien debían llevar sus indumentarias de penados, su ropa interior, medias y zapatos eran inobjetables y muy finas. Tampoco faltaba el cuidado de la belleza. Lápiz labial, polvo facial y colorete formaban parte de los utensilios de los presos femeninos. Judías rapadas no las había en la época mía en Auschwitz. Pero me fue contado que esto alguna vez lo había habido en Auschwitz. Pero la vista habría sido tan horrible que hasta los conductores SS más empedernidos no habían podido soportarlo. Cada sábado un comando de nuestras mujeres era enviado al Campo principal para el canje de ropa. Volvían entonces con las más espléndidas piezas de botín, que se repartían entre las reclusas. Creo que este robo era tolerado tácitamente.
OLGA
En mayo recibí por primera vez la visita de mi mujer. Se desempeñaba profesionalmente como maestra de economía doméstica agraria y tenía curiosidad por conocer mi lugar de trabajo en el KZ. Ya el hecho de que era posible recibir en todo momento la visita de nuestros familiares muestra la franqueza de la administración del Campo. Si Auschwitz hubiera sido un gran campo de exterminio, entonces con toda seguridad no hubiéramos podido recibir visitas de nuestros familiares. Las formalidades que aun hoy son necesarias para hacer una visita al presidio fundado por Walter Ulbricht no eran necesarias. La comparación de Auschwitz con la DDR (9) no es tan desacertada.
Eramos un matrimonio de recién casados y aun no habíamos estado casi juntos. Yo fui a buscarla a la estación. Ella vino en zapatos de madera, con pañuelo en la cabeza y sin medias. Era época de guerra y la elegancia era para nosotros un lujo.
En ese entonces me había sido asignado una nueva "cuidadora de ambientes". Doncella hubiera sido la expresión adecuada. ¡Olga! Olga era una polaca. Era única en su especie, pero se preocupó de mí en forma conmovedora y era extraordinariamente servicial. Siempre había flores en mi pieza, siempre, manteles limpios y cortinas limpias, y también siempre Olga tenía una sorpresa para mí.
Para la visita de mi mujer Olga había arreglado mi pieza con especial primor. Sobre mí cama había colocado un ángel orante, el diablo sabe de dónde lo había conseguido. Su atención me resultaba casi molesta, pero tuve que aceptarla porque tampoco quería lastimar a esta alma buena y diligente.
Durante la estancia de mi mujer comenzaron las tareas en los campos de caucho y no pude ocuparme mucho de ella; pero mi mujer tenía la mejor compañía en Olga. Podía hablar como un libro. Mi mujer pensó que debía hacerle un pequeño regalo y había comprado una bagatela. Cuando volví a llevarla a la estación de regreso, apenas la pude reconocer. Estaba vestida de nuevo de pies a cabeza. Olga le había conseguido todo, hasta una valija nueva. Mi mujer me había traído algunas exquisiteces de las que ella se había privado, entre otras cosas, también un pedazo de manteca. Olga me hizo todas las noches papas fritas que nadaban en manteca. Pero la manteca nunca se acababa. A diario llegaban encomiendas de Care (9 bis), y Olga se sentía obligada a cuidar también de mí. No, no pasaron hambre los reclusos en Raisko. Y cuando un nuevo incorporado llegaba desnutrido y enflaquecido al Campo, ya al cabo de algunos días tenía la piel lisa.
¿CAMPO DE EXTERMINIO?
"El Campo de Exterminio no estuvo en Auschwitz sino en Birkenau." Así lo leí y escuché después de la guerra. Ahora bien: yo también estuve en Birkenau. Este Campo no me gustó en absoluto. Estaba repleto, y los seres humanos de allí no me hicieron ninguna buena impresión. Todo estaba muy abandonado y sucio. Allí también vi a familias con chicos. Su vista me hizo daño. Pero se me dijo que no se quería separar a los chicos de sus padres cuando estos eran internados. Algunos chicos también estaban ocupados en un alegre juego de pelota. Sin embargo soy de opinión que los niños no deben estar en un Campo de Concentración y que si, p. ej., los ingleses también lo hicieron en la Guerra de los Boers es una mala disculpa. También se lo he dicho a mi superior. Su respuesta fué: "Comparto su opinión pero no lo puedo remediar”.
Yo tenía el encargo de seleccionar en Birkenau a 100 operarios para el cuidado de las plantas de Kok Sagis. Esto se desarrollaba de la siguiente manera. Durante la revista se les preguntó a los reclusos si estaban dispuestos para este trabajo y si ya lo habían hecho antes. Por lo general se ofrecían más de los necesarios. Luego se "seleccionaba". Este "seleccionar` más tarde ha sido interpretado en forma totalmente errónea. Por supuesto se quería dar a los reclusos una ocupación, y también los reclusos querían ser ocupados. Seleccionar no era sino que a los reclusos se los empleaba en el trabajo conforme a sus inclinaciones y su capacidad, pero también conforme a su estado físico.
Es un hecho que en Auschwitz había más seres humanos que lugares de trabajo existentes o que pudiesen ser creados. Naturalmente era para mí importante conseguir mano de obra que ya hubiera trabajado en la agricultura. Ahí faltaban los judíos. Muy buenos operarios los aportaban los polacos. Del todo inservibles eran los gitanos. El Comando 11, así se llamaba nuestra columna femenina de trabajo de Birkenau, venía diariamente a Raisko y trabajaba sin centinelas en los campos de caucho. He tenido contacto casi diario con esta gente de Birkenau y también escuché complaciente sus quejas. Una vez vi que un centínela SS le daba un puntapié en el trasero a una mujer. Le pedí explicaciones, La mujer lo había insultado de “Nazischwein". (10) Pero la realidad era que el centinela había ofendido primero a la mujer.
Hice denuncia de este suceso y el guardián SS fue trasladado al batallón penal de Danzig. A partir de este día gocé de estima entre los reclusos, especialmente entre los del Comando 11 de Bírkenau. Con frecuencia ahora también venían a mí reclusos cuando tenían pedidos o quejas. Yo hacía lo que podía, porque para mí los reclusos no eran enemigos sino internados. Frecuentemente también, les hice algún favor que contravenía el reglamento. La mayor alegría se la podía proporcionar cuando los llevaba a un paseo a orillas del río Sula y les permitía bañarse allí en los calurosos días estivales del año 1944.
Por lo demás, el comando de jardineros de Birkenau era un grupo alegre. Cantaba durante la tarea sus canciones populares polacas y los gitanos los acompañaban con sus bailes. Al principio estuve indignado por el mal estado de nutrición de los operarios, y también preocupado, pero después tuve que comprobar que los reclusos eran entregados para la internación en un pésimo estado de nutrición y que se requería algún tiempo hasta que la alimentación los recuperara. Con frecuencia tomé junto con ellos mi almuerzo de su cocina ambulante, el cual por cierto, me agradó.
Pero el Comando 11 tenía, además, fuentes alimenticias secretas. Traía de escondites secretos las cosas más maravillosas. Estos escondrijos eran colmados siempre de nuevo durante la noche por amigos. También sucedió que estos amigos se ponían indumentaria de penados y marchaban con los otros al Campo. Mientras que a cambio otros reclusos tomaban licencia por unos días Auschwitz estaba ubicado en Polonia y la población autóctona ayudaba a los reclusos lo mejor que podía, aunque le estuviese prohibido.
Las tropas de ocupación alemanas y sobre todo la así llamada administración civil frecuentemente también, como todos sabemos, ,no siempre se hicieron muy simpáticas a la población. Un medida que no me gustó nada fue la expropiación de los pequeños campesinos polacos. Debieron dar sus tierras para las empresas agrarias que pertenecían al Campo de Auschwitz. Pero se me ha dicho que fueron indemnizados, y ello exactamente de la misma manera que otros terratenientes que, p. ej., debían entregar su tierra para la construcción de una carretera. Tampoco las medidas de reasentamiento no me parecieron acertadas, pero se me aseguró siempre que éstas nunca eran compulsivas. La privación de la libertad es dura, pero la guerra es más dura aún, y también para nosotros se volvió cada vez más dura y cruel. En otoño de 1944 el Campo de Concentración de Auschwitz fue bombardeado por primera vez por aviadores norteamericanos. Las víctimas fueron unos 20 reclusos. Yo mismo había perdido la fe en la victoria final con el desembarco logrado en la costa del Canal; en todo caso me asaltaron dudas. Los comunicados del frente eran cada vez más decepcionantes, y también los reclusos estaban bien informados, el diablo sabe por quién.
Pero a los ocupantes del Campo en nuestra área se los cuidaba igual que antes. El Obersturmbannführer A. había conseguido que una vez por semana viniera un coche proyector de películas a nuestro Campo. Vimos junto con los reclusos entre otras las películas Münchhausen y La Ciudad dorada. El film Jud Süss (11) por supuesto no les fue exhibido a los reclusos, ni tampoco películas de propaganda como "Kolberg" y "Cadetes". En el salón comunitario también podían ser celebrados oficios religiosos para los ocupantes del Campo. Yo mismo he presenciado diversos servicios religiosos y debo decir que en parte eran muy solemnes, especialmente los de la comunidad rusoortodoxa, a la que pertenecían nuestros empleados civiles rusos. Entre los ocupantes del Campo también se había formado un grupo teatral, y una noche nos invitaron a una representación del Fausto. Actores profesionales no lo hubieran podido hacer mejor.
Yo mismo hubiera deseado tomar nuevamente licencia para continuar mis estudios, pero la situación bélica era seria y las perspectivas malas. Se me ofreció un curso por correo. Me hice enviar libros. Una reclusa, médica judía de Praga, se ofreció para estudiar conmigo la materia. Así me he hecho dar todos los días lecciones particulares por una internada. Esto era posible en Raisko. Los judíos eran vivaces y, en cuanto los he llegado a conocer en Auschwitz, también bastante agradables. Durante el verano recibí por algunos días la visita de mi madre. Por supuesto se originó en seguida una amistad "gorda" entre mi madre y Olga. Una noche mi madre me preguntó por el crematorio donde se quemaba a los seres humanos. Yo desconocía la existencia de tal instalación. Le pedí explicaciones a Olga. No me pudo decir nada preciso, pero que en dirección a Bielitz siempre se veía un resplandor de fuego. Viajé a Bielitz y encontré allí una mina, en la cual también trabajaban reclusos. Recorrí todo el Campo y examiné todos los fogones y todas las chimeneas humeantes. Pero no encontré nada. Interrogué a mis colegas, pero la respuesta ... sólo encogerse de hombros y que "no debía dar crédito a estas “consignas de letrina”. "Que había un crematorio en Auschwitz, porque aquí vivían 200.000 personas, y en toda gran ciudad con 200.000 habitantes también había un crematorio. Naturalmente aquí también mueren seres humanos, pero no solamente reclusos. La mujer del Obersturmbannführer A. también había fallecido aquí. Me dejó conforme esta respuesta.
Durante mi tiempo en Auschwitz no he notado ni los más leves signos de exterminios en masa mediante gasificación. También el olor a carne quemada, que, según se dijo, frecuentemente emanaba del Campo, es. una rotunda mentira. En la proximidad del Campo principal había una gran herrería de caballos. El olor producido al colocar a fuego las herraduras naturalmente no era agradable. A propósito, el encargado de dirigir esta herrería vive hoy en un pueblo vecino al mío. Por otra parte, las disposiciones que aliviaban la prisión se hicieron cada vez más generosas. En el Campo principal había sido instalado un prostíbulo para los hombres. El amor y lo que lo acompaña es sin duda algo humano, y de esto no se quería privar tampoco a los internados. Naturalmente también había parejas de enamorados entre los reclusos. Si el prostíbulo logró evitarlo, me atrevo a ponerlo en duda. Pero el hecho de que en Auschwitz había también prostíbulos para los reclusos, es silenciado en todos los informes de postguerra. Un bono para el prostíbulo era una especial premio por buena conducta. Pero había también reclusos que le tiraban a su Kapo el bono a la cara. ¡Merecen respeto! Esto me pareció una forma especial de buen comportamiento.
El asunto de la cremación de cadáveres trajo diferencias entre Olga y yo. A la larga esta mujer con sus eternas habladurías me atacaba los nervios. Su diligencia me resultaba demasiado sumisa, demasiado servil. Eso no me gustaba. Le fue asignada otra tarea, que no se la he envidiado. Fue nombrada "celadora" en el campo de mujeres y debía cuidar de que los reclusos masculinos no entrasen sin autorización al campo de mujeres. Olga podía regañar tan maravillosamente, y era una alegría ver cómo sacaba a los hombres del campo de mujeres. Los reclusos la llamaban "Cerbero”.
La buena Olga, ¿qué habrá sido de ella? A una Polonia comunista no quería volver; casi ninguno de los reclusos polacos quería esto, tampoco los judíos. Muchos de entre ellos hasta rezaban por la victoria de los alemanes. Según supe por mi ex colega, el Obersturmführer Dr. C., a quien hace poco visité, muchos de los ex reclusos están ahora en los Estados Unidos. Él todavía se cartea con algunos. Algunos también estaban dispuestos a declarar como testigos de descargo en favor de oficiales SS acusados en los procesos KZ... pero apenas fueron admitidos. Estas noticias aparecieron entonces en la prensa nacional.
No había secretos en Auschwitz. En setiembre de 1944 vino una comisión de la Cruz Roja Internacional a Auschwitz para realizar una inspección. Pero manifestaron mayor interés por el Campo de Birkenau. Tuvimos muchas visitas en Raisko, pero venía más gente que se interesaba por nuestro cultivo de plantas. Yo participaba frecuentemente en estas visitas guiadas. A pesar de que en realidad no estaba permitido que visitantes conversaran con los detenidos, éstos sin embargo casi siempre debían dar explicaciones acerca de su trabajo.
En esa época hicimos los primeros ensayos con colquicina. Colquicina es el veneno del cólquico (colchicum autumnalis). Con este veneno logramos inhibir en la división celular la división reductora, y la planta adquiría entonces el doble número de cromosomas. Semejantes plantas tendían al crecimiento gigantesco. Verdad es que esto se producía a costa de la fecundidad de las plantas. La obtención de semillas seguía desempeñando un rol muy importante. La cosecha de estas semillas a causa del penacho (cuerpo volador de la aquenia, como en el Diente de León) no es tan sencilla. Yo me había puesto con algunos reclusos hábiles y agrónomos rusos a construir una máquina cosechadora. Entre los hombres teníamos a algunos artesanos diestros y también poseíamos talleres bien equipados. Algunos agrónomos rusos trabajaban con la así llamada ionogalvanización. Para ello eran construidos por los reclusos aparatos que trabajaban con ondas ultracortas. El material para la construcción de estos aparatos yo lo iba a buscar a una empresa de desarmado de aviones. En esta empresa eran explotados aviones caídos o abatidos. Los reclusos encontraban allí también material para la construcción de pequeños aparatos de radio. Naturalmente no estaba permitido que éstos fueran llevados al Campo. Yo mismo me transformé en Auschwitz en un pequeño técnico de radio. Mis maestros eran reclusos y ellos me conseguían todo lo que necesitaba para la construcción de pequeños receptores.
En Auschwitz, por supuesto, no sólo se realizaba cultivo de plantas. Había un sinnúmero de otros objetivos de investigación. A causa de la mano de obra no aprovechada que estaba allí a disposición, cada vez más la investigación fue trasladada a Auschwitz. Aquí también había entonces aun más seguridad en cuanto a bombardeos nocturnos. Más o menos cada 15 días se reunían los oficiales. Los jefes de sección debían informar sobre su área de trabajo. Yo he escuchado allí muchas conferencias interesantes, pero no recuerdo cosas chocantes. Más tarde oí que también habían sido realizados en Auschwitz experimentos en seres vivientes. Recuerdo haber escuchado una vez un disertación sobre el desarrollo del embrión en el seno materno con las más diversas alimentaciones de la madre. Si estos seres humanos debieron llevar a término el embarazo con cura de hambre, no lo puedo decir. Pero entonces se dijo que estos ensayos habían proporcionado conocimientos muy importantes para la alimentación de la mujer embarazada. Los informes acerca de los ensayos con medicamentos nuevos en reclusos no me parecen ser muy fidedignos. Me he informado con un médico de Auschwitz que los medicamentos nuevos recién eran usados en seres humanos cuando el ensayo en animales quedaba terminado. Posiblemente esto también sea así aun en la actualidad.
Recuerdo que en una película sobre Auschwitz que vi en televisión después de la guerra se mostraba un edificio en la proximidad del Campo principal que tenía gigantescas chimeneas. Esto supuestamente era el crematorio. Ahora bien, lo lamento mucho, pero cuando abandoné en diciembre de 1944 el Campo en Auschwitz no he visto allí esta edificación. Tampoco puedo imaginarme que durante el frío invierno 1944-1945 todavía se hayan levantado allí estas chimeneas. Para mí existe la sospecha de que estas instalaciones recién fueron montadas allí después de la guerra.
Asimismo me parece increíble que si estas instalaciones hubiesen existido efectivamente, la SS no las hubiera destruido al ser evacuado el lugar. Precisamente en estos días escuché además un informe por la radio según el cual solamente en Auschwitz habían sido fusilados 4 millones de seres humanos. Fusilados de seguro no fueron seres humanos en Auschwitz, porque esto hubiera debido oírse. Es verdad que recuerdo una gran excitación que hubo una vez en nuestro Campo cuando se propagó el rumor de que iban a ser fusilados rehenes. Esta clase de venganza es la más horrible que me puedo imaginar, porque recae sobre personas inocentes. Que la ha habido de ambos lados es probable.. Pero si por cada víctima de los bombardeos se hubiese querido matar a un preso, entonces seguramente de los 200.000 reclusos ninguno ya hubiese salido con vida. Si se considera que Auschwitz; estuvo sólo alrededor de 4 años en funcionamiento, entonces allí hubiera debido morir por año un millón y por día unos tres mil seres humanos. ¿Qué aspecto debería tener una instalación de cremacion que diariamente debía quemar tres mil seres humanos? Pero hasta sepulcros en masa de estas dimensiones no podrían ser ocultados.
Pero el pueblo alemán sigue creyendo en los asesinatos en masa en los Campos de concentración. ¿Por qué en realidad? ¿No es que todos los que sabemos la verdad hemos cargado sobre nosotros una monstruosa culpa? ¿Por qué callamos tanto tiempo?
Quiero tratar de dar una respuesta a estas preguntas:
1º) Es que no nos hemos callado ... pero nadie quería escuchar nuestros informes, ningún diario publicarlos, ninguna editorial imprimirlos.
2º) Aun hoy existen suficientes testigos vivientes que podrían confirmar mis declaraciones y hacer ellos mismos declaraciones similares. Pero lo que nos falta es un Estado de derecho imparcial. Sería liso y llano suicidio decir la verdad.
3º) Aunque no estoy aun cansado de vivir, he cumplido la misión de mi vida, tengo la existencia de mis hijos asegurada y mi mujer seguramente recibirá al cumplir sus 65 años su bien merecida jubilación, que no se le negará si algo llega a sucederme.
4º) Por mi desempeño durante muchos años como periodista y como editor de Bauernschaft y Kritik me he creado yo mismo un pequeño círculo de lectores, y ahora también puedo editar yo mi informe con la ayuda de la Deutsche Bürger Initiative (12), sin estar sometido a dependencia alguna.
5º) Se dice y, lamentablemente, también por miembros y votantes de los grandes partidos: "SóIo el reconocimiento de nuestra culpabilidad en el estallido de la Guerra y en el aniquilamiento de los 6 millones de judíos nos da la posibilidad de volver a ser incorporados nuevamente en la comunidad de los pueblos. El que negase esto ocasionaria un grave daño al pueblo alemán."
6º) Con la refutación de los asesinatos en masa en los Campos de concentración no sólo la política de postguerra alemana se convertiría en un error, sino que también los políticos de postguerra deberían admitir entonces que habían ejercido una política totalmente errónea Y esto no debe ser.
7º) Pero también ha habido cobardes, mentirosos y testigos comprados. Algunos de los inculpados que sabían exactamente que las acusaciones contra ellos no eran verídicas, hicieron, sin embargo, una "confesión" porque creyeron y seguramen. te también les fue prometido que podrían obtener ventajas para ellos mismos si declaraban conforme a la acusación. Pero (esto debe ser concedido), también existe la posibilidad de que les fueran arrancadas, "confesiones" mediante torturas. También con respecto a esto existen informes.
¿Cómo podría cambiar la conducta de nuestro pueblo, especialmente también de nuestra juventud, si se convenciera de la inocencia de sus padres? Una culpa puede agobiar duramente a un ser humano y llevarlo a una dependencia servil. Precisamente esto es lo que los vencedores quisieron conseguir y no tolerarán que se pierdan los frutos de sus mentiras, que ahora están cosechando.
He escrito mis memorias tal cual han sido los hechos vividos y tal como los recuerdo. He dicho la verdad, "así me ayude Dios". Y si esta mi deposición pudiera contribuir a dar a nuestra juventud nuevamente algo más de respeto por sus padres, que como soldados combatieron por Alemania y que no eran criminales entonces sería muy feliz.
Kälberhagen, el 3.1.1973
Thies Christophersen

NOTAS
(1) "Judíos de ganado. (N. M T.)
(2) O.K.H.: Oberkommando des Heeres: Comando Superior del Ejército del (N. del T.)
(3) Bevollmächtigter des Kraftfahrwesens (N. del T.).
(4) El Campesinado (N. del T.)
(5) Crítica (N. del T.)
(6) El Campesinado Alemán (N. del T,)
(7) "El trabajo libera" (N. del T.) 18
(8) Encargada del control ambiental. (N. del T.)
(9) Deutsche Demokratische Republik: República Democrática Alemana. (N. del T.)
(9 bis) Organización norteamericana de ayuda (cabe preguntar ¿si los alemanes eran sádicos criminales que asesinaban diariamente a centenares de miles de judíos, con qué objeto se mandaban estas encomiendas cuyo contenido aprovecharía el personal del.Campo? (N. del T.)
(10) Cerdo nazi". (N. del T.)
(11) El Judío Süss (N. del T.)
(12) Iniciativa Cívica Alemana, (N. del T.)


¿QUÉ PASÓ EN DACHAU?

LA MENTIRA DE LOS 238.000 ASESINADOS EN LOS HORNOS CREMATORIOS

Por Ludwig Paulin

(Según un artículo publicado en “Der Weg”, Nrs. 5/6 año 1954

Las noticias sobre atrocidades son informaciones intencionales y se las inventa para perjudicar al adversario, robarle o difamarlo. Las patrañas sobre atrocidades son creídas tanto más fácilmente cuanto más fuertemente son trompeteadas al mundo y cuanto más grandes son las mentiras que son servidas a los crédulos seres humanos. Reducirlas a silencio no es fácil debido a la torpeza de la gente, a pesar de todas las fundadas pruebas en contra. Este también es el caso en cuanto a las Noticias sobre los presuntos crímenes de los alemanes en el Campo de Concentración de Dachau.
En el curso de la realización del "Plan White Morgenthau", Alemania debía ser extinguida para siempre de la comunidad de los pueblos. Así se buscó motivos para justificar la "canibalización" de un pueblo de 65 millones. Y también se los encontró, fieles al principio puritano: “Tell a lie and stick to it!" (Dí una mentira y manténte en ella! ).
A ello se agregó que solamente en el Este y sudeste de Alemania habían sido asesinados unos 6 a 8 millones de alemanes, sin mencionar en absoluto las innumerables víctimas de los bombardeos aeéros violatorios del Derecho internacional. Así se buscó un número que justificara por un lado las medidas planeadas, y por el otro dejara en la sombra los propios asesinatos: se imputó todo lo que de alguna manera pudiera surgir de cerebros malignos a los campos de concentración alemanes, y se inventó lo de los 6 millones de judíos asesinados, todo ello en un momento en que no existía ninguna comunicación con los campos, ningún material documental sobre la cantidad de internados, la administración y las cifras de fallecimientos. No se puso tampoco ningún empeño en obtener cualesquiera datos, se "probó " todo también sin pruebas de la verdad y se siguió aferrado hasta hoy a las mentiras. Pero quien osaba protestar contra esta discriminación del pueblo alemán, era marcado de "antisemita" y perseguido.
Los campos de concentración no son en modo alguno un invento de los "Nazis". Ya en el Antiguo Testamento se nos informa sobre su instalación (Crónicas 2, 16 17). La resurrección de esta idea fue realizada por los ingleses devotos de la Biblia en la Guerra de los Boers 1899 1902, ocasión en la cual dejaron morir de hambre a 24.000 mujeres y niños boers. Pero ante todo la Policía Estatal soviética (Tscheka, más tarde GPU, NKWD, MWD), desde Herschel Jehuda llamado Jagoda) hasta nuestros días, se sirvió de una cantidad de tales campos para aniquilar a millones de personas indeseadas mediante trabajos forzados y subalimentación. En Austria, el régimen dictatorial Dollfuss-Schuschnigg (1932 38) instaló los tristemente célebres "campos de detención (Anhaltelager), en los cuales los adversarios de la dictadura perdieron su libertad y su salud. En 1939 se instalaron en Inglaterra y en los EE.UU. gigantescos campos de concentración, que en los EE.UU. eran llamados vergonzantemente “relocation camps", campos de realojamiento. Y recientemente en 1953 (! ) los EE.UU. han vuelto a erigir ocho nuevos campos de esta índole, para, en caso de un eventual estallido de perra, poder de este modo apartar de la vida pública a elementos indeseados o inseguros. ¡Otra cosa tampoco ha hecho Alemania!
En el año 1933 se construyeron en Alemania dos campos de concentración, uno en Oranienburg, en las inmediaciones de Berlín, el segundo cerca de la ciudad cabeza de partido Dachau, en la Bavaria Superior. Principalmente eran dos los grupos de personas que entonces fueron alojados en ellos en prisión policial preventiva en defensa del orden público: a) Elementos que por su conducta puesta de manifiesto hasta entonces habían demostrado que trabajaban por la subversión del orden estatal, en su mayor parte funcionarios comunistas; b) criminales patológicos, asesinos estupradores, homosexuales y otros criminales sexuales. Durante la guerra se agregaron luego derrotistas, saboteadores y trabajadores foráneos que habían incurrido en hechos delictivos. Por tal razón hasta la entrada de los "libertadores" y aún al final de la guerra, los crímenes brutales constituyerori una excepción.
El complejo del Campo de Dachau estaba erigido al borde y en el interior de un extenso bosque. Todo lo que hacía falta en el Campo debía ser producido por los internados mismos, a cuyo fin cada uno debía ser ocupado en lo posible dentro de su profesión o ser instruido en una que le agradara. Dachau era, por consiguiente, exclusivamente un Campo de trabajo.
Cuando, después de haber tomado los norteamericanos el Campo, no encontraron nada al registrarlo como para iniciar un juicio a la dirección del Campo, se procedió a comprar testigos. A éstos se le hizo entrega luego de "confesiones" escritas que debían aprender de memoria y exponerlas en las audiencias. Otro método era el siguiente: integrantes del cuerpo de Guardia de Dachau y exocupantes fueron conducidos bajo la deslumbrante luz de reflectores a través del escenario del pequeño teatro del Campo, mientras en la sala de espectadores estaban sentados ex reclusos KZ bien alimentados, mantenidos por los norteamericanos y provistos abundamentemente de jornales, que dieron prueba de su agradecimiento frente a sus nuevos patrones acusando ya sea a éste, ya sea a aquél de los indefensos que les eran presentados sobre el escenario, de cualesquiera crímenes atroces, entregándolo de este modo a la justicia de venganza de los War Crimes Courts. Para innumerables de estas víctimas los procesos de Malmedy, Flossenbürg y Mauthausen les condujeron a la horca en Landsberg.
Un ejemplo para la génesis de mentiras sobre atrocidades: en el otoño de
1946 apareció en una de las quintas de verduras del Campo un oficial CIC norteamericano, junto con un polaco con aire de importancia. Este último designó un lugar en el cual según él debió enterrar junto con otros prisioneros de entonces, la ceniza de más de 600 ocupanles KZ asesinados, circunstancia en la cual secretamente había enterrado también una botella con la lista completa de los nombres de las víctimas. En las extensas excavaciones practicadas luego, nada se encontró, ni de la ceniza (hubieran debido ser aproximadamente 1350 kg) ni de la botella. No obstante, el tristemente célebre, más tarde condenado por falsificación de documentos y otros delitos administrativos y que se suicidó en la cárcel, el judeo bávaro secretario de Estado Philipp Auerbach, sostuvo en la prensa que solamente en la quinta de verduras del Campo de Dachau habían sido masacrados a diario más de 1500 judíos.
En mayo/junio de 1945 repentinamente comandos de trabajo alemanes bajo dirección norteamericana tuvieron que destruir las ricas y bien cuidadas parquizaciones de adorno del Campo y realizar otras depredaciones, a fin de, a través de la película "docurmental" Todes mühlen (1) allí rodada, simular atrocidades alemanes, las que, a su vez, constituyeron la base tanto para la condena individual como también colectiva de los alemanes. Hasta hoy perdura aún esta maligna difamación. ¿De qué especie son, pues, estas acusaciones discriminatorias?
1º) Se informa acerca de una cámara de exterminio por gas, en la cual los 'Judíos" a decir verdad se habla únicamente de "judíos" habrían sido exterminados por gas. En realidad, sin embargo, en Dachau no hubo nunca una cámara de exterminio por gas. Lo único que hubo ha sido una cámara de despiojación, que tuvo que ser construida durante la guerra porque los ocupantes que llegaban, frecuentemente estaban tan llenos de piojos que constituían un peligro para la totalidad del Campo. Del esquema de la pág. 52 puede deducirse la ubicación y la naturaleza de esta cámara de despiojación. Los reclusos a despiojar se quitaban en los locales 9 y 10 su ropa y aquí se los sometía a un examen médico, para bañarse luego en la sala de duchas (Nº 11), ser provistos a continuación en la sala de vestir (Nº 12) de ropas interiores y vestimenta limpias de las existencias del Campo, abandonando seguidamente la instalación de despiojamiento. Su vieja vestimenta y ropa interior eran mientras tanto despiojadas y desinfectadas en las células de la cámara de despiojación (Nº 8). Estas habitaciones contenían, por consiguiente, como en todas las instalaciones militares de despiojación que realizaban la despiojación según este sistema de gasificación, preservador de las telas, en lugar de utilizar el vapor de agua o el calentamiento en seco, en la parte media del cielorraso un riel del que se colgaban las perchas de hierro con las piezas de vestimenta que iban a ser despiojadas.Todavía en el otoño de 1946 una cantidad de tales perchas colgaban en la última de estas cámaras de despiojación. Correspondientemente a la finalidad de esta parte del edificio se encuentra aun hoy en el sótano la instalación de calderas para la producción de agua caliente para el sistema de duchas.
Después de la guerra, por orden de los norteamericanos fueron retirados los azulejos de la sala de vestir y colocados en la sala de duchas encima de los azulejos allí ya existentes. Luego fue bajado el cielorraso de esta sala de duchas hasta la altura de los azulejos, montándose en el mismo embudos cónicos de hojalata, que por cierto terminaban en ciego. Ahora se informó que mediante tales embudos los alemanes habían querido simular una sala de duchas, mientras que en realidad el gas entraba desde aberturas laterales. Pero ¡es que aún hoy existen seis pozos de escurrimiento de agua en el piso de este local, y para más, tiene calefacción! Además el hormigón del cielorraso recientemente bajado, el hormigón que en la sala de vestir fue colocado en lugar de los azulejos, así como el hormigón de la "placa de la horca" (véase figura) presentan la misma estructura. Quedó probado que todo provenía de la época de construccion mayo / junio 1945. (2)
2º) En el núcleo de la campaña de atrocidades se encuentra el crematorio. Existían en Dachau dos instalaciones de cremación para la incineración de cadáveres, una vieja (esquema, Nº 6), compuesta de dos hornos, y una nueva (esquema, Nº 13), compuesta de cuatro hornos. La vieja fue puesta en servicio en 1941-42 al hacerlo necesario una epidemia inicial. Los muertos ahora ya no eran sepultados en el cementerio del Campo, sino que su ceniza podía ser entregada a sus parientes que así lo deseaban. La instalación consta de dos pequeños hornos, cada uno aproximadamente de 2,5 m de largo y 1 m de ancho, y es mucho más primitiva que cualquier instalación de cremación en las ciudades ,actuales. La nueva instalación de hornos (véase figura pág. 49), en cambio, no estaba aún terminada al ocupar el Campo los norteamericanos. Lo que sigue lo demuestra: los cerrojos de las puertas de los hornos no presentaban vestigio alguno de desgaste, los ladrillos de arcilla refractaria estaban aún completamente intactos y no habían sido expuestos jamás a las altas temperaturas de más de 12000 C, que son producidas en hornos de esta especie, y también la chimenea, que debía recibir los gases producidos por la quema del coque, no mostraba en su boca ni el más mínimo ennegrecimiento! También se hallaban aún en el sótano, igualmente sin terminar, cal, arena y ladrillos. Ahora bien: en las instalaciones, después de la ocupación norteamericana, se pudo leer sobre una, placa que “Este lugar está consagrado a los 238.000 seres humanos que aquí fueron quemados" (esquema, Nº 5). Para llegar a este número absurdo, inventado y propagado por el secretario de Estado judeo bávaro Auerbach, hubiera sido necesario, dado que según quedó probado solamente estuvieron en actividad los dos hornos viejos, que cada 10 minutos en cada uno de ambos hornos se quemasen sendos cadáveres, vale decir, que cada cinco minutos hubiera debido ser muerto un ser humano en Dachau, presuponiendo que ambos hornos hubieran estado funcionando durante las 24 horas del día y de la noche (excepto domingos) durante tres años, sin reparaciones, refacciones ni colocación de repuestos (lo, que, tratándose de tales temperaturas, es completamente imposible ! !' La incineración del cadáver de un adulto requiere, sin embargo, alrededor de 1 hora, pero no solamente 10 minutos! ! ! Ya esta reflexión muestra lo absurdo de las mentiras judías de atrocidades. De paso mencionaremos que: las supuestas incineraciones hubieran producido 535.500 kg de ceniza de cadáveres, es decir, 27 vagones de carga de 20 toneladas cada uno. Dónde quedó esta cantidad de ceniza? Y también los reclusos que todavía en 1946, ahora bajo distinta administración, proseguían su existencia KZ de años, no supieron relatar nada acerca de tales asesinatos de cada 5 minutos: ni los dos judíos que habían llegado a Dachau en 1943 y que aún en otoño de 1946 dirigían, ahora como empleados norteamericanos, el "electro shop", ni los tres polacos que ahora dirigían la panadería y que igualmente habían estado trabajando allí mucho antes de 1945, supieron referir algo sobre asesinatos en masa de ocupantes!
3º) Entre las dos instalaciones de cremación puede verse una así llamada placa de horca (esquema, Nº 7 y figura 1), sobre la cual se afirmaba que había estado emplazada la horca, en la cual los alemanes colgaban a "los judíos". Como más arriba ya se mencionó, esta placa recién fue construida en mayo/junio 1945. A ello se agrega que los dos agujeros dentro de los cuales habrían estado parados los postes de la horca, se hallan en ejemplar estado de conservación y no presentan deterioros, raspaduras ni partículas de madera adheridas. Por consiguiente los supuestos postes de horca es imposible que hayan estado afirmados con cemento en los agujeros, sino a lo sumo introducidos en forma suelta, lo que empero no puede ser admitido debido al insuficiente sostén que hubieran tenido y al perfecto estado de los bordes de los agujeros Además: si aquí realmente hubiera estado levantada una horca ¡por qué no se la dejó?
4º) Supuestamente la ceniza de los muertos fue echada a los así llamados cajones de ceniza, de los cuales hay tres en el jardín (esquema Nº 4 y figura 2).
Se revelaron como enteramente inofensivos cajones de municiones, como los que se pueden ver en los cuarteles en todos los Estados. Hubiera sido además sumamente impráctico transportar la ceniza desde el crematorio hasta allí, y luego, dado que los cajones no tienen abertura arriba, en cambio solamente al costado, volver a sacarla trabajosamente a paladas para su ulterior transporte!
5º) Una especial atracción de atrocidad representa el puesto de tiro en la nuca, un puesto de tiro de pistola, ante cuyos montículos, de tierra levantados los "miles de judíos" habrían sido muertos por tiro a la nuca (esquema, Nº 3). Los montículos, sin embargo, alcanzan apenas a la altura del pecho, de modo que no hubieran de ninguna manera podido servir de protección. En los árboles circundantes, no obstante, no se encuentra ni el más mínimo vestigio de los impactos de los miles de proyectiles que hubieran debido silbar en todas las direcciones en el lugar. En cambio se encuentra ¡cávese no más alguna vez! en el interior de los montículos de tierra levantados en mayo/junio 1945 una masa de latas vacías de conservas norteamericanas!
6º) En un costado de¡ jardín se dice que estaba ubicado el puesto de fusilamiento (esquema, Nº 2), en el que igualmente habrían sido fusilados "miles de judíos". Si aquí realmente hubieran sido fusilados seres humanos, la pared que se encuentra solamente a 2 metros más atrás, debería estar completamente rota y atravesada por los disparos. Ni la pared ni los alrededores más próximos muestran ni las más insignificantes huellas de proyectiles.
7º) Para hacer más horriblemente evidente la abyección de los alemanes, se muestra un llamado foso de sangre (esquema Nº 2 y figura 3), que corre paralelo al cerco de bojes del camino y a lo largo del puesto de fusilamiento, de 30 cm de ancho y cubierto con pequeñas rejillas de listones. En este foso habría corrido la sangre de los “miles de judíos fusilados". Dado que en la muerte por fusilamiento la actividad cardíaca del ser humano se interrumpe de inmediato, y, por lo tanto, no se produce prácticamente ninguna pérdida de sangre, y por consiguiente no pudo mantenerse esta mentira por mucho tiempo, se pasó luego a afirmar que las víctimas debieron arrodillarse delante de esta rejilla de listones para recibir el tiro en la nuca. Sin embargo, ni las rejillas de madera ni el foso mismo muestran aunque más no fuera el más mínimo vestigio de sangre o de proyectiles. ¡Y cuán desplazados y rotos hubieran debido estar estos delgados listones en vista de las miles de víctimas que se desplomaban sobre ellos! Y agregado a todo esto, el problema del transporte: Los cadáveres, que (como todo soldado del frente lo sabe) no son nada fáciles de transportar, se hubieran debido pasar por encima del cerco de bojes y llevarlos hasta el bastante distante galpón de los hornos!
8º) Con el nombre sugestivo de "Hängetanne" (3) (esquema Nº 1 y figura 5) se designó un abeto cuya rama más inferior se separa casi horizontalmente del tronco. En esta rama los pobres judíos habrían sido colgados en masa. Desgraciadamente se llegó a saber que en mayo/junio 1945 prisioneros de guerra alemanes debieron trabajar la corteza de esta rama con sogas a fin de simular un desgaste por fricción por los ahorcamientos en masa. Cuando más tarde el abeto se secó, el secretario de Estado judeo bávaro Auerbach escribió que pereció de vergüenza por los crímenes cometidos en sus ramas por los alemanes en los judíos!
9º) Prosiguiendo con sus patrañas finalmente los falsificadores hicieron abrir una ancha brecha en la pared que separa el área del crematorio de la vecina perrera para los perros guardianes (esquema, Nº 15). Luego se afirmó que a los perros guardianes, que aqui eran mantenidos y que como en todas las penitenciarías del mundo acompañaban a los comandos de trabajo en las tareas fuera del campo para impedir tentativas de evasión, se los había hecho mirar a través de esta brecha a los lugares de masacre, a fin de que se embriagaran con la vista de la sangre que corría al asesinarse a los judíos, y de esta manera se volvieran especialmente fieros!
10º) En el centro del jardín se halla una estatua de bronce (véas pág. 49), que representa a un ocupante demacrado del Campo. Por cierto, un Campo KZ no es un centro hospitalario, de todos modos se comprobó oficialmente que cada ocupante recibía diariamente alimentos que alcanzaban 1675 calorías (mientras que el pueblo alemán después de la guerra, sobre todo a comienzos de 1948, recibí. diariamente tan sólo 825 calorías, en la zona de ocupación francesa hasta solamente 805 calorías). Además para los ocupantes que trabajaban y esos eran la mayoría, se distribuían correspondientes alimentos adicionales. Por ejemplo los 50 ocupantes que prestaban servicio en la Escuela de Guerra SS Bad Tölz recibían, por 48 horas semanales de labor, la misma comida que los alumnos de la Escuela, que realizaban un servicio considerablemente más largo y que exigía mayor esfuerzo, Que no se pasaba hambre lo demuestran también las clamorosas quejas que podían oírse en 1946 de aquellos presos que estuvieron en el Campo tanto en la época alemana como también en la norteamericana. ¡Tan mala comida como con el Ami (4) no la hubo nunca con Hitler! También lo demuestran las caras bien alimentadas de los presos (figura 4) al ocupar él Campo los norteamericanos. Así también esta estatua, junto con aquellos dos monumentos fúnebres a izquierda y derecha de los así llamados puestos de fusilamiento, uno para los presuntamente masacrados judíos, adornado con la estrella de David, el otro (nítidamente separado de éste) para los presuntamente asesinados gojim, decorado con una cruz, no sirve a ninguna otra cosa sino para atizar el odio, para cimentar las mentiras sobre atrocidades y para justificar la política de Morgenthau y de los tributos de miles de millones.
11º) Durante las actuaciones contra los alemanes se formuló el cargo de que habían dejado morir de hambre a prisioneros dentro de un tren de ferrocarril La realidad de los hechos es otra: al acercarse a Fines de abril de 1945 las tropas de EE.UU. a Dachau, se llevó a los ocupantes, en una marcha ordenada, a nuevos alojamientos previstos hacia el sur. El resto del cuerpo de guardia alemán del Campo, sorprendido aun dentro del mismo, combatió y cayó hasta el último hombre. Evidentemente llenos de furia por esta fanática resistencia, los norteamericanos abatieron a tiros al médico director del hospital del Campo, quien quería entregarles el hospital, en la puerta del edificio, y asesinaron acto seguido a todos los miembros de la SS que hallaron en el hospital, así como a otros auxiliares sanitarios, enfermeras y pacientes. Los habitantes de Dachau llamaron la atención de los norteamericanos el día de su arribo sobre la circunstancia de que desde afuera acababa de llegar un tren ferroviario en cuyos vagones cerrados se encontraban reclusos de otros campos y que había sido abandonado por el cuerpo de guardia. A raíz de ello a los habitantes les fue prohibido por los norteamericanos acercarse al tren y alcanzar a los ocupantes agua o víveres. Recién después de ocho días los norteamericanos abrieron el tren y encontraron a los ocupantes en su mayor parte muertos. ¡Luego afirmaron que los alemanes los habían dejado morir de hambre!
Desde el fin de las acciones de guerra han transcurrido nueve años. La guerra contra el pueblo alemán hasta no ha sido terminada. Cánticos de odio, como los de los 6 millones de judíos asesinados, mentiras de atrocidades, como las de Dachau, han contribuido decisivamente a ello. ¿Y por qué el gobierno estatal bávaro, como correspondía, no ha hecho realizar hasta ahora ninguna ninguna minuciosa y especializada investigación bajo la dirección de una comisión de criminalistas reconocidos internacionalmente, políticamente neutrales, a fin de eliminar las provocadoras y humillantes falsificaciones del odio judío contra nuestro pueblo? ¿Por qué prefirió designar a un Philipp Auerbach como procurador general y secretario del Estado bávaro para los "perseguidos políticos, religiosos y raciales", y dejarle mano libre en la fabricación de las atrocidades de Dachau? ¿por qué defendió a un ministro de justicia que se vanagloriaba él mismo de la traición a la patria cometida, durante la guerra y que era un ex candidato a la muerte, que ya había estado parado bajo la horca que recibió los dineros del cómplice de Auerbach, el rabino provincial Ohrenstein y que recíén bajo la más fuerte presión de la opinión pública fue inducido a presentar la renuncia por el presidente de ministros Ehard? ¿Por qué prefiere mantener un ministro del interior que durante la guerra, junto con Josef Wirth y Otto Braun, desde Suiza promovió intrigas de alta traición, y que, como representante del gobierno alemán, presenció con placer el asesinato de las 13 víctimas alemanas del proceso de Nuremberg y a la vista del cadáver de Goering exclamó: "El canalla! ¡Aun muerto debería colgársele! " Por eso el gobierno estatal bávaro, en incumplimiento de sus deberes, no pudo hacer nada para el esclarecimiento de esta indigna mentira de atrocidades. Y por eso,fue necesario hacerlo aquí.
No es que invirtiendo los signos queramos hacer lo que nuestros adversarios tratan de causarnos a nosotros. No somos lo suficientemente desvergonzados y no lo hubiéramos sido tampoco en el caso de nuestra victoria , como para afirmar: a nosotros solos no nos alcanza ninguna mácula toda mácula alcanza solamente a los otros! Tenemos plena conciencia dónde también nosotros hemos errado, y no tratamos de encubrirlo. También sabemos demasiado bien que los cuerpos de guardia y los comandos penales, en cualquier punto del mundo donde presten servicio, por lo general no se cuentan entre las personas más sensibles e impresionables de un pueblo, y que entre ellos pueden suceder excesos e ilegalidades.
Pero no estamos dispuestos a tolerar que debido a aislados delitos, que en todo momento estamos dispuestos a condenar, sea construída una culpa colectiva de nuestro pueblo; que mediante mentiras de atrocidades y cánticos de odio de locos furiosos y asesinos sedientos de venganza sean privados los alemanes de su honor, libertad y bienes; que mediante ruines falsificaciones sean entregados al verdugo; que por cobarde silencio e indigno complejo de culpa el nombre y la dignidad de todo un pueblo o, por lo menos, de una generación del mismo, sea cubierto de oprobios e injurias; que por una acción de propaganda malevolente e inescrupulosa, nuestro pueblo sea estigmatizado ante el mundo como símbolo despreciable de abyeccion repugnante e inhumana.
Si se ha cometido injusticia con alguien estamos dispuestos a reconocerla si ello se demuestra con la correspondiente documentación, pero si el judaísmo mundial, ebrio de triunfo, imagina poder escupir en la cara de todos los alemanes su desprecio lleno de odio, en el vértigo de una victoria final que cree próxima, entonces ha de saber que hoy podrá golpear, pero que mañana sólo se golpeará a sí mismo y que ya pasado mañana, sucumbirá por las consecuencias de su odio inextinguible.
Como alemanes, sin embargo, exigimos por nuestro. honor y dignidad nacional: ¡afuera con el oprobioso museo de mentiras de atrocidades de Dachau!
NOTAS
(1) Molinos de muerte (N. del T.).
(2) Es decir ¡después de la caída del Tercer Reich! (N. del T.)
(3) Abeto de ramas colgantes. La expresión significa aquí "abeto horca” (N. del T.)
(4) Soldado norteamericano (N. del T.)

Apéndice

DEMOSTRACIÓN DE QUE LA ACUSACION JUDAICA DE HABER SIDO GASEADOS POR HITLER 6 MILLONES DE JUDIOS ES UNA GRAN MENTIRA
Desde 1945 se ha excitado continuamente el mundo no-judío, por la prensa universal, uno y otro día, divulgando que durante la segunda guerra mundial fueron gasificados, bajo el régimen Hitleriano, 6.000.000 de judíos. En memoria de esos 6.000.000 de judíos "muertos”, se han erigido, incluso, mausoleos. Claro está, el judaísmo mundial necesita hacer el mayor reclamo posible para esos seis millones de judíos. Centremos, Pues, esta vez, otro enfoque a esta cuestión.
En 1938 había en el mundo 15.688.259 judíos, según consta en el Anuario Mundial de 1947 ("World Almanac). Esta cifra fue facilitada al referido "World Almanac, por la Comisión judaico-americana (American Jewish Corrimittee) así como por la Oficina Estadística de las Sinagogas ("Jewish Statistical Bureau of the Synagogues of America”). En 1948 existían en el mundo entre 15.600.000 y 18.700.000 judíos, según un artículo aparecido en el "New York Times” del 22 de Febrero de 1948, Suscrito por Mr. Hanson W. Baldwins reconocido experto y de probada imparcialidad en todas las cuestiones demográficas, personalidad que, ni aún haciendo alarde de la mayor fantasía, puede ser tildada de antisemita Aparte de esto, su jefe, Arthur Suizberger, propietario del New York Times" y judío él mismo es conocido como un amigo incondicional de Gran Bretaña,
Tomando, pues, por cierta la evaluación más alta de Mr. Baldwin, o sea, 18.700.000 judíos, resultaría que en los diez años que mediaron de 1938. a 1948, período que incluye los años de guerra de 1939 a 1945 durante los cuales se pretende que Hitler hizo matar a seis millones de judíos, la población judía del mundo habría aumentado en más de 3.000.000. Si, a los efectos de la comprobación supusiéramos que Hitler, efectivamente, hizo matar a 6.000.000 de judíos, nos encontraríamos con que el incremento de la cifra demográfica es realmente de 9.000.000. Es decir, un aumento de 3.000.000, más otros 6.000.000 de nacimientos, para suplir los 6.000.000 de judíos pretendidamente gasificados bajo el régimen hitleriano.
Teniendo en cuenta que actualmente existen en el mundo tan sólo 18.000.000 de judíos, supone ello un aumento de 9.000.000 de judíos durante los diez años que van de 1938 a 1948, o sea, un incremento total (en sólo diez años) del 50%, cosa imposible incluso para una raza sexualmente tan desenfrenada como la judía. Aún cuando todo judío, físicamente apto, se hubiese dedicado exclusivamente, día tras día, durante las 24 horas, en los años de 1938 a la procreación, con cada una de las mujeres de su raza, en plena pubertad, el que pudiesen haber llegado a engendrar, en diez años 9.000.000 de judíos, estaría absolutamente en pugna con las leyes de la ciencia eugenésica. Nada de extraño pues, que Allen Lesser, también judío, se viese precisado a conceder, en un artículo “Histeria Antidifamatoria", aparecido en la edición de la primavera de 1946, en la revista "Menorah Journal", que "según se divulgó durante los años de guerra, por parte de las agencias de prensa judaicas, el número de judíos muertos en toda Europa, asciende a varios millones más de los que los mismos nazis supieran jamás que hubiesen existido".
O en otros términos: toda esa historia de los 6.000. 000 de judíos gasificados es pura farsa.
ANTOINE F. ALBINA (Publicado por Einar Aberg, Norrviken, Suecia, año 1959).

EL INFORME LEUCHTER

EL INFORME LEUCHTER
El fin de una mentira
Cámaras de gas: Holocausto judío

Un informe de ingeniería sobre las supuestas cámaras de gas para ejecución en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, Polonia.

COMENTARIO DEL EDITOR

Pocas veces en la historia se presenta la oportunidad de leer un documento que tiene el potencial de destrozar un mito histórico ya convertido en leyenda; es decir, el “Holocausto” judío, que acusa a los alemanes de la gasificación de millones de judíos en campos de concentración en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial.
El Informe Leuchter es uno de aquellos documentos raros y preciosos. Preparado y escrito por Fred A. Leuchter, un consultor en los Estados Unidos para el diseño, la construcción y el mantenimiento de cámaras de gas para ejecución; el informe expone la metodología y los resultados de la primera investigación forense de los actuales sitios en Polonia donde las gasificaciones supuestamente habrían ocurrido. La conclusión de Leuchter, después de haber inspeccionado los sitios y analizando las muestras que tomó de las paredes y de los pisos, por su contenido total de cianuro, fue definitiva: las supuestas cámaras de gas jamás podían haber sido usadas – ahora o en aquellos tiempos – como cámara de gas para la ejecución.
David Irving, el distinguido historiador británico, ha denominado al Informe Leuchter como un documento “destrozador”, el cual fue elemental para reforzar sus convicciones de que toda la mitología del Holocausto está ahora expuesta a la duda. Este constituye un documento que los historiadores del “Holocausto” pueden ignorar solamente so pena de perder su reputación como científicos objetivos. Después del Informe Leuchter, el supuesto genocidio perpetrado por los alemanes contra los judíos, usando cámaras de gas como instrumento de matanza, no puede ser sostenido por más tiempo.
El editor se enorgullece en presentar el Informe Leuchter, a los lectores imparciales y honestos.


PREFACIO

En enero de 1988, estando en Toronto, Canadá, participé en la defensa del señor Ernst Zündel, un germano-canadiense, quien fuera procesado por “difundir noticias falsas”, publicando: “¿Murieron, realmente, seis millones?”, un librito que desafiaba el punto de vista prevaleciente de que seis millones de judíos fueron asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, mediante el uso de cámaras de gas, utilizando cianuro (gas Zyklon-B).
Ernst Zündel fue procesado, anteriormente, por el mismo asunto en 1985. El juicio duró siete meses y terminó con una sentencia y una condena de 15 meses de prisión. En enero de 1987, la Corte de Apelaciones de Notario anuló el juicio a raíz de graves errores legales y ordenó la iniciación de un nuevo juicio. Este nuevo juicio se inició el 18 de enero de 1988 y aún se sigue, al momento de escribir este informe.
Freíd A. Leuchter, de 45 años de edad, es un ingeniero que vive en Boston, Massachussets, especialista en el diseño y fabricación de equipos para ejecución, utilizados en las cárceles de Estados Unidos. Uno de sus mayores proyectos ha sido el diseño de una cámara de gas para la penitenciaría estatal de Missouri, en Jefferson City.
Mis conversaciones iniciales con Fred Leuchter tuvieron lugar en Boston el 3 y 4 de febrero de 1988. Me impresionó por sus respuestas concisas a mis preguntas y por su habilidad para explicar cada detalle del proceso de gasificación. El me confirmó la naturaleza particularmente peligrosa de una ejecución con cianuro.
Las ejecuciones, con ese gas, se llevaron a cabo por primera vez en los Estados Unidos en 1924, pero hasta el día de hoy, en 1988, aún existen dificultades en la construcción de cámaras de gas para este propósito, además de problemas con las filtraciones. Por otra parte, noté que Fred Leuchter no dudaba sobre la veracidad del Holocausto.
De regreso a Canadá y después de haber informado a Ernst Zündel de mis conversaciones con Fred Leuchter, Zündel decidió solicitar a aquél un peritaje sobre las supuestas cámaras de gas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek.
Fred A. Leuchter aceptó el encargo luego de una reunión donde además revisó fotografías de campos de concentración durante la guerra, planos de crematorios y de las supuestas cámaras de gas, documentos sobre el Zyklon-B y diapositivas tomadas de los sitios por el investigador sueco Ditlieb Felderer, en 1970.
El 25 de febrero de 1988, Fred A. Leuchter viajó a Polonia, junto con su esposa Carolyn, su dibujante, Howard Miller; el cameraman Jürgen Neumann y el traductor polaco Theodor Rudolf. Ellos regresaron el 3 de marzo , después de ocho días de permanencia en Polonia.
Posteriormente, Fred Leuchter escribió un informe de 192 páginas, incluyendo los apéndices (*). Sus conclusiones fueron claras: La evidencia de que no hubo cámaras de gas para ejecuciones en Auschwitz, Birkenau y Majdanek fue contundente y se estableció que las supuestas cámaras de gas no podrían haber sido utilizadas para ejecuciones, ni ahora ni nunca.
El 20 y 21 de abril de 1988 participó el señor Leuchter como testigo en el juicio contra Zündel en Toronto, Canadá.
Al principio contestó las preguntas que le hizo el abogado defensor de Ernst Zündel, Douglas H. Christie, asistido éste por Keltie Zubko y Bárbara Kulaszka. Leuchter encaró, luego, el interrogatorio contradictorio del fiscal de la Corona, John Pearson, quien fue asistido durante todo el juicio por otro fiscal de la Corona, por un empleado judicial y por frecuentes consultas de asesores judíos que se encontraban sentados directamente detrás de él en la sala del juzgado.
El interrogatorio tuvo lugar en presencia de un juez y de un jurado de once miembros. En la sala del juzgado la atmósfera era en extremo tensa. Me tocó estar sentado al lado de numerosos expertos revisionistas, entre ellos el Dr. William Lindsey, investigador químico jefe de la Corporación Dupont hasta su retiro en 1985. Cada uno en la sala del juzgado, independiente de sus puntos de vista personales con respecto al tópico en investigación, se estremecía, así lo creo, pues participábamos en un evento histórico. El mito de las cámaras de gas se acabó.
El día anterior, el director de la penitenciaría estatal de Missouri, Bill Armontrout, había dado testimonio explicando el procedimiento y el funcionamiento en la práctica de una cámara de gas cianuro. Para cualquiera que escuchara atentamente le quedaría claro que fue imposible ejecutar a una sola persona de esta manera y que entonces la supuesta ejecución de centenares de miles de personas por los alemanes, utilizando Ziklon-B, sería tratar de resolver el problema de la cuadratura del círculo.
Siguiendo a Fred Leuchter dio testimonio el Dr. James Roth, Ph.D. (Cornell University), gerente de Alpha Analytical Laboratorios, en Ashland, Massachussets. El Dr. Roth dio un informe sobre los análisis de las muestras tomadas de las paredes, de los techos, de los pisos y de otras estructuras interiores de las supuestas cámaras de gas de Auschwitz I y Birkenau. Los análisis revelaron que no había vestigios de cianuro en las muestras y que en algunos casos el nivel era extremadamente bajo. La única excepción se encontró en la muestra de control número 32, toma de las instalaciones de desinfección número 1 en Birkenau. Estos resultados fueron reproducidos en el gráfico del Apéndice I (*) del informe y expuestos al jurado por un proyector “overhead”. La diferencia en el cianuro detectado en las instalaciones de desinfección, por un lado, y en las supuestas cámaras de gas, por el otro fue espectacular. Los niveles de cianuro extremadamente bajos que se encontraron en algunos crematorios fueron, según mi opinión, el resultado de la desinfección de los inmuebles durante la guerra.
Creo que fui el primero en señalar que todos los estudios sobre las supuestas cámaras de gas para ejecuciones alemanas, utilizando Ziklon-B, deberían comenzar con un estudio de las cámaras de gas para ejecuciones americanas. Ya en 1977 empecé, con la ayuda de un amigo americano, Eugene C. Brugger, abogado en New York City, una investigación en esta área. Durante esas investigaciones conseguí información de seis penitenciarias americanas: Saint Quentin, en California; Jefferson City, en Missouri; Santa Fe, en New Mexico; Raleigh, en North Carolina; Baltimore, en Maryland, y Florence en Arizona. Me vi obligado a concluir, en ese entonces, que solamente un experto en la tecnología de cámaras de gas americanas podría, finalmente, determinar si las supuestas cámaras de gas para ejecuciones alemanas estaban capacitadas para tal uso como lo describe la literatura a favor del Holocausto.
Durante los siguientes años, mis artículos sobre las cámaras de gas alemanas siempre hacían referencia a las cámaras de gas americanas. Estos artículos incluyeron “El rumor sobre Auschwitz o el problema de las cámaras de gas”, publicado el 29 de diciembre de 1978, en el diario francés Le Monde, y una extensa entrevista publicada en agosto de 1979 en la revista italiana Storia Illustrata. En septiembre de 1979 visité la cámara de gas en Baltimore, Maryland, y conseguí ocho fotografías de la cámara y documentación adicional. Luego, durante una reunión sostenida en New York City, bajo la dirección de Fritz Berg, enseñé la hoja de control del procedimiento de la cámara de gas de Baltimore y discutí sus implicaciones. En 1980 publiqué en el primer número del recién creado Journal of Historical Review un artículo titulado “Los Mecanismos de la gasificación”, en el cual describí con detalles los procedimientos de las cámaras de gas en uso en los Estados Unidos. En el mismo año publiqué en Vérité historique ou vérité politique? Las ocho fotografías de la cámara de gas de Baltimore. Preparé un video titulado “El problema de la cámara de gas”, en 1982, el cual empezaba con un análisis de las cámaras de gas americanas. En 1983 redacté para el Institute for Historical Review de los Ángeles, un libro en idioma inglés sobre las controversias del Holocausto que incluyó. Por vez primera, un listado de preguntas hechas a los administradores penitenciarios y sus respuestas. El libro, sin embargo, nunca fue publicado: el 4 de julio de 1984, el Día de la Independencia Americana, los archivos del Instituto fueron destruidos por un incendio. Este fuego destruyó intencionalmente la capacidad financiera del Instituto, y una cantidad de proyectos, incluido el de mi libro, fueron abandonados.
El holocausto apareció como un asunto de enormes proporciones. Pero este “gigante”, como señaló el Dr. Arthur Butz en “la Estafa del Siglo Veinte” (The Hoax of the Twentieth Century), es un gigante con pies de barro. Para observar los pies de barro hay que visitar solamente el Campo de Concentración de Auschwitz en Polonia. Con las palabras del Dr. Wilhelm Stäglich: “ La tesis del exterminio se mantiene o cae con la alegación de Auschwitz fue una ‘factoría de muerte’ ”; y para mí todo el misterio de Auschwitz gira alrededor de los 65 metros cuadrados de la supuesta cámara de gas en Auschwitz I y de los 210 metros cuadrados de la supuesta cámara de gas de Birkenau. Estos 275 metros cuadrados tendrían que haber sido sometidos a una investigación forense inmediatamente después de la guerra por parte de los Aliados, pero una investigación de esta naturaleza no se llevó a cabo ni entonces ni después. En Polonia, el magistrado Jan Sehn ordenó algunas investigaciones forenses en Auschwitz, pero éstas no se hicieron en las supuestas cámaras de gas para ejecuciones.
Las investigaciones hechas por “Revisionistas” han demostrado que las supuestas cámaras de gas para ejecuciones no pudieron haber sido utilizadas para tal fin. Ditlieb Felderer publicó fotografías que muestran la precaria construcción de las aberturas de aireación y de las puertas que conducen hacia el interior de las cámaras de gas y la falta de manchas azul de Prusia en las paredes. Yo mismo descubrí en los archivos del Museo Estatal de Auschwitz (archivos que fueron bien guardados por los oficiales comunistas) los planos de estas supuestas cámaras de gas, y mandé publicarlos en distintos libros y artículos. Estos planos fueron, también, mostrados en la primera convención del Institute for Historical Review), en los Ángeles, en 1979, donde estuvo presente el Sr. Zündel. En realidad, estas supuestas cámaras de gas han sido salas mortuorias o, como indicaban los planos, “Leichenhalle” (sala de muertos) para Krema I (posteriormente transformado en refugio antiaéreo) y “Leichenkeller” (sótano de morgue) para Krema II.
No obstante, para obtener una confirmación científica completa de lo que el sentido común nos compelió a ver y de lo que el trabajo de investigación revisionista y las documentaciones han revelado, fue necesario buscar un especialista en cámaras de gas americano. Desesperadamente traté de encontrar a un hombre quien no sólo fuera un experto en tecnología de cámaras de gas, sino que tuviera coraje suficiente para llevar a cabo una investigación semejante en un país comunista y de publicar los resultados en el caso que éstos confirmaran las conclusiones revisionistas. Felizmente, me equivoqué.
Fred Leuchter fue el especialista. El viajó personalmente a Polonia, condujo la investigación forense, escribió su informe y dio testimonio ante la Corte canadiense en el proceso del Sr. Zündel. Al hacerlo, entró silenciosamente en la historia.
Fred Leuchter es un hombre modesto, decidido, quien, además, habla con precisión. Sin duda, sería un excelente profesor, pues tiene el verdadero don de hacer entender a la gente las dificultades de cualquier problema. Cuando le pregunté si él tendría temor por posibles consecuencias peligrosas, contestó: “un hecho es un hecho”. Después de haber leído el Informe Leuchter, David Irving, el famoso historiador británico, declaró el 22 de abril de 1988, durante su testimonio en Toronto, que aquello es un documento “aplastante”, el cual será esencial para todo futuro historiador que escriba sobre la Segunda Guerra Mundial.
Sin Ernst Zündel casi nada de todo lo que ha trascendido podría haber sido concebido. El sacrificó todo por la búsqueda de la exactitud histórica, viviendo bajo condiciones difíciles, enfrentando enemigos influyentes y poderosos. Las presiones pesan sobre él, permanentemente, siendo éstas de lo más inesperadas y, a menudo, arteras. Pero él posee una personalidad fuerte y un carisma especial, sabe cómo analizar cualquier situación dada, cómo evaluar las relaciones de fuerzas y cómo revertir la adversidad en ventaja. Es capaz de atraer y movilizar personas de elevadísima competencia desde todos los rincones del mundo. En suma, es un hombre que cala profundo, un genio que combina el sentido común con una aguda comprensión de la gente.
El podría ir, una vez más, a la prisión por sus investigaciones y sus convicciones o podría ser amenazado con la deportación. Todo esto es posible. Cualquier cosa puede ocurrir cuando existe una crisis intelectual y un realineamiento de conceptos históricos de semejantes dimensiones. Revisionismo es el gran reto intelectual del fin de este siglo. Independiente de lo que pueda ocurrir, Ernst Zündel ya es el vencedor. El es un pacifista-activista, quien consiguió esta victoria por medio del poder de la razón y de la persuasión.

Robert Faurisson

Toronto, 23 de abril de 1988

P.D.: Ernst Zündel fue declarado culpable por el Jurado, el 11 de mayo de 1988, “por difundir noticias falsas, a sabiendas, sobre el Holocausto”. Fue sentenciado a 9 meses de prisión, y se le concedió libertad bajo caución después de haber firmado una orden mordaza, prometiendo no escribir ni hablar sobre el “Holocausto” hasta el fin del procedimiento de su apelación. De este modo se juntó, pues, con Galileo.


INTRODUCCIÓN

En febrero de este año (1988) se puso en contacto conmigo el Dr. Robert Faurisson por el Proceso del Sr. Ernst Zündel y me pidió considerar un encargo para investigar las supuestas cámaras de gas para ejecuciones que hicieron funcionar los nazis en Polonia, y a la vez exponer una opinión de ingeniería en cuanto a su operabilidad y eficiencia. Por otra parte, me solicitaron efectuar una evaluación forense de crematorios allí existentes. Después de una reunión con el Sr. Zündel, su abogado defensor, Dr. Douglas H. Christie, y miembros de su equipo, en cuya oportunidad se discutió el proyecto, me informaron que mi dictamen se usaría en el caso “The Queen vs. Zündel”, que se trataba, entonces, ante la Corte de Distrito de Toronto. Aceptada esta situación, se resolvió que la investigación incluyera a Auschwitz, Birkenau y Majdanek (Lublin) y todos los crematorios agregados y las supuestas cámaras de gas para ejecuciones. Yo acepté la demanda y el 25 de febrero de 1988 conduje un equipo de investigadores hacia Polonia. El grupo lo componían: mi esposa Carolyn Leuchter; Sr. Howard Miller, dibujante técnico; Sr. Jürgen Neumann, cameraman, y el Sr. Theodor Rudolf, intérprete. Regresamos el 3 de marzo de 1988, después de haber inspeccionado todas las instalaciones requeridas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek. Este Informe y mi dictamen son el resultado de esas investigaciones llevadas a cabo en Polonia.

OBJETIVO

El propósito de este informe y de la investigación sobre la cual está basada es determinar si las supuestas cámaras de gas para ejecuciones y las instalaciones de crematorios en estos tres sitios en Polonia, a saber: Auschwitz, Birkenau y Majdanek, podrían haber funcionado, operacionalmente, así como están descritas en la literatura sobre el Holocausto. Para este propósito la investigación incluyó la inspección física de las instalaciones, el estudio del diseño de estas instalaciones y una descripción del procedimiento aplicado en estas instalaciones, para determinar la cantidad de gas utilizado, así como el tiempo necesario de estas operaciones (por ejemplo, tiempos de ejecución y de ventilación), el espacio físico de las cámaras en relación a la capacidad ocupacional, el procedimiento y el tiempo necesario para manejar y cremar cadáveres, con el objetivo de determinar la veracidad y la credibilidad de relatos insostenibles. Este informe no incluye la determinación de cifras sobre personas que perecieron o fueron asesinadas por otros medios que no sean el gas, o si un eventual “Holocausto” haya ocurrido. Además, no es la intención del autor el redefinir el “Holocausto” en términos históricos, sino de suministrar evidencia e información científica de los sitios actuales y exponer una opinión basada en todos los datos científicos, cuantitativos y de ingeniería al alcance, en cuanto al propósito y uso de las supuestas cámaras de gas para ejecuciones y de las instalaciones de los crematorios en los sitios investigados.


ANTECEDENTES

El investigador principal y autor de este informe es un especialista en diseño y fabricación de “equipos” para ejecución, quien trabaja, específicamente, sobre este tema y diseño de “equipos” en los Estados Unidos, que se han utilizado en la ejecución de personas condenadas por medio de gas cianhídrico.
El investigador personalmente inspeccionó las instalaciones en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, hizo mediciones, tomó muestras forenses, revisó literatura sobre diseño y manejo de las cámaras de gas para desinfección de la firma DEGESCH, sobre el gas Zyklon-B y material referente a procedimientos de ejecución. Muchos de los materiales revisados constituyen literatura adquirida y leída en Polonia, incluso las copias de los croquis originales de los Krema I, II, III, IV y V.

ALCANCE

El alcance de este informe incluye la inspección física y datos cuantitativos obtenidos en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, literatura suministrada por oficiales en los tres (3) museos, copias heliográficas de los Kremas I, II, III, IV y V obtenidas de los museos, y material relativo a las cámaras de desinfección de DEGESCH y sus instalaciones (incluye equipamiento y metodología de uso con gas Zyklon-B), una descripción de la operación de las instalaciones en cuestión y muestras forenses tomadas en los Kremas investigados. Incluye, además, datos sobre el diseño de cámaras de gas en los Estados Unidos y procedimientos operacionales de conocimiento del propio investigador, debido a su trabajo en esa actividad, como así también una investigación de crematorios y sus procedimientos en los Estados Unidos. Todo esto ha sido utilizado para la elaboración de este informe.
Al utilizar todos estos datos, arriba mencionados, el investigador se limitó a enfocar este estudio sobre lo siguiente:
a) la capacidad de las supuestas cámaras de gas para ejecuciones, de haber sido realizado un asesinato masivo de seres humanos mediante el uso del gas Zyklon-B en Auschwitz I, y en Birkenau y con monóxido de carbono y / o gas Zyklon-B, en Majdanek;
b) la capacidad de los crematorios investigados de haber realizado la cremación de una supuesta cantidad de seres humanos en un supuesto término de tiempo.


RESUMEN Y DICTAMEN

Después de haber estudiado la literatura al alcance, la investigación y la evaluación de las instalaciones existentes en Auschwitz, Birkenau y Majdanek por el experto en lo referente al diseño de cámaras de gas, la investigación sobre tecnología de crematorio y la inspección a crematorios modernos, el autor no encontró evidencia alguna de que las instalaciones, es decir, las supuestas cámaras de gas para ejecuciones, hayan sido usadas como tal, y llegó, además, al resultado de que a raíz del diseño y la fabricación de estas instalaciones, las mismas no pudieron haber sido utilizadas como cámaras de gas para ejecuciones.
Asimismo, una evaluación de las instalaciones de los crematorios, muestra la evidencia terminante de que existe una contradicción entre el supuesto volumen de los cadáveres cremados y el tiempo generalmente requerido para ello. Por todo esto, y por el mayor conocimiento técnico del autor, se da constancia que ninguna de las instalaciones investigadas han sido utilizadas jamás para la ejecución de seres humanos, y que los crematorios no podían haber soportado de ninguna manera las supuestas cargas atribuidas a ellos.

• Metodología

El procedimiento seguido en el estudio y en el análisis forense, que dio como resultado al presente informe, fue el siguiente:
1. Un estudio general de antecedentes del material al alcance
2. Una inspección in situ para la investigación forense de las instalaciones en cuestión que incluyeron la toma de datos físicos (mediciones e información de la construcción) y la toma de muestras físicas considerables (ladrillos y revoque), los cuales fueron llevados a los Estados Unidos para el análisis químico.
3. Una consideración en base a los datos logísticos, grabados y visuales (in situ).
4. Una compilación de los datos adquiridos.
5. Un análisis de la información adquirida y la comparación de esta información con conocidos y probados diseños, con información logística y de procedimiento, como así también con los requerimientos actuales para el diseño, la fabricación y operación de cámaras de gas y de crematorios.
6. Una consideración del análisis químico del material extraído in situ
7. Conclusiones en base a la evidencia obtenida


• Uso del HCN y del Zyklon-B como fumigantes

El gas de cianuro hidrogenado (HCN o ácido cianhídrico) ha sido utilizado como fumigante desde antes de la Primera Guerra Mundial. Ha sido utilizado, paralelamente, con vapor y aire caliente y, durante la Segunda Guerra Mundial, con DDT por los Estados Unidos y sus aliados.
El HCN se obtiene, normalmente, por una reacción de cianuro de sodio con ácido sulfúrico diluido. El producto de la reacción química, el HCN, se proyecta en el aire con un remanente de ácido prúsico (ácido cianhídrico). Esta reacción se efectúa, normalmente, en recipientes cerámicos.
Este procedimiento ha sido utilizado para el control de pestes y de insectos en barcos, en edificios, en cámaras y estructuras especialmente diseñadas. Se deben observar consideraciones especiales para el diseño y manejo de cámaras con el fin de asegurar a los técnicos que la usan. El cianuro hidrogenado es uno de los más poderosos y peligrosos fumigantes químicos. Edificios especialmente construidos o modificados para tal propósito han sido usados por todas las organizaciones militares y de salud en el mundo entero. El HCN ha sido utilizado ampliamente para el control de enfermedades; especialmente para combatir plagas y tifoidea; para el control de ratas, moscas y piojos. Cámaras especiales se usaron desde la Primera Guerra Mundial en Europa y en los Estados Unidos. Algunas de estas cámaras fueron usadas por el ejército alemán en Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial, y mucho más antes por el Servicio de Inmigración de los Estados Unidos en Ellis Island, en el puerto de New York. Muchas de estas cámaras de fumigación fueron fabricadas por DEGESCH, una empresa alemana de Frankfurt. Durante la guerra, DEGESCH supervisó la distribución de Zyklon-B. En la actualidad, DEGESCH fabrica HCN.
El Zyklon-B constituyó una preparación comercial especial que contenía ácido cianhídrico.
La denominación “Zyklon-B” fue el nombre comercial del producto. El HCN se preparaba en fábricas y se entregaba en una preparación donde el HCN era absorbido por un portador poroso, pudiendo ser de pulpa de madera o tierra de diatomea (tiza). Se le suministró en pastillas y “pellets”. El preparado era sellado, herméticamente, en latas que requerían un instrumento especial para abrirlas. De esta forma fue más seguro y más simple el manejo del HCN (Zyklon-B). Los discoides, recortes o “pellets” tenían que ser esparcidos por el piso del área que debía ser fumigada o utilizados en una cámara en la cual circulaba aire caliente con más de 78.3°F (25.7°C). Si fuera usado en edificios, barcos, carpas, o para fumigar productos, el área debería calentarse a más de 78.3°F de temperatura, el punto de ebullición del HCN. La falta de estas condiciones implicaría un tiempo mucho más prolongado para completar la fumigación. La fumigación requiere un mínimo de 24 a 48 horas.
Después de la fumigación, la ventilación del área requiere un mínimo de 10 horas, lo que depende del local (y volumen), y más tiempo aún si el edificio no tiene ventanas o tragaluces. Al área debe sometérsela, luego, a un test químico con respecto a la presencia de gas antes de entrar. Algunas veces se usan máscaras de gas pero las mismas no son seguras y no deberían ponerse por más de 10 minutos. Debe usarse un traje químico completo para prevenir la intoxicación de la piel. Cuanto más cálida esté la temperatura y más seco el ambiente, tanto más seguro y rápido se desarrolla el manejo.
La tabla I contiene las especificaciones para el gas.


TABLA I

(Especificaciones para HCN)


Nombre :HCN, ácido cianhídrico o prúsico.
Punto de ebullición :25.7°C/78.3°F a 760 mmHg.
Peso específico :0.96 a 18°C/46°F.
Densidad en vapor :0.947 (aire=1).
Punto de fusión :-13.2°C/8.2°F.
Presión de vapor :750 mmHg a 25°C/77°F, 1,200 mmHg a 38°C/100°F
Solubilidad en agua :100%
Apariencia :Transparente.
Color :Débilmente azuloso.
Olor :Almendra amarga, muy suave, no irritante (el olor no se considera
un método seguro para determinar la presencia del veneno)

Riesgos

1. Inestable con calor, materiales alcalinos y agua.
2. Explotará si se mezcla con 20% de ácido sulfúrico.
3. Polimerización (descomposición) ocurre violentamente con calor, materiales alcalinos y agua. Una vez iniciada la reacción es auto catalítica e incontrolable. Explotará
4. Punto de encendido = -18°C/0°F
5. Temperatura de autoencendido = 538°C/1000°F
6. Límite inflamable en el aire

Volumen %
Inferior 6.
Superior 46.


Fuente: Ácido Cianhídrico. Publicación Dupont, 7-83.

• Criterio sobre diseño de una instalación de fumigación

Una instalación para fumigación en un edificio, o en una cámara, debe cumplir con los mismos requisitos básicos. Debe poseer la condición de sellado, poder calentarse y tener la capacidad de circulación y escape para el aire, debe tener, asimismo, una chimenea suficientemente alta (por lo menos 40 pies), o un incinerador para el escape, y medios para la distribución del gas en forma pareja (similar al material Zyklon-B).
Primero, si la cámara debe usarse hoy día, ella debe tener un casco soldado a prueba de presión, cubierto de una pintura inerte (epoxy), o de acero inoxidable o de plástico (PVC). Las puertas deben tener juntas de un material resistente al HCN (picado de asbesto, neopreno o teflón) Si es un edificio, debe ser de ladrillo o piedra y estar cubierto, tanto adentro como afuera, de una pintura inerte (epoxy), betún, brea o asfalto. Las puertas y ventanas deben tener juntas o estar selladas con una tela engomada o untada con betún y selladas con sellador como el neopreno o la brea. En ambos casos, el ambiente debe estar extremadamente seco. El “sellador” tiene dos objetivos: primero, prevenir mecánicamente filtraciones desde el interior; y segundo, hacer a las superficies de la instalación expuestas y porosas, impermeables a la impregnación por el gas Zyklon-B.
Segundo, la cámara o estructura debe tener un generador de gas o un sistema de distribución para el Zyklon-B, que forzaría aire caliente por sobre el Zyklon-B (el generador puede calentarse con agua, si está sellado), o hacer circular aire caliente y gas. La mezcla requerida para la fumigación es de 3200 partes por millón (ppm), o un volumen total de 0.32% de HCN. La cámara debe estar libre de obstrucciones y tener una capacidad para un flujo de aire fuerte, constante y abundante.
Tercero, la cámara o estructura debe poseer medios para evacuar mezcla de aire/gas venenosa y reemplazarla por aire fresco. Generalmente, se lo hace por medio de un dispositivo de escape y aspiración con una válvula de escape y aspiración, o una escotilla-persiana de un tamaño suficiente para permitir un normal intercambio de aire por hora. Un dispositivo de un pie cúbico por minuto (pcm), con suficiente abertura de escape y admisión, debería permitir normalmente un cambio completo de aire en 1/2 hora. Este tendría que estar funcionando, por lo menos, el doble del tiempo requerido, o sea, una o dos horas. Cuanto más grande la instalación tanto menos práctico lo es (debido al tamaño de los dispositivos para la ventilación disponibles en el mercado) y el tiempo de escape podría requerir varias horas más.
El 2escape” se debe ventilar a una distancia segura, más arriba de las instalaciones donde la corriente de aire pueda dispersar el gas. Este se ubica, normalmente, a 40 pies por encima de la estructura, pero debería elevarse más si la estructura se encuentra resguardada del viento. Si se usa incinerador, la chimenea puede tener una altura de sólo algunos pies. Generalmente, resulta demasiado costosa la incineración del HCN debido al volumen de aire que debe manejarse en poco tiempo.
La temperatura de las paredes y del aire dentro de la instalación, y del aire aspirado, debe estar, por lo menos, 10 grados por encima del punto de ebullición del ácido cianhídrico (78.3°F) para prevenir una condensación del HCN sobre las paredes. Si la temperatura está por debajo de los 79°F y se produce una condensación, la instalación debe ser descontaminada con cloro o amoníaco, siendo el primero más efectivo. Esto se hace pulverizando las paredes manual o automáticamente. Si se lo hace manualmente, el personal debe llevar trajes de protección (generalmente de neopreno) y utilizar cilindros de aire, ya que las máscaras de gas son inseguras y peligrosas. El interior del edificio debe evacuarse por tiempo prolongado para permitir que los vapores del cloro neutralicen el HCN líquido en el sistema de escape. El interior del edificio debe ser lavado con agua, fregado enteramente y secado antes del próximo uso.
Adicionalmente, debe hacerse un control del aire dentro del edificio para determinar si todo el HCN ha sido removido. El control puede hacerse mediante un detector de gas o bien con el test de acetato de cobre y bencideno. En el primer caso se mezcla una solución de bencideno con una solución de acetato de cobre, con la cual se moja un papel testigo que se pone azul en tonos variados si hay existencia de HCN.

• Criterio sobre diseño de una cámara de gas para ejecuciones

Muchos de los requisitos para las fumigaciones se aplican a las instalaciones para ejecuciones. Sin embargo, generalmente, estas instalaciones son más pequeñas y eficientes. El Zyklon-B no se recomienda, generalmente, en una cámara de gas para ejecuciones, debido a que lleva tiempo sacar el gas del portador inerte. Hasta ahora, el único método eficiente ha sido generar el gas in situ, a través de la reacción química del cianuro de sodio con ácido sulfúrico al 18%. Recientemente se completó un diseño para un generador de gas que se usará en una cámara de gas para dos personas en la Penitenciaría Estatal de Missouri, en Jefferson City. El autor es el consultor para el diseño de esta cámara de gas para ejecuciones.
Este generador emplea una camisa con agua calentada a electricidad, lo cual permite precalentar el HCN dentro de un cilindro a vapor. En el momento de utilizar el HCN ya está vaporizado, y se le deja entrar, mediante válvulas, a la cámara. Un sistema de explosiones de nitrógeno limpia la cañería después del uso. El tiempo total de la ejecución es menor a cuatro minutos. Se evacua todo el aire de la cámara en aproximadamente 2 minutos, la evacuación dura 15 minutos, proveyendo así unos siete cambios de aire completos.
La cámara puede ser de acero soldado o de plástico PVC. Las puertas y ventanas deberían ser de una construcción a prueba de agua de acuerdo a las normas de la Marina. La puerta debiera tener una junta selladora contra presión de un solo tirador. Todos los elementos de luz y de electricidad deben ser a prueba de explosión. La cámara contiene la cañería de distribución de gas, al generador de gas con su botella de HCN líquido, un “corazón electrónico” del equipo monitor, dos asientos para los condenados y un detector de gas con una lectura externa electrónica, hasta 10 ppm.
Debido a que la cámara contiene un gas tan letal, se opera con una presión negativa para garantizar que cualquier filtración quede adentro. La presión de la cámara se controla mediante un sistema regulador de vacío que habría de mantener la cámara a un vacío parcial de 10 libras por pulgada cuadrada (lpc) (operacional: 8 lpc más 2 lpc del HCN). La presión negativa se mantiene usando la presión ambiental exterior como indicador. Este sistema se controla electrónicamente y se hace efectivo mediante una bomba de 17.7 pcm (pie cúbico por minuto) de capacidad. Adicionalmente se coloca un presostato para poner en funcionamiento un sistema de emergencia, si la presión de la cámara alcanza 12 lpc, que son 3 lpc por encima del límite operacional.
El sistema de admisión y extracción se diseñó para un intercambio de aire cada dos minutos. El aire se suministra mediante un dispositivo de 2000 + pcm en la parte de admisión y se le extrae por la parte superior de la cámara. Las válvulas de admisión y de extracción son, ambas, del tipo cierra hacia adentro para prevenir una pérdida en el vacío y se regula electrónicamente el tiempo de apertura en intervalos, empezando con la válvula de extracción. Todo esto se evacua a través de una cañería de PVC, de 13” de diámetro y a una altura de 40 pies donde el viento dispersa los gases sin perjudicar. Para el aire de admisión sería necesario contar con la posibilidad de precalentamiento para garantizar que el HCN no se condense y, así, no impedir la evacuación.
Los detectores de gas se usan por seguridad. Primero, en la cámara donde un sistema de cierre eléctrico impide la abertura e la puerta antes de que esté segura la cámara; segundo, fuera de la cámara en los lugares para los testigos y para el personal, que pone en funcionamiento una alarma sonora y en el sistema de admisión y extracción de aire para proteger a los testigos, así como también para parar la ejecución y evacuar la cámara. El sistema de seguridad contiene, asimismo, timbres de alarma, bocinas y señales de luz.
Además hay aparatos de respiración de emergencia (tanques de aire) en el lugar de la cámara, botiquines de primeros auxilios para HCN, equipamiento médico de emergencia para HCN y un aparato de reanimación en el lugar adyacente para personal médico.
El diseño de una cámara de gas implica la consideración de muchos problemas complicados. Un error en algún lugar podría y, probablemente, habrá de causar la muerte o lesiones a testigos y a técnicos.

• Cámaras de gas para ejecuciones en los Estados Unidos, desde 1920

La primera cámara de gas con fines de ejecución fue construida en Arizona en 1920. Ella consistió en una cámara hermética con puertas y ventanas con juntas, un generador de gas, un sistema eléctrico a prueba de explosión, un sistema de admisión y extracción de aire, un dispositivo para agregar amoníaco al aire de admisión y medios mecánicos para poner en acción al generador de gas y la extracción del aire. La admisión del aire consistió en una serie de válvulas, mecánicamente accionadas. Solamente el hardware cambió hasta el presente.
El generador de gas consistía en un recipiente cerámico que se llenaba con una solución de ácido sulfúrico diluido (18%) con una palanca mecánica. La cámara debía ser lavada con amoníaco después de cada ejecución, igual que al ejecutado mismo. Se usaban unos 13 a 25 gramos de cianuro de sodio y se generaba una concentración de 3200 ppm en una cámara de 600 pies cúbicos.
En los años siguientes, otros Estados adoptaron la cámara de gas de HCN como forma de ejecución y los diseños técnicos cambiaron. Eaton Metal Products diseñó, construyó y mejoró la mayor cantidad de cámaras. La mayoría tenía dos asientos y fueron equipados con un sistema de vacío para garantizar una presión negativa y filtraciones sólo hacia el interior. Todos los sistemas emplearon la técnica del generador de gas porque fue el procedimiento más eficaz y más simple a conseguir hasta fines de los años 60. Ningún sistema jamás ha sido diseñado para usar el Zyklon-B. La razón de esto es muy simple: el Zyklon-B necesita demasiado tiempo para evaporar (o gasificarse por ebullición) el HCN del portador inerte, requiere aire calentado y un sistema de control de temperatura. No solamente no se produce el gas en forma instantánea, sino que siempre existe el peligro de explosión. La mezcla total del gas se encuentra generalmente, por debajo del límite inferior de explosión (LEL) de la mezcla gas/aire del 0.32% (pues la mezcla, normalmente, no tendría que exceder los 3200 ppm), pero la concentración del gas en el generador (o como en el caso del Zyklon-B en el portador inerte) es mucho mayor y podría llegar de 90 a 99% del volumen. Esto es prácticamente, HCN puro, y está condición podría existir en cierto momento en bolsones en la cámara. La temperatura del aire ambiental o la temperatura del aire calentado debe ser considerablemente mayor y artificialmente controlada en caso de usar Zyklon-B (pues la evaporación es un proceso estrictamente físico), mientras en el generador de gas la temperatura puede ser menor y sin control, ya que la reacción química en el generador es auto catalítica, después de su inicio. Contactos y llaves eléctricos deben reducirse al mínimo, deben ser a prueba de explosión y estar ubicados fuera de la cámara. La técnica obtenida recién después de terminados los años 60 hizo posible al sistema de Missouri el convertirse en el más avanzado jamás construido, por utilizar evaporizador de gas y desarrollar un sistema para HCN líquido, con lo que se eliminaba el grave peligro de manejar y disponer ácido prúsico residual después de la ejecución.
El Zyklon-B que pareciera, superficialmente, haber sido un medio más eficiente para suministrar gas y eliminar el problema del ácido prúsico residual, no fue la solución para el problema. En realidad, el uso del Zyklon-B habría elevado el tiempo de ejecución y, por ello, prolongado el tiempo de manejo del gas letal y, también, porque al requerir un calefactor hubiera provocado el riesgo de una explosión. Una solución alternativa hubiera sido calentar el gas afuera y hacer circular la mezcla gas/aire por cañería desde el exterior de la cámara e introducirla luego a la cámara, como se hizo con los equipos de desinfección de DEGESCH, pero esto hubiera causado sólo un mayor riesgo e imponderables para los operarios. Constituye un diseño pobre y de extrema peligrosidad el permitir la presencia de gas fuera de la cámara presurizada. El equipamiento de DEGESCH se hizo con el propósito de utilizarlo al aire libre, o en un área bien ventilada, y eso sólo en presencia de personal entrenado, excluyendo toda persona no capacitada.
Los Estados de Arizona, California, Colorado, Maryland, Mississippi, Missouri, Nevada, New Mexico y North Carolina han usado gas como medio de ejecución. Pero a raíz de los peligros inherentes al manejo del gas y del mantenimiento costoso del equipamiento en uso, algunos Estados (Nevada, North Carolina, y New Mexico) legislaron a favor de la inyección letal, tanto como procedimiento único, así como también alternativa a elección. Otros Estados probablemente les seguirán. El autor ha sido consultor en los Estados de Missouri, California y North Carolina.
De todos modos, por el costo de fabricación del gas HCN y por los excesivos costos del hardware y del mantenimiento, el gas ha sido en el pasado y todavía sigue siendo el modo de ejecución más costoso.

• Los efectos tóxicos del gas HCN

Test médicos han demostrado que una concentración de ácido cianhídrico de 300 ppm en el aire es rápidamente fatal. En general, para ejecuciones se usa una concentración de 3200 ppm, para asegurar una muerte rápida. Esto significa un peso/volumen de unos 120 a 150 gramos / 2 pies cúbicos de gas, dependiendo de la temperatura y de la presión. Unos 100 ppm de HCN son fatales dentro de media hora. Los efectos tóxicos son la irritación y eczemas de la piel; irritación de los ojos; enturbamiento de la vista y daño permanente a los ojos; náuseas no específicas y dolor de cabeza; mareos, vómitos y debilitamiento; respiración acelerada, baja de la presión de sangre; desmayos; convulsiones, síntomas de asfixia, disnea, ataxia, temblores, coma y deceso por interrupción de la oxidación del metabolismo.
No hace falta la inhalación del ácido cianhídrico para que sea fatal con concentraciones mayores a 50 ppm. La persona que lo maneja debe llevar un traje químico para proteger completamente su cuerpo y una botella con oxígeno. Las máscaras de gas, en general, no son eficientes y no tendrían que utilizarse jamás. Botiquines de primeros auxilios especiales y asistencia médica deben estar a mano y siempre presentes en todos los lugares donde el personal puede entrar en contacto con el gas.

• Una breve historia de las supuestas cámaras de gas para ejecuciones alemanas.

En base a material accesible al autor, queda en claro que se acordó declarar que los alemanes construyeron, supuestamente, una serie de grandes cámaras de gas (para ejecutar a tres o más personas), iniciándolas en alguna fecha hacia fines de 1941 y utilizándolas hasta fines de 1944.
Empezando con la supuesta primera gasificación en un edificio en Auschwitz I, dos casas campesinas modificadas en Birkenau (Auschwitz II), conocidas como las Casas Roja y Blanca, o Bunkers 1 y 2; Krema I, en Auschwitz; Kremas II, III, IV y V, en Birkenau, y una instalación experimental en Majdanek; en todas estas instalaciones se utilizó, supuestamente, ácido cianhídrico, bajo su forma de Zyklon-B. En Majdanek se afirma que se utilizó también monóxido de carbono (CO).
De acuerdo a la literatura oficial obtenida en los Museos Estatales de Auschwitz y Majdanek, estas instalaciones para ejecuciones fueron ubicadas en campos de concentración construidos en áreas altamente industrializadas y cuyos internados cumplieron trabajo forzado en las fábricas que producían material de guerra. Estas instalaciones incluyeron, asimismo, crematorios para disponer de los restos de aquellos que se declara fueron “ejecutados”.
Además, otras supuestas instalaciones que utilizaron solamente CO, como gas de ejecución, fueron ubicadas en Belzec, Sobibor, Treblinka y Chelmno (como camiones móviles de gas). Estas instalaciones adicionales fueron, supuestamente, destruidas durante o después de la Segunda Guerra Mundial y, por lo tanto, no fueron inspeccionadas y no forman parte de los objetivos directos de este informe.
El monóxido de carbono (CO), sin embargo, será considerado aquí brevemente. El gas CO es un gas relativamente pobre para ejecuciones, debido a que el tiempo es demasiado prolongado para producir la muerte, tal vez 30 minutos; y si la circulación es ineficiente, se requiere más tiempo aún. Para utilizar CO se requerirá una cantidad de 4000 ppm y sería necesario presurizar la cámara a aproximadamente 2.5 atmósferas con CO. Además, el CO2 (dióxido de carbono) fue sugerido igualmente; sin embargo, el CO2 es menos efectivo aún que el CO. Estos gases fueron supuestamente producidos por un motor Diesel. Los motores Diesel producen un escape que contiene muy poco monóxido de carbono y, por lo tanto, requeriría que se presurizara la cámara para ejecuciones con una mezcla gas / aire para tener gas suficiente para causar la muerte. El monóxido de carbono, en cantidad de 3000 ppm, o 0.30% causaría nauseas y dolor de cabeza después de haber estado expuesto durante una hora, tal vez, algún daño a largo plazo. Concentraciones de 4000 ppm y más son fatales al estar expuesto por más de una hora. El autor aseguraría que una cámara ocupada al máximo por personas en una superficie de aproximadamente 9 pies cuadrados, o menos (el área mínima requerida para poder hacer circular el gas alrededor de sus ocupantes), los ocupantes morirían sofocados por su propia respiración mucho antes de que el gas haga efecto. Por ello, el solo encierro de personas a ejecutar es un espacio reducido haría superfluo el uso de CO o de CO2, como fuentes externas.
Las supuestas instalaciones para ejecuciones en Auschwitz I (Krema I) y Majdanek están todavía en su forma original, supuestamente. En Birkenau, los Kremas II, III, IV y V están derrumbados y arrasados hasta sus fundamentos; el Bunker I (la Casa Roja) no existe más y el Bunker II (la Casa Blanca) fue restaurada y se le utiliza como residencia privada. En Majdanek, el primer crematorio con quemador a carburante, fue destruido, y el crematorio con la supuesta cámara de gas fue reconstruido, permaneciendo sólo sus hornos originales.
Los Krema I, en Auschwitz, y Kremas II, III, IV y IV, en Birkenau, y el crematorio existente en Majdanek fueron, se nos dice, crematorios y cámaras de gas combinados.
Las casas Roja y Blanca en Birkenau se declara que han sido sólo cámaras de gas. En Majdanek se afirma que la cámara de gas experimental no estuvo junto al crematorio, y que hubo un crematorio aparte, el cual ya no existe.


• Diseño y procedimiento en las supuestas cámaras de gas para ejecuciones

A través de la investigación de los documentos históricos al alcance y de las instalaciones mismas se ve que la mayoría de las supuestas cámaras de gas fueron transformaciones de un diseño, propósito y estructura anteriores. Esto es verídico con excepción de las llamadas cámaras experimentales en Majdanek, las cuales fueron, según se nos afirma hoy, específicamente construidas como instalaciones para gasificar.
Los Bunkers I y II se describen en la literatura del Museo Estatal de Auschwitz como casas campesinas convertidas en varias cámaras y con ventanas selladas. Estas no existen ya en su condición original y no fueron inspeccionadas. A los Kremas I, II, III, IV y V se les describe históricamente y, con ocasión de la inspección, se verificó que fueron convertidos en morgues al mismo tiempo que crematorios. La inspección in situ de esas estructuras comprobó un diseño de extrema pobreza y peligrosidad para instalaciones que iban a servir como cámaras de gas para ejecuciones. No hay disposición para juntas en las puertas, ventanas y respiraderos, la estructura no está cubierta con brea u otro sellador para prevenir la filtración o absorción del gas. Los crematorios adyacentes constituyen un peligro de explosión potencial. Los ladrillos expuestos y porosos y los revoques acumularían el HCN y harían peligrosas estas instalaciones para seres humanos por varios años. El Krema I está ubicado junto al Hospital SS en Auschwitz y tiene drenajes en los pisos conectados con el desagüe principal, lo que permitiría la entrada de gas a todos los edificios del complejo. No había sistemas de extracción para ventilar el gas después de su uso y no había calefactores o mecanismos para dispersar el gas Zyklon-B ni para su introducción ni evaporación. El Zyklon-B fue, supuestamente, tirado por los respiraderos del techo y por las ventanas, lo que no permite la distribución del gas o de los pellets. Las instalaciones están siempre húmedas y no calentadas. Como se constató más arriba, la humedad y el Zyklon-B son incompatibles. Las cámaras son demasiado estrechas para que quepan, físicamente, los ocupantes que se ha pretendido; y todas las puertas se abren hacia adentro, lo que impediría la remoción de los cuerpos. Con las cámaras llenas al tope con ocupantes no habría circulación del HCN dentro del cuarto. Además, si el gas, realmente, había llenado la cámara por un tiempo prolongado, las personas que echaron Zyklon-B por los respiraderos del techo y verificaron la muerte de los ocupantes hubieran muerto ellos mismos, por estar expuestos al HCN. Ninguna de las supuestas cámaras de fue construida de acuerdo al diseño para cámaras de desinfección, las cuales, aparentemente funcionaron de un modo seguro durante años. Ninguna de estas cámaras fue construida de acuerdo a conocidos y aprobados diseños de instalaciones operacionales en los Estados Unidos, que en esa época fue el único país que ejecutaba a los prisioneros con gas.
Las instalaciones en Majdanek están, del mismo modo, incapacitadas para cumplir con los supuestos propósitos. Primero, allí hay un crematorio reconstruido, con una supuesta cámara de gas. La única parte del edificio que existió antes de la reconstrucción consistió en los hornos. Supuestamente, el edificio fue reconstruido según planos que no existen. La instalación fue construida de tal forma que dentro de la supuesta cámara no pudo haberse mantenido gas; la cámara es demasiado pequeña como para acomodar tantas víctimas como se pretende que fue. El edificio está demasiado húmedo y frío como para utilizar gas Zyklon-B en forma efectiva. El gas hubiera llegado a los hornos y, después de haber matado a todos los técnicos habría originado una explosión destruyendo el edificio. Asimismo, la construcción de hormigón es, radicalmente, diferente a los otros edificios del complejo. En pocas palabras, el edificio no puede haber sido utilizado para sus supuestos propósitos, pues faltan hasta las más mínimas exigencias en diseño para una cámara de gas.
A la segunda instalación en Majdanek se la muestra en el mapa como un edificio en forma de U, pero ahora son, en realidad, dos edificios separados. A este complejo se le designa como Edificio de Baño y Desinfección Nos. 1 y 2. Uno de los edificios es estrictamente una instalación para desinfección y está diseñado del mismo modo como las instalaciones para desinfección en Birkenau. El segundo edificio del complejo es algo diferente. La parte delantera del edificio contiene un cuarto de duchas y una pretendida cámara de gas. La existencia de manchas azules en este cuarto concuerda con las manchas azules que se encontraron en Birkenau, en las instalaciones de desinfección. Este cuarto tiene dos respiraderos en el techo que tenían el objetivo de ventilar el cuarto después del procedimiento de desinfección. El Zyklon-B se habría derramado a mano sobre el piso. Manifiestamente este cuarto no es una cámara para ejecuciones. Tiene el dispositivo para la circulación del aire, pero ninguna chimenea para ventilarlo. Igual que las otras instalaciones, no está diseñada como cámara de gas para ejecuciones, ni tiene capacidad para ser usada como tal.
En la parte trasera del edificio se encuentran las imaginadas cámaras de gas experimentales. Esta área incluye un ventilador, un tablero de control y dos cuartos supuestamente usados como cámaras de gas. Un tercer cuarto estuvo clausurado y sellado y no estaba accesible para la inspección. Estos cuartos son únicos en el sentido de que ambos tienen cañería para el supuesto monóxido de carbono controlado desde un tablero. Una de las cámaras tiene una ventilación potencial en el techo, la cual, aparentemente, jamás pasó a través del techo. La otra cámara tiene un sistema de calefacción y circulación para mover aire caliente en la cámara. El sistema de circulación fue diseñado y construido deficientemente, pues la admisión y la extracción están demasiado juntas para poder funcionar correctamente y no tiene previsiones para ventilación. Lo que se nota en ambas cámaras es algo que pretende ser una ranura o encaje cortados dentro de las cuatro puertas de acero, lo que es consistente con la colocación de un ajunta. Se pretende que ambas cámaras fueron utilizadas con Zyklon-B, o monóxido de carbono. Esto no puede ser cierto.
De las dos cámaras una no fue terminada y no puede haber sido utilizada con monóxido de carbono. Pero tampoco fue diseñada para HCN, a pesar de que se requiere hacer aparecer que fue utilizada con tal propósito. La cámara más grande no fue diseñada para HCN, a pesar de la inscripción en la puerta que dice “experimental”; esta cámara hubiera sido incapaz de realizar la ejecución mediante CO, pues hubiera sido necesario producir 4000 ppm (la concentración letal) a una presión de 2.5 atmósferas. Ambas cámaras carecen de los requerimientos de diseño en cuanto a la ventilación, calentamiento, circulación y, también, filtración. En ninguna parte fueron jamás cubiertos los ladrillos, el estuco y el revoque con un sellador, tanto en el interior como en el exterior.
Una característica altamente notable del complejo consiste en que estas cámaras se encontraron circundadas en tres lados por pasillos de concreto de bajo nivel. Esto es totalmente inconsistente con un diseño inteligente en cuanto al manejo del gas, donde las filtraciones se acumularían en estas fosas y, resguardado del viento, el gas no se disiparía. Esto hubiera convertido a toda el área en una trampa mortal, especialmente con HCN. Por ello, el autor llegó a la conclusión de que a esta instalación jamás se tuvo la intención de usarla ni siquiera limitadamente con gas HCN.

• Crematorios

Es imprescindible exponer una consideración sobre los crematorios, tanto viejos como nuevos, para determinar la posibilidad de funcionamiento de los Kremas alemanes, para cumplir con la tarea que se les atribuye.
La cremación de muertos no es un concepto nuevo. Ha sido una práctica de muchas culturas durante muchos siglos. A pesar de haberla practicado carios miles de años atrás, la misma fue mal vista por la Iglesia Católica y no fue practicada hasta hace poco, cuando la Iglesia aflojó su oposición, a fines del siglo 18.
La cremación fue prohibida por el judaísmo ortodoxo. A principios del siglo 19 Europa realizó cremaciones de nuevo en forma limitada. Se mostró ventajosa para controlar para controlar enfermedades, para liberar espacio que se necesitaba en áreas superpobladas y para eliminar la necesidad de almacenar cadáveres en el invierno, cuando el suelo estuviese congelado. Los primeros crematorios en Europa consistían en hornos calentados con carbón o coque.
Al horno que se utiliza para cremar cadáveres se le denomina “retorta”, en forma más apropiada. Las “retortas” antiguas fueron meros hornos que extraían del cadáver todo el líquido por cocción y lo reducían a cenizas. Los huesos no pueden ser quemados y hasta hoy deben ser reducidos a polvo. Hoy en día los antiguos morteros han sido reemplazados por máquinas moledoras. Las “retortas” modernas se calientan, en su mayoría, con gas, a pesar de que algunas se fabrican todavía para petróleo. Pero ahora ninguna se calienta con carbón o coque en los Estados Unidos y Canadá.
Las antiguas “retortas” fueron simples hornos de ladrillo para secar o cocer, y solamente secaban los restos humanos. Las “retortas” modernas de acero, revestidas con refractarios, lanzan ahora fuego por tuberías, directamente a los restos, encendiéndolos, lo que provoca su combustión y quema rápidas. Las “retortas” modernas tienen, también, un segundo quemador o postquemador, para requemar todas las partículas contaminantes del material gaseoso quemado. El segundo quemador es una exigencia impuesta por carias agencias estatales responsables de la contaminación del aire. Hay que hacer notar que los restos humanos no son responsables de la contaminación. Ella es originada, exclusivamente, por el uso de combustibles fósiles. Una “retorta” eléctrica, de un coso prohibitivo, no generaría contaminación.
Estas “retortas” modernas, o crematorios, queman a una temperatura de 2000+ °F con el segundo quemador la temperatura es de 1600+ °F. Esta temperatura elevada provoca que el cuerpo mismo se queme y se consuma, lo que permite el cierre del quemador. Cajones de madera o bolsas de papel son quemados hoy día, junto con el cuerpo, aunque no se lo hizo en el pasado. Y sin que sea necesario más tiempo, debido a la elevada temperatura. Algunas unidades europeas funcionan a una temperatura tradicionalmente más baja que 800 °C (1472 °F) y por un período más prolongado.
A 2000 °F, o más, con aire de 2500 pies cúbicos por minuto, tomado del exterior, las “retortas” modernas creman un cuerpo en 1:25 hora. Teóricamente esto da 19.2 cuerpos en un período de 24 horas. Las recomendaciones de la fábrica para el funcionamiento normal y uso continuado permiten tres o menos cremaciones al día. Los hornos de carbón y coque no quemaban a una temperatura estable (máxima: 1600 °F aprox.) y tenían que ser constantemente alimentados de combustible en forma manual, y oscilaban entre temperaturas mayores y menos. Como no había aplicación directa de una llama a los cuerpos, el inyector de aire apenas alimentaba las llamas y aumentaba la temperatura en el horno. Este modo primitivo de operación probablemente producía a una temperatura de alrededor de 1400 °F.
Los crematorios empleados en las instalaciones alemanas eran del tipo antiguo. Habían sido construidos de ladrillo y mortero de cemento, forrados con ladrillos refractarios. Todos los hornos tenían “retortas” múltiples, algunas con insufladores de aire (aunque ninguno tuviese combustión directa), ninguno disponía de postquemadores y eran todos de coque, excepto una instalación que ya no existe, en Majdanek. Ninguna de las “retortas” inspeccionadas y examinadas en todas las localidades visitadas fue diseñada para incineración múltiple de cadáveres. Debemos hacer notar que a menos que sean específicamente diseñadas para una más elevada tasa de calor, que reduzca los restos a huesos, las “retortas” no consumen los materiales colocados en su interior. Rendimientos teóricos y reales, en un período de 24 horas, basados en un cuerpo por “retorta” y por cremación, se muestran en la Tabla II.


TABLA II
(Rendimiento teórico y real de crematorios, en un máximo de 24 horas)
Real Teórico
Krema I : 3 hornos, 2 retortas c/u
6 retortas x 6.8
cuerpos 40.8
6 retortas x 3
cuerpos 18

Krema II : 5 hornos, 3 retortas c/u
15 retortas x 6.8
cuerpos 102.0
15 retortas x 3
cuerpos 45

Krema III : 5 hornos, 3 retortas c/u
15 retortas x 6.8
cuerpos 102.0
15 retortas x 3
cuerpos 45

Krema IV : 2 hornos, 4 retortas c/u
8 retortas x 6.8
cuerpos 54.4
8 retortas x 3
cuerpos 24

Krema V : 2 hornos, 4 retortas c/u
8 retortas x 6.8
cuerpos 54.4
8 retortas x 3
cuerpos 24

Majdanek I : 2 hornos, 1 retorta c/u
2 retortas x 6.8
cuerpos 13.6
2 retortas x 3
cuerpos 6

Majdanek II : 5 hornos, 3 retortas c/u
15 retortas x 6.8
cuerpos 102.0
15 retortas x 3
cuerpos 45

Total de cuerpos cremados en 24 horas 469.2
Total de cuerpos cremados en 24 horas 207
• Exámenes forenses del HCN, compuestos de cianuro y los crematorios

Como se afirmó antes, las muestras forenses de ladrillos, mortero de cemento, hormigón y sedimentos fueron selectivamente tomadas de las localidades de Polonia. El cianuro y sus compuestos pueden permanecer en un local por largos períodos de tiempo y, si no reaccionan con otras sustancias químicas, pueden incorporarse a los ladrillos y al mortero de cemento.
Treinta y una muestras fueron selectivamente tomadas de las supuestas cámaras de gases en los Kremas I, II, II IV y V. Una muestra de control fue extraída de la instalación de despiojamiento No. 1 en Birkenau. La muestra de control fue retirada de una cámara de despiojamiento en un local donde se sabía que el cianuro había sido usado y aparentemente se notaba presente bajo el aspecto de manchas azules. Los exámenes químicos de la muestra No. 32 mostraban un contenido de cianuro de 1050 mg. / Kg., concentración muy elevada. Las condiciones en las áreas en las cuales tales muestras fueron tomadas son idénticas a aquellas de la muestra control: frío, oscuridad y humedad. Solamente los Kremas IV y V diferían en eso, en el sentido de que recibían luz solar (los edificios fueron demolidos) y esa luz puede acelerar la destrucción del cianuro combinado. El cianuro se combina con el hierro en el mortero del cemento y de ladrillos y se transforma en ferrocianuro, o pigmento azul de Prusia, un complejo muy estable de hierro y cianuro.
Los lugares de los cuales fueron retiradas las muestras que se analizaron están indicados en la Tabla III.
TABLA III
(Ubicación de las muestras analizadas)

Auschwitz I:
Krema I - muestras No. 25 hasta No. 31

Birkenau (Auschwitz II):
Krema II - muestras No. 1 hasta No. 7
Krema III - muestras No. 8 hasta No. 11
Krema IV - muestras No. 13 hasta No. 20
Krema V - muestras No. 21 hasta No. 24

Muestra No. 12 fue tomada desde el Sauna de Birkenau.
Muestra No. 32 es la muestra control obtenida desde el Departamento de Desinfección No.1 Birkenau.

Es notable que casi todas las muestras hayan presentado un resultado negativo y que pocas muestras positivas estuviesen muy próximas al nivel de detección (1 mg. / Kg. ); 6.7 mg. / Kg. En el Krema I. La ausencia de lecturas significativas en cualesquiera de los locales examinado, en confrontación con la lectura de la muestra de control que acusaba un nivel de 1050 mg. / Kg., apoya la tesis de que tales instalaciones no fueron cámaras de gases para ejecución. Las pequeñas cantidades detectadas indicarían que en algún momento aquellas instalaciones fueron desinfectadas con Zyklon-B como lo eran todos les edificios y construcciones en esas instalaciones.
Además, las áreas con manchas azules acusan un elevado contenido de hierro, lo que indica la presencia de ferrocianuro férrico, y no de cianuro de hidrógeno.
Se esperaría una detección más elevada de cianuro en las muestras tomadas de las supuestas cámaras de gases (debido a la mayor cantidad de gas supuestamente usado allí) de la encontrada en la muestra control. Como ocurrió lo contrario, se debe concluir que esas instalaciones no fueron cámaras de ejecución por gas, cuando se conjuga esto con las demás pruebas conseguidas en la inspección.
La evidencia o prueba en cuanto a la función del Krema es inexistente una vez que el horno Krema I fue enteramente reconstruido y que los Kremas II y III están parcialmente destruidos, con partes y piezas que faltan, y además los Kremas IV y V desaparecieron. En Majdanek, un Krema desapareció por completo y el segundo Krema fue reconstruido, excepto los hornos. La inspección visual del montón de cenizas conmemorativas en Majdanek exhibe ceniza de un color extraño, beige. Los restos humanos reales producen ceniza (como sabe el autor por su propia experiencia) de color gris ostra. Al parecer, lo que hay es arena en la mezcla del monumento conmemorativo de Majdanek.
Además, el autor pondría en discusión los supuestos pozos de cremación en esta sección del informe. El autor inspeccionó personalmente y fotografió los pozos en Birkenau. Lo más notable en cuanto a los mismos es el alto de las piletas, tal vez de 1.5 pies (0.45m) de la superficie del suelo. La descripción histórica de tales pozos es que tenían 6 metros de profundidad. No es posible quemar cuerpos bajo el agua, aun con el empleo de un acelerante artificial, como la gasolina. Todos los sitios donde los pozos oficialmente se indican en los mapas del mueso fueron inspeccionados y, como se preveía, en Birkenau estaban construidos sobre terrenos pantanosos, y todas las instalaciones presentaban agua, a menos de 2 pies (0.60m) de la superficie. En opinión del autor, no pudo existir ningún pozo para quema en Birkenau.

AUSCHWITZ, KREMA I

Un estudio de la supuesta cámara de ejecución por gastamiento en el Krema I y un análisis minucioso de los planos existentes, proporcionados por los funcionarios del museo, indican que la supuesta cámara de gas fue, en ocasión de los supuestos gastamientos, una morgue y más tarde refugio antiaéreo. El dibujo presentado por el autor de este informe se refiere al Krema I, que, se dice, fue reconstruido para el período del 25 de septiembre de 1941 al 21 de septiembre de 1944. Él muestra una morgue de casi 7680 pies cúbicos (217.49m²), con dos portones, ninguno de los cuales tenía apertura externa. Un marco de puerta se abría hacia el crematorio y el otro hacia la ducha. Aparentemente ninguno de esos marcos tenía una puerta, pero eso no se puede verificar, pues una pared fue sacada y uno de los marcos removido. Se debe hacer notar que la guía oficial del museo de Auschwitz afirma que el edificio está físicamente en las mismas condiciones en que fue encontrado el día de su liberación, el 27 de enero de 1945.
Hay cuatro aberturas en el techo y una chimenea de estufa en el área de la morgue. El cañón de escape está abierto, sin demostrar indicio alguno de haber estado cerrado algún día. Las aberturas del techo no tienen juntas y la madera nueva, presente, evidencia el hecho de que fueron reconstruidas recientemente. Las paredes y el cielo raso son de estuco y el piso de hormigón. El área del piso es de 844 pies cuadrados (78.40m²). El techo tiene vigas y en el piso se puede ver donde las paredes del refugio antiaéreo fueron retiradas. El sistema de iluminación no era, y no es ahora, a prueba de explosiones. Hay drenes en el piso de la cámara que conducen a un desagüe central del campo y de éste al sistema de alcantarillas. Suponiendo un área de 9 pies cuadrados (0.83m²) por persona, a fin de permitir la circulación del gas, el cual es un espacio bastante reducido, un máximo de 94 personas podían hallarse en ese local cada vez. Se declaró, sin embargo, que ese local podía recibir más de 600 personas.
La supuesta cámara de gas no está, como se dijo antes, diseñada para ser usada de ese modo. No existe indicio alguno o prueba de la presencia de un sistema de escape de gases o ventilador de cualquier tipo en esta edificación. El sistema de ventilación para la supuesta cámara de gas consistía simplemente en cuatro aberturas cuadradas en el techo, que evacuaba los gases a menos de dos pies del mismo. Al ventilar el gas de HCN de ese modo, resultaría inevitable que éste alcanzara hasta la vecindad del hospital de las SS, a poca distancia, del otro lado del camino, matando pacientes y al personal sanitario. Debido al hecho de que el edificio no sido sellado para impedir pérdidas, ya que hay drenajes que permiten al gas llegar a todos los edificios del campo, y no hay ningún sistema de ventilación o chimeneas y ningún sistema de distribución de gas, además de humedad constante, y ninguna circulación debido al número de personas en las cámaras, y ningún modo de introducir el material del Zyklon-B, sería un suicidio intentar usar esa morgue como cámara de gastamiento. Los resultados serían una explosión o un escape de gas que afectaría a todo el campo.
Además, si la cámara fuese utilizada así (basado en las cifras de la DEGESH), con 4 onzas o 0.25 libras (113 gr.) por 1000 pies cúbicos (28.32m³); 30.4 onzas o 1.9 libras (860 gr.) de gas Zyklon-B (el peso bruto del Zyklon-B es tres veces mayor que el del gas Zyklon-B, todas las cifras se refieren sólo al gas Zyklon-B) serían usadas cada vez durante 16 horas a 41 °F (5 °C) (basados en las cifras para fumigación, del gobierno alemán). La ventilación debe tomar por lo menos 20 horas y se precisan exámenes para determinar si la cámara está limpia o no. Es dudoso que el gas se disipase en una semana, sin un sistema de ventilación. Esto se contradice claramente con el pretendido uso de la cámara para varios gastamientos al día.
Las cifras medias teóricas y de tiempo real, computadas para el Krema I y la supuesta cámara de gastamiento, con capacidad máxima, están indicadas en la Tabla IV.


TABLA IV
(Ejecuciones hipotéticas y proporción de uso de crematorio para Krema I)

Proporción de ejecución:
94 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
286 personas por semana (hipotético)
126 personas por semana (tiempo real)


BIRKENAU - KREMAS II, III, IV Y V

Un estudio detalla de estos Kremas resultó en la información siguiente:
Los Kremas II y III eran instalaciones idénticas entre sí, consistentes en diversas morgues y un crematorio de 15 “retortas” cada uno. Las morgues estaban en el sótano, los crematorios en el primer piso. Se usaba un ascensor para el transporte de cuerpos hacia el crematorio. Los croquis anexos se basaron en los planos originales obtenidos en el Museo Estatal de Auschwitz y en observaciones efectuadas y mediciones hechas en el sitio. La construcción era de ladrillo, mortero de cemento y hormigón.
Las áreas investigadas eran las supuestas cámaras de gas, diseñadas como morgue No. 1 en ambos croquis.
Como fue observad en el caso del Krema I, no había ventilación ni sistema de calefacción, tampoco sistema de circulación, ningún sello dentro o fuera y, además de eso, ninguna puerta en las morgues del Krema II. El área fue examinada por el autor y no se encontró evidencia alguna de la existencia de puertas o marcos de puertas. El investigador no consiguió hacer la misma determinación respecto del Krema III, ya que partes de esa edificación desaparecieron. Ambas edificaciones tienen techos de hormigón armado, sin ninguna abertura perceptible. Además, informes sobre columnas huecas para conducir gases no corresponden a la realidad. Todas las columnas son macizas, de hormigón armado, exactamente como está indicado en los planos alemanes capturados. Las aberturas del techo no tienen juntas. Tales instalaciones serían extremadamente peligrosas si fuesen utilizadas como cámaras de gas y tal uso causaría probablemente la muerte de quien así las utilizase y una explosión, cuando el gas alcanzase el crematorio. Cada instalación tenía un ascensor para cadáveres que medía 2.1m por 1.35m. Es evidente que tal ascensor sólo llevaba un cadáver y un operador.
La supuesta cámara de gas en cada uno de los Kremas II y III presenta un área de 2500 pies cuadrados (235.25m²). Esa área recibiría 278 personas, basado en la teoría de 9 pies cuadrados (0.83m²). Si la cámara fuese llenada con el gas HCN necesario (0.25 libras (113gr.) / 1000 pies cúbicos (28.32m³)) y suponiéndose una altura del techo de 8 pies (2.44m) y 20000 pies cúbicos (566.40m³) de espacio, en ese caso serían necesarias 5 libras (2.26 Kg.) de gas Zyklon-B. Suponiéndose, por lo menos, una semana para ventilar (como en el Krema I). Ese tiempo de ventilación se vuelve a mostrar dudoso, pero servirá para calcular nuestras cifras.
Las medias de uso computadas para los Kremas II y III (tiempo teórico y real) y la supuesta cámara de gastamiento, a su capacidad máxima, son mostradas en la Tabla V.

TABLA V
(Ejecuciones hipotéticas y proporción de uso de crematorios para Kremas II y III)

Krema II
Proporción de ejecución:
278 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
714 personas por semana (hipotético)
315 personas por semana (tiempo real)

Krema III
Proporción de ejecución:
278 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
714 personas por semana (hipotético)
315 personas por semana (tiempo real)



Los Kremas IV y V eran instalaciones idénticas entre sí, consistentes en crematorios de 2 hornos con 4 “retortas” cada uno y numerosas piezas utilizadas como morgues, oficinas y depósitos. Los cuartos interiores no reflejaban las características de gemelas. Algunos de estos cuartos usados, supuestamente, como cámaras de gas. Es imposible hacer afirmaciones en cuanto a sus aspectos físicos, pues los edificios fueron arrasados hace tiempo. No se encontró ningún sellador en ninguna parte del fundamento o piso. De acuerdo a los relatos, los pellets del gas Zyklon-B fueron tirados por aberturas en la pared, las que ahora ya no existen. Si los planos del edificio están correctos, estas instalaciones, igualmente, no fueron cámaras de gas por las mismas razones reiteradas más arriba para los Kremas I, II y III. La construcción fue, aparentemente, de ladrillo colorado y revoque con piso de concreto y sin sótano. Habría que hacer notar que la existencia de instalaciones para cremación y ejecución en los Kremas IV y V no está comprobada.



Basado en estadísticas obtenidas del Museo Estatal de Auschwitz y por las mediciones hechas in situ, para los Kremas IV y V respecto a las supuestas áreas de gas, y suponiendo la altura del techo a 8 pies, las estadísticas computadas son las siguientes:

Krema IV:
1375 pies cuadrados; podrá acomodar 209 personas.
15000 pies cúbicos; necesitará 3.75 libras de gas Zyklon-B a 0.25 lbs./1000 pc.

Krema V:
5125 pies cuadrados; podrá acomodar 570 personas.
41000 pies cúbicos; necesitará 10.75 libras de gas Zyklon-B a 0.25 lbs./1000 pc.

Las tasas de la supuesta utilización computadas para los Kremas IV y V (teóricas y reales) y de la cámara de gas a capacidad plena y una semana de tiempo para la ventilación se exponen en la Tabla VI.


TABLA VI
(Ejecuciones hipotéticas y proporción de uso de crematorios para Kremas IV y V)

Krema IV
Proporción de ejecución:
209 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
385 personas por semana (hipotético)
168 personas por semana (tiempo real)

Krema V
Proporción de ejecución:
570 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
385 personas por semana (hipotético)
168 personas por semana (tiempo real)

Las Casas Roja y Blanca, designadas como Bunker I y II, fueron, supuestamente, sólo cámaras de gas. Pero no es posible obtener estimaciones o estadísticas sobre los edificios en cuestión.



MAJDANEK

En Majdanek hay varias instalaciones de interés, por ejemplo, el crematorio original, ahora removido; el crematorio con la supuesta cámara de gas para ejecuciones, ahora reconstruida; el edificio de Baño y Desinfección No.2, que fue, al parecer, una instalación para fumigación, y el edificio de Baño y Desinfección No.1, que contenía duchas, cuarto para desinfección, depósito, y las supuestas cámaras experimentales de CO y HCN.
El primer crematorio, un edificio solo, y que ha sido removido, fue tratado ya más arriba. En cuanto al Baño y Desinfección No.2, a pesar de estar cerrado, una inspección realizada a través de las ventanas confirmó que su función era sólo la de servir para desinfección y que era similar a las de Birkenau. El crematorio reconstruido y la supuesta cámara de gas, a pesar de habérsela tratado ya más arriba, será considerada, brevemente, de nuevo. Los hornos constituyen la única parte de la instalación original que no fue reconstruida. La estructura básica parece ser de madera, igual a las otras instalaciones en Majdanek (a excepción de las cámaras experimentales). Sin embargo, una inspección más minuciosa revela la falta de sellado, y, por lo tanto, no estaría en condiciones de ser operada para sus supuestos propósitos. Según se dice, reconstruido según un plano original, que no existe, parece, desde el punto de vista material, que no fue otra cosa más que un crematorio con varias morgues. Se trata de la más pequeña e insignificante de todas las cámaras de gas.
El área de desinfección-depósito en “Baño y Desinfección No. 1”, la constituye una pieza con forma de L y tiene una separación interna de madera con una puerta. Se estima un volumen aproximado de 7657 pies cúbicos y con una superficie de 806 pies cuadrados. Tiene paredes con estucos y techo abovedado con dos ventiletes sin juntas. Contiene un sistema de circulación de aire que está diseñado incorrectamente, pues la admisión y extracción están muy cerca una de la otra. Hay manchas azules, aparentemente causadas por el pigmento ferrocianuro que cubre, visiblemente, la superficie de las paredes. De acuerdo al diseño pareciera ser que este fue un cuarto de desinfección o un depósito de materiales para desinfección. Los ventiletes del techo son capaces de efectuar una aireación muy deficiente de los gases acumulados. Las puertas no tienen juntas y no están diseñadas para ser cerradas herméticamente. No hay presencia de sellador ni adentro ni afuera del cuarto. Había varias áreas en este edificio que estaban cerradas en forma permanente y no estuvieron accesibles a la inspección del autor. Este recinto no fue, obviamente, una cámara para ejecuciones y no reunía ninguno de los requisitos antes descritos.
Si éste fuera utilizado como cámara para ejecuciones, cabrían 90 personas como máximo, requiriendo 2.0 libras de gas Zyklon-B. El tiempo de ventilación requerido habría sido de una semana, por lo menos. La capacidad de uso máxima para ejecuciones sería de 90 personas por semana.
Las supuestas cámaras de gas experimentales, ubicadas en el “Edificio Baño y Desinfección No. 1”, constituyen un recinto de ladrillo conectado con la instalación principal por una estructura de madera. Este edificio está circundando en tres lados por un pasillo de concreto bajo nivel. Hay dos cámaras, un área desconocida y una sección de control que alberga dos cilindros de acero que contenían, supuestamente, monóxido de carbono que, a su vez, era conducido hacia el interior de las cámaras. Hay cuatro puertas de acero con ranura, presumiblemente para juntas. Las puertas abren hacia fuera y quedan fijas, una vez cerradas, con un cierre de seguridad mecánico y un pasador. Las cuatro puertas tienen atisbadero de vidrio, y las dos puertas interiores tienen cilindros de reactivos químicos para probar el aire dentro de la cámara. La sección de control tiene una ventana abierta de unas 6” x 10”, jamás diseñada para llevar vidrios ni juntas, tiene barras horizontales y verticales reforzadas y abre hacia adentro de la cámara No. 2. Dos de las puertas desembocan en la cámara No. 1, una adelante y otra atrás, abriendo hacia fuera. Una puerta abre al interior de la cámara No. 2. Ambas cámaras contienen una cañería, supuestamente para gas monóxido de carbono, pero la de la cámara No. 2 está incompleta y, aparentemente, jamás estuvo terminada. La cámara No. 1 dispone de una cañería completa que terminaría en salida para el gas en dos esquinas de la cámara. La cámara No. 2 está provista de ventilación en el techo, pero, al parecer, nunca pasó a través de éste. La cámara No. 1 tiene un sistema calentador de aire y también para la circulación, el cual no está diseñado correctamente (la entrada y la salida están demasiado cerca) y, además, no posee sistema de ventilación.
Las murallas son de estuco, el techo y el piso de concreto, sin ningún tipo de sellador, ni interior ni exterior. Se construyeron dos calentadores-circuladores como vertedero, al costado del edificio, uno para la cámara No. 1 y el otro para algún propósito en el Baño y la Instalación de Desinfección en el frente, ninguno de los cuales están diseñados correctamente y no tiene disposiciones para ventilación y extracción. Las paredes de la cámara No. 1 presentan las manchas azules, características del ferrocianuro. El edificio está sin calefacción y es oscuro.
A pesar de que a primera vista estas instalaciones parecen estar correctamente diseñadas, las mismas fallan en cumplir con las exigencias requeridas para una cámara de gas para ejecución o una instalación para desinfección. Primero, no hay sellado en ninguna superficie, tanto adentro como afuera. Segundo, el pasillo a bajo nivel es una trampa de gas para el HCN, lo cual hace al edificio extremadamente peligroso. La cámara No. 2 está incompleta y, probablemente, jamás fue utilizada. Presenta una cañería incompleta y nunca tuvo abierta una ventilación por el techo. A pesar de que la cámara No. 1 está prevista, operacionalmente, para monóxido de carbono, ella está pobremente ventilada y no es apta para operar con HCN. El calentador-circulador está instalado incorrectamente. No hay ventilación o ducto de chimenea.
Por todo ello, mi opinión de ingeniero es que las cámaras No. 1 y No. 2 jamás fueron, y jamás podrían haber sido, utilizadas como cámaras de gas para ejecuciones. Ninguna de las instalaciones en Majdanek es apta y no fueron utilizadas con propósitos de ejecución.



La cámara No. 1 tiene una superficie de 480 pies cuadrados y un volumen de 4240 pies cúbicos; podría acomodar 54 personas y utilizar 1 libra de gas Zyklon-B. La cámara No. 2 tiene una superficie de 209 pies cuadrados, un volumen de 1850 pies cúbicos y podría acomodar a 24 personas y utilizar 0.5 libras de gas Zyklon-B. Suponiendo que fueron usadas como cámaras de gas, la tasa máxima de ejecuciones semanales serían las cifras expuestas en la Tabla VII.

TABLA VII
(Proporciones hipotéticas de ejecución en Majdanek)

Cámara No. 1 54 personas por semana
Cámara No. 2 24 personas por semana


ESTADÍSTICAS

Las estadísticas expuestas en la Tabla VIII fueron elaboradas para este Informe. Suponiendo que las cámaras de gas hubieran existido (hecho imposible), los datos representan un máximo de 24 horas, con 7 días laborales para cada instalación y la cantidad de gas Zyklon-B requerida.
En relación a las demás supuestas instalaciones para ejecuciones en Chelmno (“camiones de gas”), Belzec, Sobibor, Treblinka y otros, es necesario notar que se usó, supuestamente, gas monóxido de carbono. Como ya he explicado más arriba, el monóxido de carbono no es un gas para ejecuciones, y el autor estima que todos se abrían sofocado antes de que el gas hubiera surtido efecto. Por lo tanto, desde el punto de vista del autor, y como ingeniero, puedo asegurar que nadie ha muerto en una ejecución con CO.
El documento del Tribunal Militar Internacional L-022 pretende que 1765000 judíos fueron gasificados en Birkenau, entre abril de 1942 y abril de 1944. Sin embargo, trabajando a plena capacidad, la supuesta cámara de gas de Birkenau podría haber ejecutado sólo a 105688 personas y en un período de tiempo mucho más largo.


TABLA VIII
(Cálculos de ejecuciones hipotéticas máximo y proporción de uso de crematorios)

Gaseado Cremado Cremado lbs./Kg.
(hipotético) (teórico) (tiempo real)

Krema I - 11/41 5/43
Inclusive
72 a 94/semanas 6768
72 a 286/semanas 20592
72 a 126/semanas 9072
total de gas Zyklon-B 136/61.2

Krema II - 3/43 11/44
Inclusive
84 a 278/semanas 23352
84 a 714/semanas 59976
84 a 315/semanas 26460
total de gas Zyklon-B 420/189

Krema III - 6/43 11/44
Inclusive
72 a 278/semanas 20016
72 a 714/semanas 51408
72 a 315/semanas 22680
total de gas Zyklon-B 360/162

Krema IV - 3/43 10/44
Inclusive
80 a 209/semanas 16720
80 a 385/semanas 30800
80 a 168/semanas 13440
total de gas Zyklon-B 300/135

Krema V - 4/34 11/43
Inclusive
80 a 570/semanas 45600
80 a 385/semanas 30800
80 a 168/semanas 13440
total de gas Zyklon-B 820/369


Majdanek - 9/42 11/44
Dpto. Desinfección en baño No. 1
60 a 90/semanas 5400
total de gas Zyklon-B 120/54

Cámara Experimental
No. 1: 60 a 54/semanas 3240
total de gas Zyklon-B 60/27
No. 1: 60 a 24/semanas 1440
total de gas Zyklon-B 30/13.5



Gaseado Cremado Cremado lbs./Kg.
(hipotético) (teórico) (tiempo real)

Krema y Cámara
60 a 24/semanas 1440
60 a 714/semanas 42840
60 a 315/semanas 18900
total de gas Zyklon-B 30/13.5

Krema Antiguo
60 a 96/semanas 5760
60 a 42/semanas 2520

TOTALES 123976 242176 106512
2276/1024.2


Fuente: Períodos Operacionales de Crematorios: Hilberg, “Destrucción de los judíos europeos”, segunda edición, 1985.

CONCLUSIONES

Después de haber revisado todo el material y haber inspeccionado todos los sitios en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, el autor encuentra la evidencia abrumadora: No había cámaras de gas para ejecuciones en ninguno de estos lugares. Es la opinión de este autor que las cámaras de gas en los sitios inspeccionados no podían haber sido utilizadas entonces ni ahora. Tampoco deben seriamente ser consideradas las opiniones de que funcionaron como cámaras de gas para ejecuciones.

Confeccionado el 5 de abril de 1988, en Malden, Massachussets.
Fred Leuchter Asociados.

Firmado
Fred A. Leuchter, Jr.
Ingeniero Jefe.


El Segundo

Informe Leuchter

-Dachau-

-Mauthausen-

-Hartheim-


PROLOGO
-por el Dr. Robert Faurisson-

Fred A. Leuchter es un ingeniero de 46 años residente de Boston. Es un especialista en planificación y construcción de instalaciones de ejecución para las penitenciarías norteamericanas. Una de sus particulares tareas fue la modernización de la cámara de ejecución mediante gases en la penitenciaría de Jefferson City, Missouri.
Ernst Zündel es un alemán de 50 años residente en Toronto, ciudad donde tuvo una brillante carrera como artista gráfico y publicista, hasta que fuera boicoteado debido a sus opiniones revisionistas. Desde entonces, ha dedicado casi todo su tiempo a luchar contra las mentiras del "Holocausto". Yo le he ayudado en esta lucha, especialmente durante los dos juicios que una organización judía sostuviera en contra suya durante 1985 y 1988. El primer juicio duró siete semanas y terminó con una sentencia para Zündel a quince meses de prisión por la "publicación de noticias falsas". Aquel veredicto fue deshechado por apelación debido a los serios errores cometidos por el Juez de la Corte de Distrito, Hugh Locke. El segundo juicio duró cuatro meses. Esta vez, Ernst Zündel fue sentenciado a nueve meses de prisión por el el Juez de la Corte de Distrito Ron Thomas. Este segundo veredicto también pudo ser apelado con éxito, basándose en las mismas premisas.
En 1988, Ernst Zündel le pidió a Fred Leuchter que visitara Polonia para examinar "las pretendidas cámaras de gas" en los campos de concentración de Auschwitz, Birkenau y Madjanek. La conclusión de aquel primer Informe Leuchter fue muy clara: en ninguno de estos campos existieron tales cámaras de gas.
En 1989, le pidió a Leuchter visitar Alemania Occidental y Austria para examinar las pretendidas "cámaras de gas" de Dachau, Mauthausen y el Castillo Hartheim. La conclusión del segundo informe, como el lector verá a continuación, es igualmente claro: nunca hubo cámara de gas homicida alguna en aquellos tres lugares.
La gente ha llamado al revisionismo "la gran aventura intelectual de fines del siglo veinte". Esta aventura realmente comenzó poco después de la Segunda Guerra Mundial con la publicación de los trabajos de Maurice Bardeche y Paul Rassinier. Continuó en 1975 con la magistral obra, The Hoax of the Twentieth Century ("El Engaño del Siglo Veinte") escrita por el Dr. Arthur Butz de los Estados Unidos, y en 1979 con la creación del Instituto para la Revisión Histórica en Los Angeles. Durante la década de los ochenta, particularmente gracias a las actividades de Ernst Zündel, el revisionismo se ha desarrollado tanto a nivel mundial que probablemente los futuros historiadores hablarán del revisionismo antes y después de Zündel. De alguna manera, aquellos juicios motivados por razones políticas –que son una desgracia para Canadá– probablemente cambiarán todo. Zündel prometió en 1985 que su juicio, aunque lo fuese a perder, pondría al mismo Juicio de Nuremberg en tela de juicio y que los vilipendiadores de Alemania encontrarían allí su propio "Stalingrado". Estaba en lo correcto.


Antes de Zündel
Antes de Ernst Zündel, los acusadores de Alemania ni siquiera pensaron en probar la existencia de las "cámaras de gas". Trataban su existencia como "probada".
Según el exterminacionista Serge Klarsfeld:

"Está claro que durante los años posteriores a 1945 los aspectos técnicos de las cámaras de gas eran un tema renegado debido a que nadie imaginaba que algún día habría que probar su existencia". (Le Monde Juif, enero-marzo, 1987, p. 1)

Al momento de los juicios de Nuremberg, el proceso a Eichmann en Jerusalem, y el juicio de Frankfurt, así como al momento de muchos otros infames procesos, incluyendo aquel contra Klaus Barbie en 1987, nadie trató de probar la horrible acusación que por tanto tiempo ha pesado sobre la vencida nación alemana. Aquellas parodias judiciales fueron similares a los procesos por brujería en los cuales el acusado y su abogados defensores no cuestionaban la existencia del Demonio y sus fechorías sobrenaturales. En estos modernos juicios de brujería, el cuestionar la existencia de las "cámaras de gas" y sus logros sobrenaturales, que desafían todas las leyes de la física y la química, ha sido tabú. Incluso el abogado defensor de Klaus Barbie, el francés Jacques Verges, se abstuvo de preguntar siquiera por la más mínima prueba de la existencia de las "cámaras de gas" a las cuales supuestamente Klaus Barbie habría enviado a los niños de la ciudad francesa de Izieu.
En todos los juicios de los así llamados "crímenes de guerra" o "crímenes contra la humanidad", todas las naciones supuestamente civilizadas han ignorado por casi medio siglo las más elementales reglas del derecho criminal.
Para entender a lo que me refiero, tomemos el ejemplo de algún crimen cometido en Francia. Supongamos que en este caso haya un arma, un cuerpo, y un asesino (o presunto asesino). Con algunas excepciones, la corte francesa normalmente pediría informes de rutina:

1. Un estudio técnico del arma utilizada para cometer el crimen;
2. Un informe de autopsia de la víctima, que demuestre cómo y de qué manera ocurrió la muerte;
3. Un informe sobre la reconstitución o simulación del crimen en presencia del acusado en la escena del crimen;
4. Un informe sobre una visita de los jueces, el fiscal, el defendido y los abogados defensores, a la escena del crimen.

Aunque el defendido haya confesado, los jueces nunca decidirían el cese de las investigaciones; una confesión, para que tenga algún valor judicial, debe ser verificada y confirmada.
Sin embargo, durante casi medio siglo nadie jamás ha cumplido con esos elementales estándares en un caso que involucra no sólo un crimen ordinario, perpetrado por una sola persona con un arma ordinaria (ya sea "instrumento contundente" o arma de fuego), sino que, en cambio, es un crimen que supuestamente no tiene precedentes, que habría sido cometido contra millones de personas, utilizando un arma extraordinaria, nunca vista anteriormente por juez alguno en toda su vida: una "super cámara de gas" para miles de víctimas, ¡un virtual matadero químico de operación masiva!
Los primeros juicios contra alemanes acusados de utilizar "cámaras de gas" o "camionetas de gas" para matar gente comenzaron en 1943 en la Unión Soviética. Éstos continúan hasta el día de hoy en Israel, Alemania Occidental y Francia, y pronto ocurrirán en Australia, Canadá y Gran Bretaña. Hoy, después de 46 años de aquellos juicios, aún no hemos tenido:

1. Ningún informe experto que llegue a la conclusión de que algún lugar concreto o alguna camioneta específica se hayan usado en gaseamientos homicidas;
2. Ningún informe de autopsias que llegue a la conclusión de que la víctima haya sido muerta por cianuro de hidrógeno, el gas venenoso que conforma la base del insecticida Zyklon B;
3. Ningún informe sobre la reconstitución de una operación de gaseamiento, usando las miles de víctimas pretendidas y los pasos supuestamente seguidos, y tomando en consideración los peligrosos químicos utilizados;
4. Ningún relato de cualquier visita a terreno para examinar algún lugar o camioneta sospechosos de haber sido utilizados en gaseamientos homicidas, usando las técnicas de investigación forenses de la criminología moderna.

En el transcurso del juicio concerniente al campo de Struthof-Natzweiler, en Alsacia, un experto estudio de la "cámara de gas" y de los "cuerpos gaseados" (mantenidos en el hospital civil de Estrasburgo) fueron de hecho llevados a cabo, pero en cada caso, el Profesor René Fabre, toxicólogo, llegó a la conclusión de que ninguno había sido gaseado. En cuanto a Dachau, hubo a su vez una especie de informe experto realizado por el Capitán Fribourg, del ejército francés, pero cuando el informe llegó a la conclusión de que era necesario examinar la habitación llamada provisoriamente "la cámara de gas", ningún examen de esta índole fue llevado a cabo.
La corte sí realizó algunas visitas a los lugares durante algunos de estos juicios, de manera notable en el juicio de Frankfurt (1963-65). Lo escandaloso fue que sólo partes del campo de Auschwitz fueron vistas por la entonces comitiva oficial de visita, pero no las supuestas "cámaras de gas", a pesar del hecho de que estuvieran allí, ya fuera en su condición original (como afirman hasta hoy los oficiales comunistas polacos y las publicaciones) o en ruinas a partir de las cuales mucho podría ser determinado (ver The Auschwitz Myth, Wilhelm Stäglich, Institute for Historical Review, 1986).
Una recreación, que es por definición un simulacro, hubiese sido fácil de realizar en Birkenau. Inmediatamente hubiera puesto en evidencia la estupidez de las acusaciones de gaseamientos. A veces, documentales dramáticos de tipo hollywoodense son filmados en Birkenau por cineastas que afirman remontarse a la llegada de los convoyes de judíos a la rampa del mismo Birkenau, cerca de los edificios crematorios que supuestamente contendrían (a) una habitación en donde las víctimas se debían desvestir; (b) una cámara de gas homicida; (c) una habitación con cinco hornos crematorios de tres espacios cada uno. Se nos ha dicho que cada grupo de víctimas constaba de alrededor de 2,000 personas y que muchos de estos grupos eran incinerados a diario en cada crematorio. Podemos ver que por el tamaño de las construcciones y la disposición del área circundante, cualquier recreación inmediatamente daría como resultado fantásticos atochamientos por exceso de gente. La obstrucción de los crematorios sería espectacular. ¡Las pilas de cuerpos podridos y en descomposición estarían por todo el lugar! Asumiendo que la incineración de un cuerpo demora una hora y media —el tiempo promedio en la industria funeraria— sucede que una vez pasada aquella hora y media nos encontraríamos con los mismos 2,000 cuerpos originales menos los 15 que habrían sido cremados, ¡dejando aún 1,985 cuerpos sin un lugar dónde poderlos ubicar antes de ser incinerados! La "maquinaria de muerte" colapsaría en el primer gaseamiento. El incinerar 2,000 cuerpos tomaría ocho días y ocho noches, asumiendo una operación continua de los crematorios. Sin embargo, y de acuerdo con los expertos en cremación y los manuales de operación de crematorios, ningún crematorio puede funcionar de forma continua, noche y día, de aquella manera.
Hablemos de quienes atestiguaron en estos modernos juicios de brujas. En todos aquellos interrogatorios se han presentado personas ofreciéndose como testigos vivientes del "Holocausto" y de las "cámaras de gas". ¿Cómo fue que, según sus propios relatos, escaparon de las cámaras de gas? Sus respuestas fueron muy simples: cada uno había sido el beneficiario de un milagro. A medida de que cada sobreviviente pasaba por uno y otro de los supuestos "campos de muerte", éste consideraba que su vida era una serie de milagros. Los miembros de los "Sonderkommandos" rompen todos los récords. De acuerdo a sus relatos, los alemanes usualmente también los gaseaban cada tres meses, lo que significa que dos años en Auschwitz y Birkenau implicaría un total de siete u ocho milagros consecutivos para aquellos campeones. Sólo en raras ocasiones los jueces o abogados de aquellos juicios osaron traicionar su sorpresa ante tantos milagros y tanta gente salvada por los mismos. El campeón olímpico de los sobrevivientes a las cámaras de gas, Filip Müller, el inmortal autor de Eyewitness Auschwitz: Three Years in the Gas Chambers, tuvo algunos problemas con esta pregunta en el juicio de Frankfurt, pero encontró la respuesta perfecta: explicó con desdén que las historias sobre la eliminación regular del "Sonderkommando" era una mera leyenda. Es perturbador que jueces, historiadores y el público general se dejen engatusar hasta tal punto por estos supuestos testigos del "Holocausto". Para Simone Veil, antigua ministra francesa y cabeza del Parlamento Europeo, el ofrecerse ella misma como testigo, y como prueba viviente, de la exterminación de los judíos en Auschwitz, es la epítome de la impertinencia. Si ella es la prueba viviente de algo, es de que los alemanes no exterminaron a los judíos en Auschwitz. Veil, su madre y una de sus hermanas estuvieron siempre juntas: en Drancy (un campo de tránsito francés), en Auschwitz, en Bobrek (un subcampo de Auschwitz), y en Bergen-Belsen. Fue en este último campo donde contrageron tifus, considerada habitualmente una enfermedad mortal en aquel momento de la historia. La madre de Veil murió allí. Al igual que sus dos hijas, ella también sobrevivió a Auschwitz. Otra de sus hijas sobrevivió a Ravensbrück.
Personalmente, no considero a nadie como "testigo" a menos que la persona pase satisfactoriamente la prueba de ser examinado por ambas partes, mediante interrogación competente e imparcial, sobre los aspectos físicos de los hechos que ésta reporta.
Por favor léase bien lo que aquí digo: en ningún juicio ambas partes han examinado a algún supuesto testigo referente a los aspectos físicos de los "gaseamientos" en los cuales éste afirma haber participado o presenciado. Incluso en el juicio de Tesch y Weinbacher, sentenciados a muerte y ejecutados por haber fabricado y vendido Zyklon B, el testigo de la fiscalía, Charles Sigismond Bendel, sobre cuyo testimonio ambos fueron condenados en gran parte, no pasó por ese tipo de examen (ver Zyklon B, Auschwitz and the Trial of Dr. Bruno Tesch, The Journal of Historical Review, otoño 1983, p. 10-23). Por principio y como táctica de defensa, los abogados de los acusados esquivaron el tabú de las "cámaras de gas" limitándose a decir que mientras las cámaras de gas existieron, sus clientes no gasearon a nadie.
Después de Zündel
Con la llegada de Ernst Zündel, el velo de tal truculencia fue rasgado. Este hombre tuvo la valentía de no dejarse intimidar. Mostró que el emperador en realidad no llevaba vestiduras. Confundió a los rufianes con su enfoque directo y sin pelos en la lengua. Como consecuencia, los expertos en procesos y los testigos sufrieron una severa derrota durante su juicio. Y Ernst Zündel, moviéndose en contraofensiva, dio una lección magistral a historiadores y jueces. Les mostró lo que ellos debieron haber hecho todo el tiempo. Los historiadores y los jueces debieron, en cierto sentido, haber comenzado por el principio, cosa que, como todos sabemos, es a veces muy difícil de hacer. Más que nada tratando de establecer qué había ocurrido físicamente, Ernst Zündel costeó de su propio bolsillo el viaje a Polonia de un estadounidense experto en cámaras de ejecución mediante gas, junto a su equipo. Este experto, Fred Leuchter, tomó muestras del terreno, los muros, y los pisos de las supuestas cámaras de gas y las hizo analizar por un laboratorio americano.
Describí en otra parte cómo los expertos y los testigos de la fiscalía fueron dirigidos durante los juicios de Toronto en 1985 y 1988 (ver The Zündel Trials (1985 and 1988), Robert Faurisson, The Journal of Historical Review, invierno 1988-1989, pp. 417-431). No volveré a aquel tema. Sólo quiero dejar en claro que esta apreciación no es simplemente mi propia versión subjetiva. La prueba de que digo la verdad está en que en el juicio de 1988, el experto exterminacionista número uno, Raul Hilberg, el "Papa" de la Leyenda del Holocausto, rehusó volver a testificar debido a que aún tenía dolorosos recuerdos de su derrota en 1985 en manos del abogado defensor de Zündel, Douglas Christie. Esto lo dijo en una carta dirigida al Fiscal John Pearson, misiva que debió permanecer confidencial pero sobre la cual la defensa escuchó hablar y causó que se hiciera pública. El Dr. Rudolf Vrba, el otro testigo estrella del juicio de 1985, tampoco volvió para el juicio de 1988. El Fiscal Pearson, al ser interrogado por el Juez Ron Thomas sobre si vendrían algunos "sobrevivientes", tuvo que responder vergonzosamente (yo estaba presente) que esta vez no lo harían.
Debido a mi lástima por ellos, no me referiré aquí (como ya lo hice en el artículo antes mencionado) a las declaraciones hechas en 1988 por el representante de la Cruz Roja Charles Biedermann, un hombre aparentemente honesto e inteligente que, sin embargo, frecuentemente daba respuestas evasivas y que conducían a errores, y por el Profesor Christopher Browning, quien diera una alarmante muestra de lo que puede ser un profesor universitario norteamericano: confuso, ignorante, ilimitadamente iluso, amante del dinero y sin escrúpulos. En él vimos a un profesor universitario que aceptó $150 por hora del bolsillo del contribuyente canadiense para venir a Toronto a destruir y ayudar a encarcelar a un sólo hombre - Ernst Zündel - por publicar en Canadá un ensayo de 14 años de antigüedad que había sido distribuido de forma gratuita en Gran Bretaña y en el propio país de Browning.
Para mí, uno de los principales resultados del primer Informe Leuchter fue simplemente dejar muy en claro un hecho sencillo: que ningún estudio forense experto había sido previamente realizado acerca del "arma" utilizada para efectuar el crimen del "Holocausto". Desde que su informe fuera hecho público en abril de 1988, Leuchter no ha encontrado siquiera a una persona, incluyendo a aquellos que han manifestado su ira hacia sus descubrimientos, que pudiera refutar su informe mediante alguna otra investigación previa (no me refiero aquí, por supuesto, a los informes expertos encargados por el Magistrado Jan Sehn de Polonia, informes que no tienen nada que ver con el tema). En cuanto a quienes critican algunas partes del Informe Leuchter, les invito a hacer su propia investigación y obtener sus propios informes de laboratorio.
Aún queda una solución esbozada por el mismo Fred Leuchter en un artículo entregado en Los Angeles en febrero de 1989, durante la Novena Convención Internacional del Institute for Historical Review: el establecimiento de un comité internacional de expertos en el problema de las cámaras de gas. Ya en 1982, el historiador francés Henri Amouzoux, con quien había yo discutido mi investigación, me confió que esperaba una solución de esta índole. Me contó en muchas palabras que lo que deseaba era una comisión "internacional", definitivamente no una comisión "nacional", ya que los franceses parecen incapaces de cualquier objetividad frente a la cuestión de las cámaras de gas.
Las autoridades polacas, a menos que desarrollen un súbito apetito por la Glasnost, se opondrán con todas sus fuerzas a cualquier cuestionamiento de esta índole, así como se han opuesto a todo normal acceso a los archivos del Museo Estatal de Auschwitz, especialmente a los registros de muertes (Totenbücher) dejado por los alemanes, que nos pudiera dar una idea del número real de aquellos que murieron en Auschwitz y la causa de estos decesos. En 1987, Tadeusz Iwaszko, el director de Archivos del Museo de Auschwitz, le contó al periodista francés Michel Folco (en presencia del farmacéutico Jean-Claude Pressac, uno de los amigos de Serge Klarsfeld) que "si realizáramos excavaciones que no descubriesen alguna prueba sobre la existencia de las cámaras de gas, los judíos nos acusarían a nosotros, los otros polacos, de haber escondido la evidencia". [Nota: el 8 de agosto de 1989, Ernst Zündel le escribió a Michel Gorbachov, informándole que se había enterado de la captura del registro de muertes de Auschwitz por la Unión Soviética durante el testimonio que el delegado de la Cruz Roja Charles Biedermann diera en el juicio. Pedía permiso para acceder a estos registros y sugería que sería un gesto de buena voluntad si aquellos fuesen liberados. Quizás en una feliz coincidencia, la Unión Soviética liberó los registros un mes y medio más tarde].
Es muy posible que el primer Informe Leuchter permanezca por mucho tiempo como la primera y última palabra acerca de las cámaras de gas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek. Como esfuerzo pionero, ha abierto un campo de investigación particularmente fértil para que otros lo puedan seguir y expandir.

El Segundo Informe Leuchter
El Segundo Informe Leuchter es también un trabajo pionero, esta vez sobre la cuestión de las supuestas cámaras de gas en Dachau, Mauthausen y Hartheim.
No acompañé a Leuchter y a su equipo a Auschwitz, Birkenau o Majdanek, pero había pensado desde 1977 que las cámaras de gas norteamericanas que funcionaban con gas de cianuro debían ser estudiadas para saber lo absurdo de las supuestas cámaras de gas alemanas que, se decía, utilizaban Zyklon B, un insecticida cuya base es hidrógeno de cianuro. Esperaba, realmente sin creer en ello, que algún día un experto en las cámaras de gas norteamericanas visitara Auschwitz y realizara el tipo de estudio físico y químico que debió haber sido realizado para cualquier consulta histórica o judicial honesta.
En 1979, mientras ocurría la primera convención internacional del Institute for Historical Review, yo mismo le mencioné la idea a varias personas, especialmente a Ernst Zündel. En los años que siguieron, abandoné toda esperanza. Debo decir que incluso entre algunos revisionistas no encontré demasiado interés en mi idea. Quizás parecía demasiado atrevida o poco realista, pero Ernst Zündel no abandonó ni aquella idea, ni la esperanza de tener éxito. En el prefacio del primer Informe Leuchter, relaté cómo gracias a Ernst Zündel y a la abogada canadiense Barbara Kulaska tuve la posibilidad de encontrarme con Fred Leuchter en Boston, y cómo la expedición a Polonia fue organizada.
Fui parte del equipo de Leuchter para la expedición hacia Alemania Occidental y Austria. En el informe que están a punto de leer, Fed Leuchter nos da toda la información de importancia sobre los miembros de aquel equipo y acerca de la naturaleza y los resultados de su misión.

-Dachau-
Desde 1945 hasta 1960, la propaganda Aliada y sus cortes nos dijeron que en Dachau, Mauthausen y Hartheim se habían utilizado cámaras de gas homicidas. Aparentemente, no faltaban evidencias que probaran aquel hecho. Se hacía especial énfasis sobre la "cámara de gas" de Dachau y sus víctimas. La propaganda norteamericana era tan abundante que, si hoy en día existe algún país en el mundo donde los "gaseamientos" en Dachau son considerados tan reales como la existencia de las pirámides de Egipto, es en Estados Unidos.
Uno de los días decisivos en el juicio-show de Nuremberg fue aquél en que la fiscalía exhibió una película sobre los campos de concentración alemanes. El mayor horror sobrevino al mostrar las tomas de la "cámara de gas" en Dachau. El narrador explicaba el funcionamiento de la maquinaria que supuestamente gaseaba "probablemente a un centenar de hombres a la vez". No podemos dejar de enfatizar cuánto fue lo que aquel segmento -6,000 pies de película seleccionados de entre los 80,000 pies que habían sido filmados- cautivó e infuenció la imaginación de las personas, incluyendo a la mayoría de los defendidos alemanes. Es muy posible que los dos eventos que más ayudaron a agitar la opinión pública contra los derrotados alemanes fueran, primero, la exhibición de aquella película, y segundo, la especie de confesión pública hecha ante el tribunal por Rudolf Höss, "el Comandante de Auschwitz". Hoy sabemos que esta confesión fue "dictada". La substancia de aquella fue inventada por la imaginación enferma de uno de los hombres que torturaron a Höss tras su captura, un judío británico (ver How the British Obtained the Confession of Rudolf Höss, Robert Faurisson, The Journal of Historical Review, invierno de 1986-1987, pp. 389-403).
Pero la historia de los "gaseamientos" en Dachau también fue inventada de la nada. Tuvimos que esperar hasta 1960 para que los embusteros lo admitieran. El 19 de agosto de 1960, en Die Zeit, el notorio Martin Broszat admitió que nunca habían habido gaseamientos homicidas en Dachau. Dos años antes, aquel mismo historiador, para su eterna vergüenza, había publicado la "confesión" de Rudolf Höss, supuestamente escrita en prisión después de que Höss había sido entregado por los ingleses a los comunistas polacos. Al hacerlo, la había presentado como genuina y confiable, aunque estas "confesiones" eran esencialmente las mismas confesiones obtenidas por los ingleses, y no eran más que una reorganizada y expandida versión de las invenciones de los británicos, ¡con un poco más de aliño polaco! (En 1972, Martin Broszat se convirtió en director del Instituto de Historia Contemporánea de Munich, un instituto de propaganda semi-oficial del estado alemán occidental).
Hoy, cada uno de aquellos que visitan la "cámara de gas" en Dachau puede leer, sobre un panel móvil, la siguiente declaración escrita en cinco idiomas: “CAMARA DE GAS - disfrazada como "cuarto de duchas" - nunca fue utilizada como cámara de gas.” Debido a que el panel es móvil, los realizadores de películas que sensacionalizan la maldad, al igual que otros mentirosos profesionales, pueden correrlo fuera de vista y filmar o fotografiar este cuarto desde todos los ángulos, manteniendo insistentemente que fue una cámara de gas verdaderamente utilizada para gasear prisioneros.
Me asombra el cinismo de los oficiales del Museo de Dachau y la ingenuidad de los visitantes del museo. Las palabras sobre el panel realmente no significan nada. En 1980, en mi Mémoire en defense contre ceux qui máccusent de falsifier l´histoire (1980, p. 197-222), creo haber ilustrado este punto. Relaté cómo había puesto en aprietos a Barbara Distel, la Directora del Museo, y al difunto Dr. Guerisse, entonces Presidente del Comité Internacional de Dachau, cuyas oficinas centrales están en Bruselas, al preguntarles por qué llamaban a esta pieza "cámara de gas". Cuando la gente le preguntaba a aquellos dos cómo fue que los alemanes no encontraron el tiempo suficiente para terminar esa pequeña cámara de gas que comenzaran en 1942, decían que los prisioneros utilizados en su construcción o la saboteaban, o se rehusaban a trabajar en ella. Pero, ¿cómo podían aquellos prisioneros, quienes nunca en sus vidas pudieron haber visto algo que no existía en ningún lugar del mundo (una cámara de gas para 100 personas a la vez), cómo podían ellos saber, al momento que comenzaban a trabajar, que una vez que la cámara estuviese lista, habrían construido una cámara de gas homicida? ¿Tenemos aquí otro milagro más, uno de adivinación interpersonal y telepatía mental? ¿Acaso los detalles sucesivos del trabajo de los prisioneros fueron transmitidos durante tres años? ¿Les dieron los alemanes una misión ultrasecreta, sin estar preocupados de terminar este instrumento de asesinato, si la matanza de internos era una política alemana para la "Solución Final"? Más aún, ¿cómo sabían Barbara Distel y el Dr. Guerisse que este cuarto era una cámara de gas inconclusa? ¿Pueden explicarnos qué más necesita esta pequeña cámara de gas "inconclusa" para poder ser completada? ¿Dónde obtuvieron su información técnica? ¿Poseen planos para la construcción de "cámaras de gas" entre sus archivos? ¿Habrán visto ya alguna cámara de gas "completa"? ¿Dónde y cuándo?
En el momento de nuestra visita a Dachau, el 9 de abril de 1989, Fred Leuchter, Mark Weber y yo fuimos filmados en video por el camarógrafo Eugen Ernst, primero en la cámara de gas, y posteriormente, después de abandonarla, en una especie de plaza de armas en el exterior. Fue sobre aquella plaza de armas que decidimos grabar nuestros comentarios acerca de nuestra visita. Los turistas que recién habían visitado el cuarto nos vieron ya algunos se detuvieron a escucharnos. Fred Leuchter pudo hacer su informe en paz, excepto por un incidente no muy grave provocado por un turista que de modo agresivo me preguntó si acaso poníamos en duda la veracidad de la "cámara de gas". Evadí la pregunta y se fue. Cuando fue el momento de que Mark Weber y yo comentáramos en cámara nuestra visita, los turistas se empezaron a juntar en números bastante grandes. Algunos mostraban un poco de nerviosismo. Pudimos haber interrumpido nuestro informe y haberlo continuado en algún otro lugar del campo, pero decidí permanecer donde estábamos y tratar de aprovechar la situación. Después de todo, teníamos delante de nosotros el mejor auditorio posible: todos ellos acababan de "ver una cámara de gas" y más tarde probablemente le dirían a sus amistades: "Nadie puede negar la existencia de las cámaras de gas. Yo mismo he visto una en Dachau." Entonces procedí a entablar un improvisado debate con los visitantes. Señalé que no habían visitado una cámara de gas en absoluto, sino simplemente un cuarto el cual la Sra. Distel, directora del Museo, había designado como tal. Al hacer ésto, ella había hecho una seria acusación para la cual no presentaba prueba alguna (las pocas fotos y documentos que colgaban en una pieza contigua a la pretendida cámara de gas no probaban nada en absoluto). Pero, ¿quién se atrevería a pedirle alguna prueba? Nadie, aparentemente. Previne a aquellos turistas de no sentirse tentados de ir y relatar a su círculo familiar que habían visto una cámara de gas en Dachau. En realidad, no habían visto nada parecido. En medio de mi presentación les hice saber que en lo que nos concierne a nosotros como revisionistas, no habían existido tales cámaras de gas homicidas en ninguna parte, incluyendo Auschwitz, ni habría habido política alemana alguna para exterminar a los judíos.
El hecho completo empezó a parecer como una especie de "acontecimiento". Algunos visitantes reaccionaron de manera furiosa, otros concordaban con nosotros. Todos ellos parecían o indignados, o interesados. Un joven alemán pensaba que yo merecía ser arrojado en prisión por aquellos planteamientos. Aquellos más hostiles escapaban de la manera habital "Cámaras de gas o no, da lo mismo". Este es un argumento el cual yo, como francés, particularmente disfruté, puesto que en Francia Jean-Marie Le Pen había sido severamente condenado por los tribunales, en respuesta a quejas de parte de grupos judíos, por haber dicho exactamente la misma cosa.
La mágica "cámara de gas" es la columna central de la religión del "Holocausto". No son los revisionistas sino más bien los adherentes a esta religión quienes hacen todo el alboroto sobre de las cámaras de gas. Consecuentemente, debemos pedirles alguna explicación por su apego a la cámara de gas. Por supuesto, deben aferrarse a ésta, puesto que sin un medio de destrucción específico, se vuelve imposible el probar la existencia de una destrucción sistemática y específica de los judíos. Sin la cámara de gas, no hay genocidio. Y, sin genocidio, la historia de la comunidad judía se asemeja al sufrimiento de todas las demás comunidades humanas acaecidas durante la Segunda Guerra Mundial.
Eugen Ernst pudo grabar gran parte de este acontecimiento, el cual me permitió dar mi primera presentación pública en Alemania sobre el tabú de las "cámaras de gas" y el pretendido "genocidio", justo al frente de la falsa cámara de gas de Dachau, uno de los lugares más importantes utilizados por quienes proponen la Gran Mentira del Holocausto.

-Mauthausen-
La minúscula cámara de gas de Mauthausen nunca ha sido defendida por muchos de los fieles del Holocausto. Es indefendible. En casi medio siglo sólo dos personas han tratado de hacernos creer en su veracidad: Hans Marsalek de Austria y Pierre-Serge Choumoff de Francia. En sus varias publicaciones astutamente se abstienen de mostrar una foto real del interior de la habitación. La razón es simple: el cuarto se ve como nada más que un simple cuarto de duchas y no se puede ver nada que haga pensar que era una cámara de gas homicida con toda la maquinaria que, de haber sido así, ¡sería indispensable, y por lo mismo, debiera permanecer allí! Marsalek y Choumoff por lo general no muestran nada de ésta en absoluto; en rara ocasión muestran una foto exterior de una de sus dos puertas (dos puertas para una cámara de gas, un hecho que definitivamente doblaría los problemas para mantener la cámara hermética), o a veces permitirán al lector ver vagamente una pequeña parte del interior.
Al momento de mi primera visita a Mauthausen en 1978, pregunté a dos oficiales del museo, particularmente al director, un antiguo recluso español, por qué de entre todas las postales del campo que se encontraban en venta para los turistas no había una sola que mostrara la pretendida cámara de gas. La réplica fue “¡Eso sería muy cruel!" Esta es una respuesta un tanto sorprendente cuando se tiene en mente que todos esos museos de campos de concentración, incluyendo el de Mauthausen, nos recuerdan las "cámaras de horror" que pueden ser vistas en parques de diversión y exhibiciones, y cuando uno se da cuenta que esta especie de “anti-nazismo de tienda pornográfica” es una de las mercancías más florecientes del “shoah-business”.
Durante aquella misma visita también quise saber por qué no mostraban, ya fuera en la “cámara de gas” misma o en el museo, algún documento o informe experto que probara que lo que parecía un cuarto de baño era en realidad una cámara de gas homicida. El director del campo se atrevió a contestar que el texto de un informe experto de hecho se encontraba en exhibición en la cámara de gas misma. Esto no era cierto. Tuvo que volver e informarme acerca de un informe experto que podía hallarse en Linz, pero no dio mayores detalles al respecto. Está claro que, si hubiese tal informe experto, sería reimpreso en todos los trabajos dedicados a Mauthausen y que sería mencionado en todas las bibliografías del “Holocausto”.
Durante nuestra inspección de Mauthausen el 10 de abril de 1989, ocurrió un incidente que involucró a las autoridades del campo. Visitamos el lugar a tempranas horas de la mañana para permitirle a Fred Leuchter tomar muestras sin demasiados riesgos. Apenas hubo terminado su tarea (la que generó gran cantidad de ruido) un grupo de visitantes comenzaron a recorrer la "cámara de gas". Eran en su mayoría niños provenientes de escuelas donde son adoctrinados sistemáticamente para sentir vergüenza y odio por lo que las anteriores generaciones de alemanes y austriacos supuestamente habrían hecho durante la guerra (Austria es el lugar de residencia elegido por el más bien odioso Simon Wiesenthal). Los guías, fueran oficiales del museo o maestros, hablaban largamente acerca de cómo funcionaba, dando las habituales y típicas explicaciones encontradas en la "literatura del Holocausto" popular que se contradecía en muchos puntos.
Sin advertencia alguna, Mark Weber y yo, bajo el observante ojo de la cámara encendida de Eugen Ernst, comenzamos a formular preguntas al guía de turistas del museo que parecía ser el de mayor rango en la escena. Después de haber estado muy seguro de sí mismo en un comienzo, el pobre hombre, bombardeado de preguntas, finalmente tuvo que admitir que nadie sabía mucho acerca de cómo aquella “cámara de gas” habría funcionado. Parecía que a través de los años la historia había adquirido formas extremadamente variadas. Le habían dado a los visitantes tres consecutivas versiones contradictorias sobre el proceso de gaseamiento:

Versión No.1:
El gas emanaba del techo a través de los cabezales de las duchas (aún existentes): Aquella versión, nos dijo el oficial, fue desechada cuando la gente notó que, considerando lo bajo del techo, las víctimas simplemente pudieron haber puesto sus manos sobre los cabezales para bloquearlos y prevenir la propagación del gas;

Versión No.2:
El gas emanaba del techo y era ventilado al momento de la extracción del aire a través de una especie de abertura de chimenea, aún existente, ubicada en el lado oeste. El oficial no fue capaz de decirnos por qué aquella versión de la historia también había sido desechada;

Versión No.3:
El gas emanaba a través de una delgada cañería perforada, ubicada sobre la muralla este, a unos 80 centímetros del suelo. Es decir, provenía de una parte de la habitación diametralmente opuesta a aquella donde habría estado en la Versión No.2. Ya no existe ningún indicio de aquella cañería, o ni siquiera de la abertura a través de la cual supuestamente venía desde la habitación contigua donde el gas era generado. Este cuarto adyacente, sin embargo, estaba completamente vacío y no contenía nada que diera pista alguna sobre su posible utilización.

Todo aquello ya era preocupante, pero quizás lo más perturbador era que la explicación completa grabada sobre una placa de metal dentro de la cámara de gas era aquella de la Versión No.2. Le mencioné esto al oficial, quien explicó que el texto de la placa era un error, que el procedimiento allí explicado ya no era el correcto. Observé que la Versión No.3, aquella considerada actualmante como auténtica, tenía el problema de ser en extremo improbable físicamente. Ya que estaba ubicada a 80 centímetros del suelo, esta cañería perforada, aún si hubiese estado parcialmente empotrada a la muralla para resistir la presión de los cuerpos allí dentro, hubiera sido bloqueada por los cuerpos de las víctimas aglomeradas dentro de la cámara de gas. ¿Cómo se hubiese esparcido el gas de manera normal en la "cámara de gas" para poder dar muerte a todas las víctimas a través de la totalidad de la habitación? El oficial dijo finalmente que él no era un científico y que su explicación era aquella dada en el libro escrito por... Hans Marsalek.
Pocos minutos después de que el guía del tour del museo se había marchado, dos oficiales de policía (¿?) aparecieron, ordenándonos detener toda filmación. Nos informaron que podíamos fotografiar todo Mauthausen excepto... ¡la "cámara de gas" y el horno crematorio! Sin embargo, no había ningún anuncio que dijera esto a los turistas. En cualquier caso, miles de visitantes fotografiaron aquellos dos lugares sin ninguna advertencia por parte de las autoridades del campo.
En Mauthausen tuve la sensación de que las autoridades del campo vivían en una especie de pánico. Parecían estar obsesionados por el progreso del revisionismo en Austria y por el trabajo revisionista de gente como Emil Lachout, Gerd Honsik y Walter Ochensberger. (Dicho sea de paso, me gustaría rendir homenaje a la memoria de otro austriaco, Franz Scheidl. Durante los años 60, él mismo publicó y costeó una serie completa de estudios bajo el título general de Geschichte der Verfemung Deutschlands ["Historia de la Difamación de Alemania"]. Ha permanecido largamente desconocido, incluso para muchos revisionistas).

-El Castillo Hartheim-
El Castillo Hartheim puede divisarse a gran distancia, debido a que se encuentra erigido en medio de un llano. Como área que supuestamente sirvió de escenario para el más secreto de los crímenes, ocultarlo se hace realmente imposible. Aquel castillo fue, antes y después de la guerra, una especie de asilo, lo que continua hasta nuestros días. Contiene una pequeña habitación de aspecto inofensivo, la cual le hace a uno preguntarse por qué los practicantes de la Gran Mentira decidieron llamarla "cámara de gas homicida". Es una de las invenciones más insultantes e incomprensibles de la religión del "Holocausto". Hoy puedo visualizar solamente un uso para ella: a quienes se mofan de las supersticiones religiosas del pasado como si nuestra época fuese más iluminada e inteligente que las de siglos más distantes, gustoso les diría: "Vayan a visitar la cámara de gas en el Castillo Hartheim y luego vengan a decirme si no se sienten humillados por haber sido tratados como imbéciles por la gente que se atreve a decir que fue alguna vez una cámara de gas". No conozco publicación alguna que reproduzca una foto de aquella minúscula "cámara de gas". Fue identificada como tal por Hans Marsalek, en la versión inglesa de la confesión que supuestamente obtuviera de Franz Ziereis, Comandante de Mauthausen, en relación a: "grandes instalaciones de gaseamiento donde, según cálculos de Ziereis, entre 1 y 1,5 millones de personas fueron muertas". [¡!]

La Intifada Revisionista
La actual confusión de los defensores del "Holocausto" ha tenido algunos efectos curiosos. Hasta el final de los años 70, creían que para Auschwitz, Birkenau y otros campos ubicados en Polonia poseían pruebas sólidas sobre la existencia de las cámaras de gas y, por consecuencia, del genocidio de los judíos. Hasta aquel entonces llegaron incluso a decir que habían algunas exageraciones y que los campos ubicados fuera de la actual Polonia probable o ciertamente no contaban con ninguna cámara de gas.
Al comienzo de los años 80, a causa de los escritos revisionistas, las cámaras de gas en Polonia y particularmente aquellas en Auschwitz y Birkenau parecían ser cada vez más dudosas. Esto produjo entonces una reacción motivada por el miedo. En un movimiento comparable con aquellos fundamentalismos religiosos o políticos, los exterminacionistas llamaron a volver a la fe y a las doctrinas originales. "Reestablecieron" las cámaras de gas que habían sido abandonadas. Se propusieron reafirmar que realmente sí hubo cámaras de gas en Mauthausen, Sachsenhausen, Ravensbrück, Neuengamme, Struthof-Natzweiler, y quizás también en Dachau. Aquí me refiero al libro de Adalbert Rückerl, Hermann Langbein, Eugen Kogon y otros 21 escritores: NS-Massentötungen durch Giftgas, (Fischer Verlag, 1983).
En lo que respecta a Mauthausen, algunas personas, incluyendo a Claude Lanzmann y Yehuda Bauer, llegaron al punto de retractarse de su relato. En 1982, Bauer escribió claramente que "ningún gaseamiento se llevó a cabo en Mauthausen". Lanzmann fue igual de claro. En 1986, durante un amargo debate sobre el asunto Roques en Europa 1 (una cadena de radio francesa), corrigió al miembro del gabinete Michel Noir, quien había mencionado la cámara de gas de Mauthausen. Lanzmann contradijo firmemente al Ministro en este punto: nunca habría existido una cámara de gas en aquel campo. Pero todo ello no impidió a este par de personajes declarar pocos años después que en realidad sí habría habido una cámara de gas en Mauthausen (para la retractación de Bauer, ver páginas 33-34 del absurdo libro publicado en Viena en 1989, por el Dokumentations-archiv des österreichischen Widerstandes bajo el título Das Lachout - "Dokument", Anatomie einer Falschung. En lo concerniente a la retractación de Lanzmann, leer su carta publicada en Le Monde Juif, julio-septiembre de 1986, p. 97). Todas esas contradicciones y súbitos cambios de dirección y explicaciones constantemente alteradas suman una prueba más al hecho de que la “cámara de gas” y el “genocidio” no son nada más que un mito. Un mito que constantemente muta bajo la influencia de las opiniones dominantes y de las necesidades del momento.
Los exterminacionistas de hoy tienen sólo dos refugios restantes, dos puntos donde esperan ser capaces de anclar su fe: el "camión de gas" y "Treblinka". Referente al primer punto, les puedo decir que el francés Pierre Marais pronto publicará un estudio titulado Le Mythe des camions a gaz (El Mito de los Camiones de Gas). Sobre el segundo punto, puedo contarles que perderán "Treblinka" de la misma manera en que perdieron "Auschwitz".
Los promotores del "Holocausto", en un futuro predecible, conservarán su dinero, su poder, su capacidad para producir películas, para realizar ceremonias, para construir museos, pero aquellas películas y ceremonias y museos cada vez estarán más desprovistos de significado. Aún serán capaces de encontrar más y más formas de reprimir a los revisionistas a través de ataques físicos, campañas de prensa, pasar leyes especiales, e incluso el asesinato. Cincuenta años después de la guerra continuarán persiguiendo todos aquellos a quienes llaman "criminales de guerra" mediante juicios fraudulentos. Los revisionistas les responderán con estudios históricos y forenses, con libros eruditos y técnicos. Aquellos libros y estudios serán nuestras piedras, en esta, nuestra Intifada intelectual.
Los judíos tendrán que elegir una opción: o seguir el ejemplo de aquellos pocos entre ellos que han sido lo suficientemente valientes y honrados como para denunciar la Gran Mentira, o pueden apoyar las melodramáticas actividades de gente como Elie Wiesel y Samuel Pisar y las vergonzosas cacerías de brujas llevadas a cabo por gente como Simon Wiesenthal y el O.S.I. en los Estados Unidos.
David Irving, en apoyo a la posición Revisionista en 1988, dijo recientemente:
"La comunidad judía tiene que examinar sus conciencias. Han estado propagando algo que no es verdad." (The Jewish Chronicle, Londres, 23 de junio de 1989)."
Yo no hubiera podido decirlo mejor.

Dr. Robert Faurisson
Agosto de 1989



EL SEGUNDO INFORME LEUCHTER

Introducción
En marzo de 1989 fui encomendado por el Sr. Ernst Zündel de Toronto, Canadá, para investigar tres (3) supuestas cámaras de ejecución a gas y crematorios en Alemania y Austria. Estas locaciones, supuestamente operadas por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, eran Dachau, en Alemania, y Mauthausen y el Castillo Hartheim, ambas cerca de Linz, Austria.
Los hallazgos de estas investigaciones y análisis forenses en Dachau, Mauthausen y Hartheim trajeron como resultado un informe ingenieril y un estudio forense sobre la eficacia de las instalaciones antes mencionadas para funcionar como cámaras de ejecución a gas. Aunque muchos historiadores establecidos parezcan aceptar ahora que estas instalaciones nunca funcionaron como cámaras de ejecución a gas, el Sr. Zündel quiso disipar cualquier duda posterior y probar científicamente, más allá de toda interrogante, si estas instalaciones fueron o no usadas, y si realmente era factible el que hubiesen sido utilizadas como instalaciones de ejecución a gas. Como resultado de la dirección del Sr. Zündel, me hice cargo de la investigación y evaluación científicas. El día domingo 9 de abril de 1989 llegué a Dachau con el siguiente equipo: Carolyn Leuchter como secretaria/técnico; el Dr. Robert Faurisson, consejero y consultor; Mark Weber, historiador y autor de historia europea contemporánea; Tijuda Rudolf, intérprete; Steven Devine, técnico; Eugene Ernst, camarógrafo; y Kenneth Ernst, camarógrafo asistente. Al día siguiente, el lunes 10 de abril, inspeccionamos Mauthausen y el Castillo Hartheim, cerca de Linz, Austria. Este informe y mis hallazgos son el resultado de estas investigaciones llevadas a cabo en Dachau, Mauthausen y Hartheim.

Propósito
El propósito de este informe, y de las investigaciones que lo anteceden, es el determinar si es que las supuestas cámaras de gas en tres (3) locaciones específicas, una (1) en Alemania y dos (2) en Austria, específicamente, Dachau, Mauthausen y el Castillo Hartheim, respectivamente, pudieron haber operado de cualquier modo resultando en ejecuciones a gas singulares o múltiples. Aunque conscientes del hecho que muchos historiadores establecidos ahora parecen concordar en que ninguna de estas instalaciones funcionó jamás como una instalación de ejecución a gas, el autor también está consciente de que inmediatamente después de la captura americana de estas locaciones durante la Segunda Guerra Mundial, una función de ejecución a gas masiva le fue adscrita a estas instalaciones, una aseveración que fue ampliamente publicada en los medios masivos internacionales de la época. Es para eliminar cualquier duda o inquietud posterior que esta investigación se llevó a cabo y este informe fue escrito.
Este propósito incluye la investigación y la inspección in situ de las instalaciones físicas, del diseño de estas instalaciones y una descripcción de los supuestos procedimientos de gaseo utilizados en las supuestas ejecuciones. El propósito también incluye estimaciones acerca del máximo número de reclusos (personas) que pudieron haber cabido de manera posible dentro de estas supuestas cámaras de gas y los tiempos de ventilación estimados. Este propósito no incluye la determinación de ningún número de personas muertas o que murieron por medios distintos a los del gaseamiento, o de si tal "Holocausto" efectivamente ocurrió. Más aún, tampoco es la intención de su autor la redefinición del "Holocausto" en términos históricos, sino simplemente el proveer evidencia científica e información obtenida en los sitios mismos y entregar una opinión basada en todos los datos científicos, ingenieriles y cuantitativos disponibles para el propósito y la utilización de las supuestas cámaras de ejecución a gas y de las instalaciones crematorias en las locaciones investigadas.

Antecedentes
El investigador principal y autor de este informe es un ingeniero, especialista en el diseño y la fabricación de instalaciones de ejecución, quien ha trabajado específicamente diseñando instalaciones en los Estados Unidos para ser utilizadas en la ejecución de personas condenadas por medio del gas hidrógeno de cianuro (gas "Zyklon B").
El investigador ha inspeccionado las supuestas cámaras de ejecución a gas en Polonia, siendo el autor de un informe sobre estas instalaciones: An Engineering Report on the Alleged Execution Gas Chambers at Auschwitz, Birkenau and Majdanek, Poland (1988, Samisdat Publishers Ltd.). El autor ha sido reconocido por una Corte canadiense como experto en tecnología de cámaras de gas, testificando la no existencia de instalaciones de ejecución a gas en dichos lugares.
El investigador ha inspeccionado las instalaciones en Dachau, en Alemania, y en Mauthausen y el Castillo Hartheim, en Austria, tomando medidas y muestras forenses. Más aún, adquirió los folletos impresos oficiales, publicados y ofrecidos en venta por los tres (3) museos de aquellos lugares, revisando esta literatura. También revisó la literatura sobre los procesos de desparasitación mediante cianuro de hidrógeno ("Zyklon B").

Alcance
El alcance de este estudio incluye una inspección física e información cuantitativa obtenida en Dachau, Mauthausen y Hartheim, literatura obtenida en los tres (3) museos de los sitios, y una consideración de muestras forenses tomadas en Mauthausen. Por razones explicadas posteriormente, no se obtuvieron muestras de Dachau o Hartheim. Más aún, en la elaboración de este informe se utilizó la información sobre el diseño de las cámaras de gas norteamericanas y el protocolo operacional utilizado en las ejecuciones por medio de gas en los Estados Unidos provenientes del propio conocimiento personal del investgador y de su experiencia en aquel campo, así como el conocimiento obtenido en la investigación de las supuestas cámaras de gas polacas. Adicionalmente, se consideró los procedimientos operacionales y el equipo utilizado en instalaciones desparasitadoras. Utilizando toda la información anterior, el investigador ha limitado el enfoque de este estudio a una determinación de la capacidad de las supuestas cámaras de gas en cuestión en Dachau, Mauthausen y el Castillo Hartheim para llevar a cabo el asesinato en masa (exterminación) de seres humanos mediante el uso de gas "Zyklon B" (cianuro de hidrógeno).

Sinopsis y Descubrimientos
Después del estudio de la literatura disponible, del examen y la evaluación de las instalaciones existentes en Dachau, Mauthausen y Hartheim, mediante el experto conocimiento sobre el criterio de diseño esencial para la operación de cámaras de gas, y el experto conocimiento adquirido en la producción del anterior informe sobre las supuestas cámaras de gas en Polonia, el autor no encuentra ninguna evidencia de que alguna de estas instalaciones, es decir, Dachau, Mauthausen o el Castillo Hartheim, frecuentemente supuestas como instalaciones de ejecución por gas, hayan sido utilizadas jamás como tales, y, a través de posteriores descubrimientos, que debido al diseño y la fabricación de estas instalaciones, no pudieron haber sido nunca utilizadas como cámaras de ejecución por gas.

Metodología
Los procedimientos involucrados en el estudio y el análisis forense que resultaron en este reporte fueron los siguientes:
1. Un estudio de antecedentes general sobre el material disponible.
2. Una inspección in situ y un examen forense de las instalaciones en cuestión, las que incluyeron la toma de datos físicos (medidas e información de construcción), y una considerada extracción de muestras físicas (baldosas y mortero) los cuales fueron enviados a los Estados Unidos para un análisis químico.
3. Una consideración de información logística grabada y visual (in situ).
4. Información adquirida en el estudio previo sobre las supuestas cámaras de gas en Auschwitz I, Birkenau y Majdanek, Polonia.
5. Una recopilación de la información adquirida.
6. Un análisis de la información adquirida y su comparación con diseños reconocidos y probados, información logística y de procedimiento, y los requisitos para el diseño, fabricación y operación de cámaras de gas reales actualmente en funcionamiento en los Estados Unidos.
7. Una consideración de los análisis químicos de los materiales adquiridos in situ.
8. Conclusiones basadas en la evidencia adquirida.

El Informe Leuchter
El Informe Leuchter, el cual formó la base del experto testimonio del autor durante el juicio a Ernst Zündel, en Toronto, Ontario, otorgado el 20 de abril de 1988, es un estudio de las supuestas instalaciones de gaseamiento existentes en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, Polonia. Este informe contiene la documentación definitiva para los propósitos de aplicación del hidrógeno de cianuro, "Zyklon B", en cámaras de gas, el diseño de fumigación y sus procedimientos, el diseño de cámaras de ejecución por gas y protocolo, cámaras de gas norteamericanas, efectos médicos y tóxicos del hidrógeno de cianuro, una breve historia de las supuestas cámaras de gas alemanas con un énfasis en las características del diseño, y una consideración de la tecnología crematoria, incluyendo una discusión de los niveles máximos estimados de cremación. Adicionalmente, hay una discución de consuderaciones forenses de los compuestos de cianuro y los crematorios.
Los materiales contenidos en los párrafos anteriores del Informe Leuchter (1988) son un complemento necesario para el presente informe.

Los Lugares: Dachau, Mauthausen y el Castillo Hartheim
Estos sitios son considerados de forma separada y conjunta, en que Dachau y Mauthausen han sido a veces descritos como campos que proveían de prisioneros al Castillo Hartheim donde eran supuestamente ejecutados.

- Dachau -
La supuesta instalación de ejecuciones en Dachau se encuentra ubicada en un edificio llamado "Baracke X". Esta instalación fue erigida en 1942 y contenía un crematorio consistente en cuatro (4) recámaras. Fue construido primeramente como reemplazo del más antiguo y pequeño crematorio cercano de dos (2) recámaras. La instalación también albergaba una morgue, cubículos de fumigación (cámaras de desparasitación), áreas de trabajo relacionadas y un cuarto identificado por el signo sobre la puerta que se lee "Brausebad" (cuarto de duchas). Es este cuarto de duchas el que ha sido supuesto como cámara de gas y del cual los turistas hoy son informados que era la "cámara de gas".
La supuesta cámara de gas tiene un área de unos 427 pies cuadrados y un volumen de unos 3246.7 pies cúbicos. Originalmente era un cuarto de duchas pero parece haber sido modificadoen algún momento posterior a la captura de Dachau por los Americanos. El cielo actual tiene unos 7.6 pies de altura y contiene diecisiete (17) pseudo-terminales de ducha, fabricadas de lo que parecieran ser láminas de zinc soldadas. Además, contiene ocho huecos para guarniciones de alumbrado, las cuales no son a prueba de explosiones. También contiene dos (2) supuestas bocas de entrada (descargas) del gas con rejillas internas de 15.75 x 27.25 pulgadas las que están soldadas abiertas hacia el exterior. Esta supuesta cámara de gas también contiene un ducto de ventilación claramente añadido después de su construcción. Las murallas son de baldosa y el cielo de concreto está pintado blanco. Existen dos (2) drenajes en el suelo de 20.5 x 26 pulgadas conectados a los otros drenajes de suelo del edificio y del campo. Tiene dos (2) puertas provistas con empaquetaduras, como otras muchas puertas europeas.
Según la construcción, pareciera que la supuesta cámara de gas fue originalmente un cuarto de duchas, al igual que se encontrara en todos los otros campos investigados. Los pseudo-terminales de ducha están fabricados de láminas de metal, consistiendo en un cilindro y un cono con cabezal de surtidor como las que se encuentran en las regaderas de jardín. El extremo está sellado y no tiene rosca. No se encuentran conectadas, ni son capaces de ser conectadas a ningún sistema de cañerías. Están diseñadas para parecer duchas funcionales cuando son observadas desde abajo. El cielo con estas duchas falsas parece haber sido agregado en un momento posterior a la construcción original, aparentemente después de la captura del campo. El cielo está fabricado de concreto, moldeado alrededor de las falsas duchas. Es la típica construcción de bloque de concreto en suspensión. El Documento No. 47 del 79º Congreso, 1ª Sesión, de los EEUU, incluye una investigación sobre Dachau. En este documento, la cámara de gas es descrita como teniendo un cielo de 10 pies con dispositivos de bronce para introducir el gas a la cámara. El presente cielo, como fuera notado, tiene sólo 7,6 pies de altura y ninguna de las bocas de entrada de gas descritas en el Documento No. 47.
Directamente sobre el cuarto de duchas se encuentran las cañerías de vapor y calefacción, lo cual coincide con el diseño normal y correcto para proveer el sector de las duchas con agua caliente. Estas cañerías hoy ya no pueden ser vistas en el cuarto de duchas. Su existencia, sin embargo, puede ser confirmada al observar las cañerías entrar al área del cuarto de duchas desde un pasillo fuera de los límites, y que son sólo visibles desde una ventana trasera del edificio. Es de un diseño inepto y extremadamente peligroso el disponer cañerías de vapor caliente y de alta presión sobre una cámara que contiene gas potencialmente explosivo. En un extremo de la cámara el ducto de ventilación fue claramente añadido. Los ductos que suponen ser las bocas de entrada para el "Zyklon B", no muy diferentes a los ductos para los incineradores de basura de los departamentos, fueron obviamente añadidos después de la instalación original de las baldosas. Estas dos modificaciones son claramente discernibles a partir del irregular reemplazo de las baldosas interiores y del ladrillo exterior. En un extremo del cuarto se encuentran dos (2) cajas eléctricas con rejillas, algo que no debiera estar en una habitación que contiene gas potencialmente explosivo. No hay manera de sellar el cuarto para prevenir las fugas de gas y no existe un sistema para hacer salir el gas después de su uso, ni tampoco algún conducto de ventilación apropiado (la norma es un mínimo de 40 pies). Las puertas no son a prueba de gas, ni siquiera a prueba de agua. Sólo son resistentes al agua. No existe ningún sistema para evaporar (calentar) o distribuir un gas hacia la cámara o dentro de ella. La utilización del ducto incorrectamente diseñado para la entrada del "Zyklon B" prevendría la apropiada evaporación del gas desde las pastillas de "Zyklon B" debido a la insuficiente exposición del área de superficie. La mayoría, si es que no todas las pastillas de "Zyklon B", habrían permanecido en el mecanismo de descarga debido al insuficiente movimiento angular de la descarga para las pastillas del gas.
En un letrero puesto dentro de la supuesta cámara de gas, los encargados del museo señalan: "CAMARA DE GAS - disfrazada como 'cuarto de duchas' - nunca usada como cámaras de gas". Un examen de la supuesta cámara de gas muestra claramente, sin embargo, que esta instalación fue construida como cuarto de duchas, y que fue utilizada exclusivamente como tal. Las modificaciones al cuarto que incluyen la añadidura del cielo, los falsos cabezales de ducha, la toma de aire y las bocas de entrada para el gas fueron hechas en tiempos muy posteriores a aquellos de la construcción original de la "Baracke X" y del cuarto de duchas, y por personas y razones desconocidas por el autor. Ninguna muestra fue tomada en esta locación debido al enorme tránsito de turistas dentro de la supuesta cámara de gas.
Para efectos de archivo, esta supuesta cámara de gas pudo sólo haber contenido a cuarenta y siete (47) personas utilizando la regla de inclusión de nueve (9) pies cuadrados aceptada como norma de práctica ingenieril para los sistemas de manejo de aire. Sin un sistema de escape ni ventanas, requeriría al menos una semana ventilar por medio de convección. Esta estimación está basada en las cámaras de gas norteamericanas, las que requieren veinte (20) minutos para ventilarse mediante dos cambios completos de aire por minuto, y un mínimo de cuarenta y ocho (48) horas para ventilar un edificio fumigado con abundantes ventanas.
Una inspección de las cuatro (4) nuevas recámaras crematorias en la "Baracke X" reveló que, aunque fueron encendidas, ninguna de ellas experimentó mucho uso, si es que hubo tal. Estas recámaras funcionaban a carbón.
Después de una profunda investigación de la supuesta cámara de gas en la "Baracke X" de Dachau, este investigador, en su mejor opinión como ingeniero, señala categóricamente que esta instalación nunca pudo haber sido utilizada como cámara de ejecución a gas. Era en realidad un cuarto de duchas (Brausebad) como fue rotulado por los alemanes.

- Mauthausen -
La supuesta cámara de gas en el Campo de Concentración de Mauthausen estaba ubicada entre el hospital, el crematorio y la cárcel. Al igual que Dachau, es considerada generalmente por algunos conocidos historiadores y por los Revisionistas como nunca habiendo sido utilizada en ejecuciones.
La supuesta cámara de gas tiene un área de unos 150 pies cuadrados y un volumen de 1164 pies cúbicos. Tiene una altura de cielo de 7.8 pies, estando dotada de cañerías y cabezales de ducha funcionales. Tiene un drenaje en el piso de unas ocho (8) pulgadas por ocho (8) pulgadas, y cañerías de vapor en el muro noroeste como calefacción. Los muros están terminados en baldosa cerámica. Tiene dos puertas y provistas para empaquetaduras como muchas puertas europeas. Tiene una supuesta ventilación para gas en el techo de la muralla norte pero el propósito de esta supuesta ventilación para gas no puede ser verificado debido a que el terreno superior ha sido repavimentado. Adicionalmente, se dice que un cuarto adyacente habría sido utilizado como sala de control para hacer ingresar el gas (aparentemente, no el sólido "Zyklon B", sino el gas cianuro de hidrógeno mismo). No existen los instrumentos instalados para esta función ni hay evidencia alguna de que haya sido removido. Los encargados del museo son incoherentes y están muy confundidos referente a la función operativa, ofreciendo una serie de explicaciones distintas sobre cómo el gas era introducido: (1) a través de las duchas en el techo; (2) a través de un ducto en un remoto rincón de la habitación; y (3) a través de una cañería perforada, la cual hoy no existe. La iluminación no es a prueba de explosiones, sino meramente resistente al agua. No hay nada que señale si esta sala de control alguna vez realmente existió. La instalación es completamente subterránea, al igual que la morgue, el hospital y la cárcel. Esta instalación además albergó el área para los prisioneros condenados donde eran ejecutados por fusilamiento.
Pareciera, según la construcción, que esta instalación fue edificada y solamente utilizada como un cuarto de duchas. La instalación no posee provisión alguna para prevenir fugas de gas, la iluminación no es a prueba de explosiones, el drenaje del piso permitiría el escape hacia el sistema de desagüe y no existen dispositivos que permitan la entrada del gas ni para vaciar la mezcla de gas y aire posterior a una ejecución. Más aún, existen cañerías de calefacción a vapor (radiador) sobre la muralla noroeste de la cámara, lo que muy probablemente gatillaría una explosión si se depositara cianuro de hidrógeno en este cuarto. Además, todas los cabezales de ducha están funcionando y el diseño completo es, sin duda alguna, aquel de un cuarto de duchas.

- Consideraciones Forenses en Mauthausen -
Cuatro (4) muestras forenses fueron selectivamente removidas desde la supuesta cámara de gas en Mauthausen y enviadas a los Estados Unidos para pruebas químicas. Un detallado análisis de hierro y cianuro fue completado para cada muestra, de acuerdo a las normativas de procedimiento utilizadas en las anteriores pruebas de muestras provenientes de Auschwitz I y Birkenau. Como resultado de estas pruebas y de su comparación con resultados de pruebas para compuestos insolubles de cianuro de hierro, se demostró que esta supuesta instalación de cámara de gas nunca ha sido expuesta a concentraciones repetitivas de cianuro necesarias para la ejecución: como referencia, la muestra de control #32 perteneciente a la cámara de desparasitación (de Birkenau) marcó 1050 mg/kg, y la mayor concentración encontrada en Mauthausen fue de 32 mg/kg, lo que indica la fumigación del edificio en algún momento de su historia. Esto señala claramente que esta instalación no fue una cámara de gases.
Como resultado de una profunda investigación de esta instalación, este investigador ha determinado que ésta no era capaz de llevar a cabo ejecuciones por medio de gas. En la mejor opinión ingenieril de este investigador, esta instalación nunca hubiese podido sostener ejecuciones por gas y no fue utilizada jamás como cámara de ejecución a gas.
Adyacente a esta instalación se encuentra el área de la morgue, la que contiene una unidad de refrigeración para enfriar los cadáveres. Esta morgue también contiene un cuarto de disección y un crematorio, todos adyacentes y conectados al hospital. El crematorio existente contiene un horno con una (1) recámara. En una habitación contigua, hay indicaciones de otro horno crematorio de una (1) recámara, la cual ha sido removida. Esta recámara existente muestra señales de uso considerables, lo cual es algo esperado para un campo de este tamaño y con sólo dos (2) recámaras. Ambas unidades funcionaban a carbón.
Para efectos de archivo, la supuesta cámara de gas sólo hubiese podido haber contenido a diecisiete (17) personas, utilizando la regla de nueve (9) pies cuadrados. Sin un sistema de escape, este investigador estima que hubiese requerido al menos una semana para ventilar, por las mismas razones explicadas para Dachau.


- El Castillo Hartheim -
Esta instalación consiste en una habitación de piedra adyacente a la torre de un castillo de siglos de antigüedad. Este castillo fue donado por la monarquía al servicio de salud mental de Austria, y fue más tarde puesto bajo el control del Gobieno Alemán cuando tomó el control del Gobierno de Austria y del servicio de salud mental. La instalación había sido utilizada como hospital psiquiátrico y bajo el control alemán continuó como tal. Supuestamente, ejecuciones por gaseamientos masivos ocurrieron en este lugar, sobre prisioneros transferidos desde Dachau y Mauthausen para este propósito.
La supuesta cámara de gas era un cuarto en un nivel más bajo, adyacente a una de las torres del castillo. Este cuarto tiene un área de 192 pies cuadrados y un volumen de 1728 pies cúbicos. Tiene un techo en forma de bóveda, con una altura de 8,9 piés en su punto más alto. La instalación tenía una (1) puerta y una (1) ventana, aunque una abertura rectangular ha sido hecha ahora hacia un cuarto adyacente. No existen instalaciones para hacer ingresar el "Zyklon B" o para evacuar este gas después de su uso. Ahora este cuarto ha sido completamente remodelado. Tiene murallas y cielo recientemente estucados. Hay tres (3) nuevas superficies de suelo, una sobre la otra. Incluso la puerta ha sido cambiada por una moderna puerta de celda de institución psiquiátrica convencional, con un visor con tapa. La ventana se dice haber sido original, pero el gas se fugaría por ella si fuese usada con este propósito. Ni la puerta ni la ventana poseen provisión alguna para empaquetaduras. Supuestamente, todos los aparatos para el gaseamiento fueron removidos antes de enero de 1945. En realidad, nunca hubo equipos de gaseamiento pues los muros son muy gruesos, como es característico de la arquitectura y construcción de los castillos, y no sería fácil picarlos para acomodar la instalación de ventilaciones o bocas de entrada para gas. Éste y el cuarto adyacente contienen placas conmemorativas a aquellos que aquí supuestamente murieron gaseados. El castillo es utilizado actualmente como edificio de departamentos.
Pareciera por la construcción que esta edificación no se prestaría para ser usada como instalación de ejecución a gas, pues los muros son muy anchos para la instalación de equipos para gaseo. Ciertamente, debido a la construcción, cualquier cambio sería visible, y no fácilmente ocultable. No existe ningún ducto para la evacuación de la mezcla de gas y aire, ni forma alguna de instalarlo. La ventana dejaría escapar grandes cantidades de gas mortal. Ninguna muestra fue tomada en esta locación debido a la intensa remodelación que ésta ha sufrido, y que decididamente enturbiaría cualquier resultado de laboratorio.
Para efectos de archivo, la supuesta cámara de gas hubiese sido capaz de contener sólo unas 24 personas, utilizando la regla de nueve (9) pies cuadrados. Sin un sistema de escape, esta habitación requeriría de al menos una semana para ventilarse (referirse a Dachau).
Como resultado de una profunda investigación de esta instalación, este investigador declara categóricamente que, según su mejor opinión ingenieril, esta instalación jamás fue utilizada para ejecuciones por medio de gas, y no pudo nunca haberlo sido. El verdadero uso de este cuarto le es desconocido a este investigador. Basado en una comparación con su imagen gemela al otro lado de la edificación, podría haber sido una bodega.
No hay crematorios existentes en esta locación.
Es extraño notar que la literatura oficial del museo señala que Dachau y Mauthausen, ambas con instalaciones iguales, o incluso mejores, que aquellas del Castillo Hartheim, enviaran internos a Hartheim para ser gaseados. No es claro por qué ello debía ocurrir, desde que la supuesta instalación de Hartheim habría sido tan difícil de construir, era tan pequeña y se encontraba tan distante de Dachau (a 200 km). Basándose en toda la evidencia existente se hace bastante claro que jamás existió instalación de gaseamiento alguna en cualquiera de estas locaciones.

Equipamiento Especializado: No existente
En todas las investigaciones del autor, en Polonia, Alemania y Austria, nunca se ha encontrado equipamiento para cámaras de gas, ni construcciones especiales para éste. No existen chimeneas de cuarenta (40) pies, ni ventiladores, ni generadores de gas, ni precalentadores de tomas de aire, ni pintura especial o sellantes en los muros, pisos o cielos; no hay dispositivos de seguridad para los operadores, ni ningún diseño coherente utilizado consistentemente a través de las supuestas cámaras de gas. Es inconcebible que los alemanes, habiendo tenido la altamente desarrollada tecnología utilizada en las cámaras de desparasitación, no hubiesen aplicado esta misma en las supuestas cámaras de ejecución a gas.

Conclusión
Después de haber revisado todo el material y de haber inspeccionado todos los lugares en Dachau, Mauthausen y el Castillo Hartheim, el investigador ha determinado que no hubo ninguna cámara de ejecución a gas en ninguno de estos lugares. Es la mejor opinión ingenieril de este investigador que las supuestas cámaras de gas en los sitios inspeccionados mencionados anteriormente no pudieron, ni entonces ni ahora, haber sido utilizadas o seriamente consideradas para funcionar como cámaras de ejecución a gas.

Preparado este día 15 de junio de 1989, en Malden, Massachusetts.

Fred A. Leuchter Associates, Inc.
FRED A. LEUCHTER, JR.
Ingeniero Jefe



FINAL DEL INFORME LEUCHTER
BIBLIOGRAFIA
editada por el Dr. Robert Faurisson

I El Informe Leuchter, No. 1
- Fred A. Leuchter, An Engineering Report on the Alleged Execution Gas Chambers at Auschwitz, Birkenau and Majdanek, Poland (Preparado para Ernst Zündel), 1988, 193 pp. [Informe ingresado como exhibición escrita en el juicio de "noticias falsas" de Ernst Zündel durante 1988, en Toronto, Canadá; contiene copias de los Certificados de Análisis de ladrillo y mortero originales.]

- Fred A. Leuchter, El Informe Leuchter: Fin de un Mito, Prólogo por el Dr. Robert Faurisson, Samisdat Publishers Ltd., 1988, 132 pp., Impreso bajo licencia en los EEUU, P.O. Box 726, Decatur, Alabama 35602 EEUU. [Edición ilustrada del Informe; Resultados del análisis sobre el ladrillo y mortero son presentados en formato de gráficos condensados.]

II Dachau
- IMT Doc. L-159: Documento No. 47 del 79º Congreso, 1ª Sesión, Senado: Report (May 15, 1945) of the Committee Requested by Gen. Dwight D. Eisenhower to the Congress of the U.S. relative to Atrocities and other Conditions in Concentration Camps in Germany, IMT, XXXVII, pp. 605-626 en la p. 621:
"Una distintiva característica del Campo de Dachau era la cámara de gas para la ejecución de prisioneros y las más o menos elaboradas instalaciones para la ejecución por fusilamiento. - La cámara de gas estaba ubicada al centro de un gran cuarto en el edificio del crematorio. Estaba hecha de concreto. Sus dimensiones eran aproximadamente de 20 por 20 pies, y el techo tenía una altura de 10 pies! En dos muros opuestos de la cámara existían puertas herméticas a través de las cuales los prisioneros condenados podían ser ingresados para su ejecución y retirados posterior a ésta. El suministro de gas hacia la cámara era controlado por medio de dos válvulas en uno de los muros exteriores, y bajo las válvulas había una pequeña hendidura de vidrio a través de la cual el operador podía ver a las víctimas morir. El gas era vaciado a la cámara a través de cañerías que terminaban en piezas de bronce perforadas fijas al techo. La cámara era de un tamaño suficiente como para ejecutar probablemente a cien hombres de una sola vez."

- IMT Doc. PS-2430: Nazi Concentration and Prisoner-of-War Camps: A Documentary Motion Picture, 24 de noviembre, 1945, IMT, XXX, pp. 357-472, en la p. 470:
"La fábrica de horror de Dachau... Colgando en filas ordenadas estaban las ropas de prisioneros que habían sido sofocados en la letal cámara de gas. Habían sido persuadidos de sacarse sus ropas bajo el pretexto de tomar una ducha, para lo cual se les proveía de toallas y jabón. Este es el Brausebad - el baño de duchas. Dentro del baño de duchas - las ventilas de gas. Sobre el techo - los falsos cabezales de ducha. Dentro del cuarto de ingenieros - las tuberías de entrada y salida. Presionar botones para controlar el ingreso y escape del gas. Una válvula manual para regular la presión. Polvo de cianuro era utilizado para generar el mortal humo. Desde la cámara de gas, los cuerpos eran llevados al crematorio."

- IMT Doc. NO-3859/64 y 3884/89: 28 páginas de documentos y planos alemanes (1942) sobre la "Baracke X" (Staatsarchiv Nürnberg) [Ninguno de estos documentos o planos indicaban la existencia de una cámara de gas.]

- Sección O.S.S., Séptimo Ejército (EEUU), Dachau Concentration Camp, Prólogo por William W. Quinn, Coronel, 1945, 68 pp. en p. 33:
"CAMARAS DE GAS: Los internos que eran traídos al Campo de Dachau con el solo propósito de ser ejecutados eran, en la mayoría de los casos, judíos y rusos. Eran llevados hasta el complejo, alineados cerca de las cámaras de gas, y eran revisados de manera similar a los internos que llegaban a Dachau para se encarcelados. Entonces eran dirigidos hacia una habitación donde se les hacía desvestir. A todos se les daba una toalla y un trozo de jabón, como si fuesen a tomar una ducha. Durante todo este tiempo, no se les daba ninguna pista acerca de que iban a ser ejecutados, pues la rutina era similar para todos los internos del campo a su llegada. - Entonces entraban en la cámara de gas. Sobre la entrada, en grandes letras negras, estaba escrito "Brause Bad" (duchas). Habían cerca de 15 duchas suspendidas del techo desde donde el gas era entonces emitido. Había una cámara más grande, cuya capacidad era de 200, y cinco cámaras menores, cada una con capacidad para 50. La ejecución tomaba aproximadamente 10 minutos. Desde la cámara de gas, la puerta llevaba al Krematory hacia donde los cuerpos eran llevados por internos que eran seleccionados para aquel trabajo. Los cuerpos muertos eran entonces dispuestos en 5 hornos, de dos a tres cuerpos a la vez."

- Mission Militaire Francaise aupres du 6e groupe d'armees, Guerre chimique, nr 23/7, Chambre a gaz de Dachau, rapports du capitaine Fribourg, 5 mai et 17 mai 1945, 5 pp.; 6 planches; 1 photo (25 mai 1945). El Capitán Fribourg no llegó a ninguna conclusión en su informe sobre la cámara de gas después de una investigación de un día en Dachau. Fibourg señaló que una segunda visita sería necesaria para descubrir la circulación del gas tóxico y de la posible comunicación con las cámaras de desinfección a gas. También señaló que era necesario hacer pruebas en todas las murallas.

- Cuarteles Generales, Tercer Ejército de los EEUU, Grupo del Servicio de Inteligencia de Equipo Enemigo Número 1, Servicio de Guerra Química, 22 de agosto de 1945, Report from Joseph H. Gilbert to Major James F. Munn: Subjeto: Dachau Gas Chamber (3pp; documentos adjuntos) en p. 3:
"Basándose en las entrevistas señaladas más arriba, y demás, basándose en la inspección misma de la cámara de gas de Dachau (aparentemente no ha sido usada), es la opinión del suscrito que la cámara de gas fue un fracaso para propósitos de ejecución y que ningún trabajo experimental jamás se llevó a cabo allí. En vista del hecho de que mucha infomación confiable ha sido suministrada por antiguos reclusos a los Aliados en referencia a experimentos de malaria, presión de aire y agua fría, es razonable asumir que si tales experimentos de gas se llevaron a cabo, información similar debiera estar disponible."

- Plano de Area Crematoria (Dachau) en Philipp Rauscher, Never Again/Jamais Plus, Munich, 1945 (?)

- Stephen f. Pinter, Carta sobre "Atrocidades Alemanas" en Our Sunday Visitor, 14 de junio de 1959, p.15:
"Yo estuve en Dachau por 17 meses después de la guerra, como Fiscal del Departamento de Guerra de los EEUU, y puedo señalar que no hubo cámara de gas en Dachau".

- Gerald Reitlinger, The Final Solution: The Attempt to Exterminate the Jews of Europe, 1939-1945, Jason Aronson Inc., Londres, reedición de 1987, originalmente publicado en 1953, 638 pp. en p. 134:
"Así, eventualmente cada campo de concentración alemán adquirió una cámara de gas de este tipo, aunque su uso probó ser difícil. La cámara de gas de Dachau, por ejemplo, ha sido preservada por las autoridades de ocupación americanas como un objeto aleccionador, pero su construcción fue entorpecida y su uso, restingido a unas pocas víctimas experimentales, judíos o prisioneros de guerra rusos, que habían sido enviados por la Gestapo de Munich."

- Dr. Martin Broszat, Instituto de Historia Contemporánea en Munich, Carta en Die Zeit, 19 de agosto de 1960, p. 16.
"Ni en Dachau, ni en Bergen-Belsen, ni en Buchenwald, se gaseó a judíos o a otros prisioneros. La cámara de gas en Dachau nunca fue terminada ni puesta 'en operación'".

- Dr. Robert Faurisson. "El Documento Müller", The Journal of Historical Review, Primavera de 1988, pp. 117 - 126. Los policías militares aliados y sus auxiliares austriacos recibían regularmente copias de los informes hechos por las Comisiones de Informes aliadas sobre los campos de concentración. Aquellos informes eran necesarios para realizar investigaciones sobre "crímenes de guerra". El 1 de octubre de 1948, el Comandante Müller y su segundo al mando, Emil Lachout, enciaron la siguiente carta circular desde Viena a todas las partes interesadas:
"Servicio de Policía Militar. Carta Circular No. 31/48. Viena, 1 de octubre de 1948. 10º despacho. 1. Las Comisiones de Informes aliadas han establecido hasta ahora que ninguna persona fue muerta por medio de gas venenoso en los siguientes campos de concentración: Bergen-Belsen, Buchenwald, Dachau, Flossenbürg, Gross-Rosen, Mauthausen y sus campos satélites, Natzweiler, Neuengamme, Niederhagen (Wewelsburg), Ravensbrück, Sachsenhausen, Stutthof, Theresienstadt. - En aquellos casos, ha sido posible probar que las confesiones que han sido extraidas por medio de torturas y los testimonios han sido falsos. - Esto debe ser tomado en cuenta al llevar a cabo investigaciones e interrogaciones con respecto a los crímenes de guerra. - El resultado de esta investigación deberá ser llevado al conocimiento de antiguos internos de los campos de concentración quienes al momento de las audiencias testificaron sobre el asesinato de gente, especialmente judíos, con gas venenoso en aquellos campos de concentración. Si ellos insistiesen en sus afirmaciones, se presentarán cargos en su contra por dar falsos testimonios."

-Comite ininternational de Dachau, Concentration Camp Dachau 1933-1945, 1978, 229 pp. en p. 165: [Traducción]:
"La cámara de gas, disfrazada como cuarto de duchas, nunca fue puesta en operación. Miles de internos destinados a la aniquilación fueron enviados a otros campos para su gaseamiento o al Castillo Hartheim cerca de Linz."

- Dr. Robert Faurisson, Memoire en defense contre ceux qui m'acussent de falsifier l'Histoire, París, La Vieille Taupe, 1980. Faurisson trata en las p. 204-209 la incapacidad de Barbara Distel, Directora del Museo de Dachau, y del Dr. A. Guerisse, Presidente del Comité Internacional de Dachau en Bruselas, para proveerle, en una serie de correspondencias en 1977-78, de cualquier prueba sobre la existencia de una cámara de ejecución a gas en Dachau.

- Dr. Robert Faurisson, "Respuesta a un Historiador de Papel", The Journal for Historical Review, Primavera de 1986. En la p. 62, Faurisson analiza el testimonio de Fernand Grenier contenido en el libro del anterior Cétait ainsi (1940-1945), Editions sociales, 7ª ed., 1970, donde Grenier escribió lo siguiente en la p. 267:
[Traducción] "A un costado de los cuatro hornos crematorios que nunca dejaban de funcionar existía un cuarto: algunas duchas con cabezales en el techo. En el año precedente [1944] se le había dado una toalla y un trozo de jabón a 120 niños, de 8 a 14 años de edad. Estaban muy contentos al ingresar. Las puertas se cerraron. Gas asfixiante salió de las duchas. Diez minutos más tarde, la muerte había hecho presa de estos inocentes, los cuales fueron reducidos a cenizas por los hornos crematorios una hora más tarde."

- Rene Levesque, Memoirs, Toronto, McClelland and Stewart Limited, 1986, en las pp. 192-193:
"Antes de poner sus prisioneros a trabajar, los alemanes siempre los despojaban de todas sus posesiones, incluyendo sus dientes de oro. Posteriormente los hacían trabajar hasta morir, especialmente el último año cuando las raciones se estaban haciendo escasas. Al final del camino eran enviados a los "baños" (Baden), barracas de pobre aspecto conectadas a un depósito mediante algunas tuberías. Cuando los baños estaban llenos hasta los bordes abrían el gas, y después, cuando los últimos lamentos habían cesado, los cuerpos eran llevados a los hornos en la habitación contigua. - Cuando llegaron noticias acerca de esto a Quebec, y durante un tiempo después, la gente se rehusaba a creer. Un pesado escepticismo recibía estas historias, que sobrepasaban la comprensión... Puedo asegurarles de que era real, verdaderamente, que la cámara de gas era real en su dimensión de pesadilla. Los cargadores habían desaparecido, tratando de salvar sus propios pellejos, dejando atrás su última carga de cuerpos, desnudos como gusanos en sus enlodados lechos de muerte."

- Letrero exhibido en la "cámara de gas" de Dachau por las autoridades del museo, que hasta mediados de los ochenta señalaba lo siguiente: "CAMARA DE GAS disfrazada como 'cuarto de duchas' - nunca utilizada". El letrero fue cambiado a mediados de los años ochenta a: "CAMARA DE GAS disfrazada como 'cuarto de duchas' - nunca utilizada como cámara de gas."

II Campo de Concentración de Mauthausen
- IMT Doc. PS-1515: Protocolo por el Comandante del Campo de Concentración de Mauthausen, Coronel SS Franz Ziereis (sin firmar ni fechar por el suscrito). El Grupo de Análisis de Evidencia señala en este documento, con fecha 6 de octubre de 1945:
"En un pueblo, llamado Hartheim, existía un enorme complejo de gaseo donde, según estimaciones de Ziereis, entre 1 y 1,5 millones de personas fueron asesinadas... Otros médicos, así llamados "psiquiatras", proclamaron a miles de internos como casos psiquiátricos, enviándolos a Hartheim... Ziereis dice haber visto los archivos que indicaban que cuatro millones fueron asesinados de esta manera... Ziereis estima que en el área de Varsovia-Kowno-Riga-Libau fueron asesinadas 16 millones de personas." [Nota: La Fiscalía fue ordenada no usar el PS-1515 ya que "esta declaración ha sido corregida y sobreseída. Ver=3870-PS".]

- IMT Doc. PS-3870: Declaración jurada de Hans Marsalek, realizada el 8 de abril de 1946 (hecho después de 10 meses de la muerte de Ziereis en mayo de 1945), IMT, Vol. XXXIII, pp. 279-286. Marsalek juró que:
"Franz Ziereis fue interrogado por mí en presencia del Comandante de la 11ª División Armada (División Armada Americana) Seibel; del antiguo prisionero y médico Dr. Koszeinski; y en presencia de otro ciudadano polaco, de nombre desconocido, por un período de seis a ocho horas. El interrogatorio se efectuó en la noche del 22 de mayo hasta el 23 de mayo de 1945. Franz Ziereis estaba seriamente herido - su cuerpo había sido penetrado por tres balas - y sabía que moriría pronto, y procedió a contarme lo siguiente: "...Una planta de gaseo fue construida en el Campo de Concentración de Mauthausen por orden del antiguo doctor de guarnición, el Dr. Krebsbach, camuflada como cuarto de baños... El gaseamiento de los prisioneros era efectuado por requerimiento del SS Hauptsturmführer Dr. Krebsbach... el SS Gruppenführer Glücks daba la orden de clasificar a los prisioneros débiles como mentalmente desquiciados y de matarlos por medio de una planta de gas que existía en el Castillo Hartheim cercano a Linz. Allí, entre un millón y un millón y medio de seres humanos fueron asesinados."

- IMT Doc. PS-2285: Declaración jurada del Teniente Coronel Guivante de Saint Gast y del Teniente Jean Veith, ambos del Ejército Francés, IMT, Vol. XXX, pp. 141-143:
"Los prisioneros del K eran llevados directamente a la prisión donde eran desvestidos y dirigidos a los "baños". Este cuarto de baño en los sótanos del edificio de prisión cerca del crematorio estaba especialmente diseñado para ejecuciones (fusilamiento y gaseamiento). - El fusilamiento se llevaba a cabo por medio de un aparato de medición. Al prisionero se le hacía retroceder hasta una medida métrica, donde un aparato automático liberaba una bala a la altura de su cuello tan pronto como la plancha móvil determinaba su altura tocando su cabeza. - Si un transporte consistía de demasiados prisioneros 'K', en vez de perder el tiempo en la "medición" eran exterminados por medio de gas enviado hacia el baño en vez de agua."

- IMT Doc. PS-2430: Nazi Concentration and Prisoner-of-War Camps: A Documentary Motion Picture, 24 de noviembre de 1945, ibid., en la p. 468. A diferencia del segmento de la película concerniente a Dachau, la porción que trata con Mauthausen no contiene imágenes de ninguna supuesta cámara de gas. El film simplemente muestra a un teniente naval americano de Hollywood, California, afirmando que gante había sido ejecutada en el campo por medio de gas.

- IMT Doc. PS-2753: Declaración jurada del hombre de las SS, Alois Höllriegl, jurada el 7 de noviembre de 1945, IMT, Vol. XXXI, p. 93:
"El ruido que acompañaba al proceso de gaseamiento era muy bien conocido por mí".

- IMT Doc. PS-3845: Informe de Interrogación de Albert Tiefenbacher, tomada el 7 de diciembre de 1945, IMT, Vol. XXXIII, pp. 213-229. La transcripción dice:
"Pregunta - ¿Recuerda Ud. la cámara de gas camuflada como cuarto de baño? Respuesta: Sí, nosotros siempre ayudábamos a sacar los muertos de la cámara de gas. P.- ¿No habían duchas en la cámara? R.- Sí. De ellas debía salir agua fría y caliente, pero el flujo del agua podía ser regulado desde fuera del cuarto y la mayoría del tiempo el agua era cortada. Afuera del cuarto estaba el depósito del gas, y dos cañerías que lo conducían llegaban a esta habitación desde el exterior. Había una ranura en la parte trasera, y el gas emanaba de esta misma. P.- ¿Nunca salió gas de las duchas? R.- Todas las duchas estaban conectadas. Era sólo para hacer el efecto de que los prisioneros estaban ingresando a un cuarto de baños."

- IMT Doc. PS-3846: Informe de Interrogación de Johann Kanduth, tomada el 30 de noviembre de 1945, IMT, Vol. XXXIII, pp. 230-243.

- Gerald Reitlinger, ibid., en p. 474:
"El 8 de mayo, cuando las tropas de Patton entraron al campo, Ziereis fue identificado en las inmediaciones de éste y herido de un balazo en el estómago. Su confesión moribunda, que había sido tomada por un interno en presencia de oficiales americanos que no entendían el alemán, no es muy confiable."

- Hans Marsalek, Die Geschichte des Konzentrationslagers Mauthausen: Dokumentation, Österreichische Lagergemeinschaft Mauthausen, Viena, 1980, 229 pp. en p. 211:
[Traducción] "Antes de los gaseamientos, un SS N.C.O. calentaba un ladrillo en uno de los hornos del Krema y lo llevaba a un cuarto pequeño y dividido, ubicado junto a la cámara de gas. Esta cámara de gas contenía una mesa, máscaras de gas y una unidad de introducción del gas conectada a la cámara por medio de una tubería; este ladrillo caliente era entonces depositado
al fondo de la unidad de introducción del gas; esto servía para acelerar el proceso donde los cristales del "Zyklon B" cambiaban a gas líquido. Con el suficiente gas en la cámara, la muerte por sofocación ocurría en unos 10 a 20 minutos. - Cuando un doctor SS, que observaba a través de un pequeño visor de observación, comprobaba los efectos mortales, la cámara de gas era despejada del gas por medio de ventiladores que lo vaciaban hacia el aire libre. - El proceso entero de gaseamiento para un grupo, que consistía en aproximadamente 30 personas - comenzando con el desvestirlos, y siguiendo con el supuesto exámen médico, el asesinato, el despeje del gas de la cámara y la remoción de cadáveres, tomaba entre una hora y media, y dos horas y media."

- Pierre Serge Choumoff, Les Chambres a gaz de Mauthausen, camp de concentration nazi, Amicale des deportes de Mauthausen, 1972, 96 pp. [Ver más abajo]

- Pierre Serge Choumoff, Les Assassinats par gaz a Mauthausen et Gusen, camps de concentration nazi en territoire autrichien, Amicale des deportes de Mauthausen, 1987, 64 pp. Los escritos de Choumoff, un ingeniero profesional, exhiben una extrema confusión en relación a las cámaras de gas. No aporta ninguna evidencia técnica ni detalles como se esperaría de un ingeniero; en cambio, confía en los habituales relatos de "testigos oculares" (Kanduth, Ornstein, Roth, Reinsdorf...). Parece considerar la mera presencia del insecticida "Zyklon B" en el campo como prueba de gaseamientos homicidas. Choumoff estima que al menos 3455 personas fueron gaseadas en las supuestas cámaras de gas de Mauthausen.]

- Eugen Kogon, Hermann Langbein, Adalbert Rückerl, Nationalsozialistische Massentötungen durch Giftgas, Frankfurt, S. Fischer, 1983, pp. 245-254 en pp. 245-246: